Argelia: la crisis que amenaza con el fin del Frente de Liberación Nacional

La crisis política en Argelia cada vez afecta a más instituciones gubernamentales. Tras la creación de un Comité Nacional de Coordinación para la Salvación del Frente de Liberación Nacional (FLN) dentro del partido del Gobierno, el secretario general, Abdelkrim Benmbarek, se enfrenta a sus peores días al frente de la organización.
Según informó Al-Arab, la creación de este organismo “puede ser un intento de los antiguos líderes de éste, de recuperar el poder que una vez tuvieron dentro del partido”.

En palabras del impulsor del Comité Nacional de Coordinación, Abdelkader Kaci, el motivo no es el dominio exclusivo del partido, ni de sus miembros, sino la restauración del orden democrático para salvarlo de la injusticia, la mediocridad y la bancarrota. “Hasta el momento, contamos con las firmas de muchas gobernaciones que han mostrado su compromiso con la causa que defendemos”, añadió.
Concretamente, el documento firmado por las gobernaciones y activistas señala el rechazo hacia la cúpula actual del partido encabezada por el secretario general, Abdelkrim Benmbarek, e instan al Comité a mantener la lucha frente a lo que reclaman, es una “pésima gestión del partido”.
Por lo contario, las principales figuras del partido restan importancia al que consideran un nuevo movimiento político cuyo único objetivo es el de lograr la destitución de Benmbarek, bajo la premisa de “argumentos totalmente falsos sobre el funcionamiento del Frente de Liberación Nacional”.
Las crisis de poder entre las viejas guardias y la nueva clase política en Argelia son bastante comunes, pero se limitan exclusivamente al poder político y en lo referente a los líderes de Defensa, Interior y Servicios de Inteligencia. Sin embargo, en el contexto de crisis regional e internacional que atraviesa el país, esta situación ha disparado la tensión dentro de la principal agrupación política del país.

Unos hechos que evidencian que el partido se encuentra más fraccionado que nunca y que carece de la homogeneidad que, según medios locales, siempre ha gozado. Entre las primeras hipótesis que se barajan en los medios argelinos, destaca la acusación de la vieja guardia del partido de que la dirección política del partido se ha “desviado”.
Actualmente el partido se encuentra en una fase de modernización y reestructuración tras los resultados de los últimos comicios en los que recibió menos votos de lo esperado. Por ende, el nacimiento de un organismo interno cuyo fin es la “salvación del partido” refleja a la perfección el estado del partido hoy en día.

La exclusión de algunos activistas y la falta de transparencia han sido los puntos sobre los que se ha originado que, en los informes del Comité Nacional de Coordinación, se tache al partido como una “organización que viola las reglas del partido”.
En paralelo, para estos mismos medios locales, este mensaje en forma de motín interno en el partido político más importante del país muestra los signos de debilitamiento de la transparencia y democracia que existe en la política argelina desde la llegada de Abdelmadjid Tebboune al poder, aunque otros medios señalan que este fenómeno comenzó en 2004 y que ya existía durante el mandato del expresidente difunto Abdelaziz Bouteflika.