La triple carambola de Hisdesat en la OTAN, la UE y en el Gobierno de España

- España y cinco naciones más ofrecen comunicaciones a toda la OTAN
- Incluidos en el plan del 2 por ciento de la Moncloa
La compañía de servicios estratégicos gubernamentales Hisdesat, la sociedad que paso a paso se ha convertido en la joya de Hispasat ‒el principal operador español de comunicaciones comerciales vía satélite‒, acaba de ver cumplidas sus expectativas inmediatas y observa despejado su horizonte de negocio hasta el año 2035 e incluso más allá.
Las razones del enorme contento que se respira en el cuartel general de Hisdesat en el Paseo de la Castellana de Madrid y, por supuesto, los motivos de la satisfacción que se perciben en el rostro de su director general y máximo responsable, Miguel Ángel García Primo, se resumen en tres hechos que se han sucedido en el presente mes de abril.
Con el inicio de la primavera se han desencadenado una serie de “carambolas” que aseguran el futuro a corto, medio y largo plazo de la compañía en la gigantesca, confusa y caótica mesa de billar americano en que se ha convertido el escenario geoestratégico mundial.

En primer lugar, Hisdesat ha visto cómo la Agencia de Comunicaciones e Información de la OTAN ‒NCIA por su acrónimo en inglés‒ ha confirmado el 4 de abril que las dos nuevas plataformas Spainsat NG ‒la primera en órbita desde el 30 de enero y la segunda prevista para el segundo trimestre del año‒ tienen luz verde oficial para representar a España en el reducido consorcio multinacional NSS6G de la NCIA, organización de la OTAN que desde junio de 2021 dirige el general belga Ludwig Decamps.
Tal exclusivo consorcio NSS6G ‒acrónimo en inglés de Servicios de Satélites de Comunicaciones de la OTAN de Sexta Generación‒ está creado para atender las crecientes demandas de enlaces estratégicos de la Alianza hasta finales de 2034. La organización transatlántica no cuenta con satélites propios y resuelve sus necesidades de comunicaciones mediante un acuerdo marco multinacional con los escasos países que le ofrecen plataformas protegidas contra los efectos derivados de las explosiones nucleares a gran altitud, capacidad de procesado a bordo, transmisiones encriptadas y bandas de frecuencias flexibles.

España y cinco naciones más ofrecen comunicaciones a toda la OTAN
Hasta el momento, cuatro naciones han cubierto con sus redes de satélites de banda ancha los servicios de la Alianza. Son Estados Unidos, con su amplia constelación WGS; Francia, con sus ingenios Syracuse; Italia con sus Sicral; y el Reino Unido, con sus plataformas Skynet.
Pero las necesidades van en aumento y España ha entrado a formar parte con carácter oficial del selecto club NSS6G aunque, en términos prácticos, está previsto que sea a partir de “principios de agosto”. Será cuando el nuevo satélite español Spainsat NG-1 alcance su lugar correcto en el espacio “en la posición orbital geoestacionaria de 29º Este, a casi 36.000 kilómetros de altura de la Tierra y sustituya al Xtar-Eur”, confirma un alto directivo de la compañía.
A la vez que España, Luxemburgo también ha ingresado en el consorcio a través de su satélite GovSat-1, en órbita desde el 31 de enero de 2018. Se trata del único ingenio de la compañía, también de nombre GovSat, una asociación público-privada entre el Gran Ducado y SES, el operador luxemburgués de comunicaciones vía satélite. En total, alrededor de una docena de satélites están acreditados para prestar servicios de transmisiones seguras a la OTAN.

La segunda carambola que ha logrado Hisdesat se ha producido tan sólo once días después del comunicado de la Alianza lo que, por fin, da lugar a la nueva gran apuesta estratégicas de la sociedad. Como anticipó Atalayar pocos días antes, el Consejo de Ministros del 15 de abril autorizó al departamento de Industria a conceder a Hisdesat un préstamo plurianual por un valor total de 1.000 millones de euros con el que poder desarrollar los Paz 2, dos nuevos satélites espía que incorporan la más novedosa tecnología radar de apertura sintética.
La pareja Paz 2 está concebida para relevar a finales de la presente década o principios de la siguiente a su hermano mayor de nombre Paz, que fue lanzado al espacio el 22 de febrero de 2018. Los varios años de demora que el Gobierno Sánchez ha tardado en dar su visto bueno han dado paso a las prisas y el propio Consejo de Ministros ya habla de que es importante iniciar el diseño y desarrollo de los Paz 2… “lo antes posible”. El equipo de Hisdesat ya ultima con Airbus Space Systems España los detalles finales del contrato para que la factoría de Getafe asuma la producción.

Incluidos en el plan del 2 por ciento de la Moncloa
Los nuevos ingenios responden a los requisitos operativos definidos por el Estado Mayor de la Defensa, cuya principal finalidad es proporcionar información de inteligencia a las Fuerzas Armadas españolas. Así es que la tercera carambola ha sido incluirlos en el Plan Industrial y Tecnológico para la Seguridad y la Defensa que el propio presidente Pedro Sánchez hizo público el 22 de abril para plegarse al 2 por ciento exigido por Bruselas.
Los dos satélites están incluidos en el capítulo del Plan Industrial y Tecnológico dedicado a nuevas tecnologías de telecomunicación y ciberseguridad, que contempla afrontar un programa especial de modernización que denomina “Sistema Espacial de Observación de la Tierra (SEOT) PAZ II” y que concreta como un “conjunto de dos nuevos satélites de tecnología Radar de Apertura Sintética (SAR)”, al que para el año 2025 se dedican 200 millones de euros.

Según el jefe de Gobierno, el citado Plan fue remitido a Bruselas al día siguiente “para que sus fundamentos técnicos y presupuestarios sean evaluados por la Unión Europea y por la OTAN”. Con una componente de doble uso para cometidos comerciales, es de esperar que Paz 2 supere sin contratiempos el examen de los analistas de la Alianza.
La autorización del Consejo de Ministros del 15 de abril es para financiar el programa “Paz 2”. En cambio, el Plan Industrial y Tecnológico para la Defensa que el presidente Sánchez ya ha enviado a la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, y al secretario general de la Alianza, Mark Rutte, habla de los “Paz II”. Se supone que Paz II y Paz 2 hacen referencia a los mismos satélites, pero es un descuido que denota falta de rigor por parte de los redactores de uno y otro documento oficial.

Las tres carambolas han tenido su anticipó en la compra efectuada por Indra de Hispasat ‒y, de rebote, de Hisdesat‒, a la sociedad matriz de las dos antes citadas, Redeia, que es el nombre comercial de Red Eléctrica de España, grupo empresarial controlado por la Sociedad Española de Participaciones Industriales, SEPI.
El acuerdo de adquisición por 725 millones de euros se alcanzó a principios de febrero y está previsto que se ultime “para el cuarto trimestre de 2025” asegura Indra. La compañía que preside Ángel Escribano ha adquirido el 89,68 por ciento de Hispasat, lo que conlleva el 43 por ciento del capital social de Hisdesat. Como Indra ya posee el 7 por ciento de Hisdesat, la tecnológica española va a controlar el 50 por ciento del capital del operador de satélites y a convertirse en su accionista de referencia.