Irán y sus aliados obtienen millonarios beneficios financieros a través del contrabando de fuel oil iraquí

Este comercio ilícito podría empujar a Estados Unidos a imponer sanciones a las instituciones y funcionarios iraquíes por su apoyo a Irán
Refinería de petróleo en Zawiya, 55 km al oeste de Trípoli - REUTERS/ ISMAIL ZITOUNY
Refinería de petróleo - REUTERS/ ISMAIL ZITOUNY

Irán gestiona una sofisticada red de contrabando de fueloil iraquí, que, según expertos, podría generar al menos mil millones de dólares anuales para el régimen iraní y sus intermediarios. Estas redes de contrabando han prosperado en Irak desde la llegada al poder del primer ministro Muhammad Shia al-Sudani en 2022.

A través de este proceso de contrabando, en el que participan diversas empresas, facciones e individuos tanto de Irak como de Irán, cada mes se transfieren desde las terminales entre 500.000 y 750.000 toneladas de fueloil pesado, incluidos aquellos con alto contenido de azufre, lo que equivale a entre 3,4 y 5 millones de barriles de petróleo. La mayor parte de esta carga se exporta a Asia.

La República Islámica de Irán ejerce una considerable influencia militar, política y económica a través de las facciones chiíes y los partidos políticos que respalda. En este sentido, Al-Arab informa -basándose en funcionarios iraquíes y estadounidenses- que Teherán también obtiene divisas fuertes de su vecino y aliado mediante exportaciones, eludiendo las sanciones estadounidenses a través de su sistema bancario.

Aunque Bagdad ha intentado durante años mantener un delicado equilibrio entre su rol como aliado tanto de Washington como de Teherán, y a pesar de que se anticipa que el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, adoptará una postura más firme frente a los esfuerzos de Irán por eludir las sanciones estadounidenses, se espera que las actividades de Teherán en Irak se mantenga. 

De acuerdo con el medio árabe, existen dos rutas principales para el transporte de fueloil desde Irak. Una de ellas consiste en mezclarlo con un producto similar proveniente de Irán y presentarlo como completamente iraquí, lo que permite a Teherán eludir las estrictas sanciones estadounidenses a las exportaciones de energía.

La otra ruta consiste en exportar fueloil originalmente destinado al programa subsidiado, utilizando documentos falsificados para ocultar su verdadero origen.

El régimen iraní se beneficia directamente de la primera ruta, ya que, aunque suele vender su combustible a precios reducidos debido a las sanciones, puede obtener un precio más alto al presentarlo como iraquí.

Donald Trump en el debate con Kamala Harris - PHOTO/REUTERS/BRIAN SNYDER
Donald Trump - PHOTO/REUTERS/BRIAN SNYDER

En cuanto a la segunda ruta, son las facciones respaldadas por Irán en Irak, que controlan el contrabando, las que obtienen ganancias significativas. Según estimaciones, los ingresos anuales varían entre mil millones de dólares y más de tres mil millones de dólares.

Este comercio ilícito podría empujar a Estados Unidos a imponer sanciones a las instituciones y funcionarios iraquíes por su apoyo a Irán, y más durante el mandato de Trump. 

Los líderes iraquíes dependen en gran medida del respaldo de poderosas facciones chiíes apoyadas por Irán para mantenerse en el poder, lo que les dificulta tomar acciones firmes contra actividades ilegales, como el contrabando de combustible.

Washington ya vigila de cerca las operaciones de contrabando en Irak y sus vínculos con Irán. De hecho, según reveló una fuente a Reuters, este tema fue uno de los puntos principales durante las conversaciones entre funcionarios estadounidenses e iraquíes cuando el primer ministro iraquí Al-Sudani visitó Estados Unidos en septiembre.

Las sanciones de Estados Unidos a Irán son principalmente una respuesta a su programa nuclear y a su apoyo a grupos armados en Oriente Medio que Washington considera organizaciones terroristas, como Hamás en Gaza, Hezbolá en el Líbano y los hutíes en Yemen.

<p>Un niño sostiene una pistola de juguete con una bandera que sobresale de su cañón mientras los manifestantes, principalmente partidarios de los hutíes, sostienen armas y banderas de Palestina y Yemen durante una manifestación para mostrar solidaridad con los palestinos en la Franja de Gaza, en Saná, Yemen, el 30 de agosto de 2024 - REUTERS/KHALED ABDULLAH </p>
Partidarios de los hutíes en Saná, Yemen, el 30 de agosto de 2024 - REUTERS/KHALED ABDULLAH 

No obstante, mientras Washington presiona a los funcionarios iraquíes para que frenen las actividades que benefician a Irán, la influencia de Teherán sigue consolidándose en la región.

Según los informes, Asaib Ahl al-Haq, una fuerza paramilitar y partido político, fue uno de los primeros aliados de Al-Sudani y un actor clave en el bloque que lo nominó para el cargo de primer ministro, además de ser un componente fundamental en la operación de contrabando.

Con el respaldo de la Guardia Revolucionaria iraní, Asaib Ahl al-Haq se integró a los servicios de seguridad iraquíes en 2018 y actualmente cuenta con 16 escaños en el Parlamento.

Washington impuso sanciones en 2019 al líder de Asaib Ahl al-Haq, Qais Khazali, al que acusa de graves violaciones de derechos humanos, como el asesinato de manifestantes en Irak ese año, así como en otros actos de violencia, incluido un ataque en 2007 que provocó la muerte de cinco soldados estadounidenses.

El contrabando de fueloil ya existía antes de que Al-Sudani asumiera el poder en octubre de 2022, pero ha adquirido una mayor complejidad y formalidad desde su llegada al cargo.

<p>Campo petrolífero de Nafoora en Jakharrah, Libia - REUTERS/ JAWHAR DEEHOUM</p>
Campo petrolífero - REUTERS/ JAWHAR DEEHOUM

De hecho, fuentes del sector y datos de seguimiento de barcos indican que las exportaciones iraquíes de fueloil están en camino de alcanzar un récord histórico, superando los 18 millones de toneladas este año, más del doble de las exportaciones registradas en 2021.

Uno de los principales impulsores del plan fue la Compañía General de Industrias Mineras, que gestiona fábricas de asfalto a través de empresas conjuntas con compañías privadas. Fundada originalmente para promover industrias locales, como la producción de flancote, un material asfáltico impermeable utilizado en la construcción, la compañía ha sido clave en la implementación de esta red de contrabando.

Por otro lado, el Gobierno iraquí también intensificó la concesión de licencias a fábricas de asfalto, autorizando 37 nuevos proyectos que prácticamente duplicaron el tamaño del sector en un corto período. Al Arab destaca que algunos de estos proyectos son ficticios y actúan como una tapadera para obtener asignaciones de fueloil destinadas a la exportación.

La oficina de Al-Sudani gestiona las asignaciones de fueloil a través del Centro Nacional de Operaciones de la Oficina del Primer Ministro. Posteriormente, la Compañía de Distribución de Productos Petrolíferos se encarga de procesar las solicitudes de transporte de combustible, las cuales incluyen detalles como los números de vehículos, tamaños de envío, especificaciones, y la información de identificación de cada conductor y camión.

El campo petrolífero de Majnoon situado a 60 km de Basora, en el sur de Irak - PHOTO/ARCHIVO
El campo petrolífero de Majnoon situado a 60 km de Basora, en el sur de Irak - PHOTO/ARCHIVO

El transporte de combustible está sujeto a la supervisión del Centro Nacional de Operaciones de la Oficina del Primer Ministro, que aprueba el movimiento mediante memorandos que autorizan a los camiones a pasar por varios puntos de control gestionados por la Policía Petrolera iraquí.

Una vez que el fueloil se desvía de las fábricas, toma una de dos rutas, ambas involucrando documentos falsificados. Parte del combustible iraquí se exporta directamente a través de puertos del sur de Irak, utilizando documentos fraudulentos que lo clasifican como otros productos.

El segundo camino implica mezclar fueloil ilícito con combustible iraní similar y presentarlo como completamente iraquí, utilizando también documentos falsificados para ayudar a Teherán a eludir las estrictas sanciones impuestas por los países occidentales a sus exportaciones en el sector energético.

La ciudad de Basora, en el sur de Irak, se ha convertido en el epicentro de las operaciones de mezcla, con los puertos de Khor al-Zubair y Umm Qasr como principales puntos de exportación ilícita de combustible.