Irán aumenta su presencia militar en Mauritania y amenaza a Marruecos

Las ejecuciones de cuatro personas en Irán han conseguido infundir el miedo en la sociedad iraní, logrando calmar la ola de protestas que estalló en septiembre del año pasado. Gracias a ello, el Gobierno iraní ha podido desviar su atención a nuevos objetivos de su agenda, entre los que destaca ampliar su influencia en diversas regiones geoestratégicas. Una de las más importantes es la del Magreb, donde Teherán pretende hacerse fuerte a través de su apoyo al Frente Polisario y el despliegue de fuerzas de la Guardia Revolucionaria en Mauritania.
Este movimiento del régimen ayatolá preocupa en Marruecos. La crisis diplomática entre Rabat y Argel no parece cerca de solucionarse y la soberanía sobre el Sáhara sigue marcando una línea roja entre ambas administraciones. Y es en esa situación en la que Irán quiere aprovechar su apoyo al país presidido por Abdelmajdid Tebboune para obtener ventaja y, al mismo tiempo, presionar a Rabat.

El aumento de la presencia militar de Irán en Mauritania es una muestra más del apoyo que le quiere brindar el régimen a Argelia. Según fuentes consultadas por el medio Assabah, la Guardia Revolucionaria tiene instrucciones de ampliar su actividad en varios países africanos, siendo el mauritano el más importante, aunque no el único. Senegal es otro de los que ya está viviendo un aumento de la presencia de las fuerzas de este cuerpo, lo que hace una década ya llevó a enfrentamiento entre iraníes y senegaleses, y la ruptura de las relaciones diplomáticas entre Teherán y Dakar.
Además, las Fuerzas Al Quds – brazo armado de la Yihad Islámica – también pretenden estrechar las relaciones y fortalecer su cooperación con el Polisario. Los observadores creen que Mauritania se encuentra en el primer lugar de la lista de prioridades del Gobierno iraní y así poder posicionarse poco a poco en el Magreb. Sin embargo, también apuntan que Mauritania no tiene la menor intención de permitir el avance de Irán ya que ven una clara intención del país liderado por Ali Jamenei de involucrar a su país en una guerra con Marruecos en la que no están dispuestos a entrar.

Marruecos, como uno de los líderes regionales, teme la expansión no sólo de fuerzas iraníes, sino de sus ideas extremistas. Existe una intención de propagar el chiismo en el norte de África e imponer su visión. De ahí que Rabat tenga una doble preocupación y esté intentando contrarrestar la influencia religiosa de Irán. Pero si esa preocupación es doble, también lo es la amenaza. Toda actividad iraní viene precedida de la aprobación e incluso apoyo de Argelia que parece decidida a impulsar sus vínculos con Irán hasta el límite.
La tendencia de Argel es muy clara. Irán tiende a convertirse en un fuerte aliado de los argelinos al tiempo que profundizan en sus relaciones con Rusia. Sus maniobras en Béchar coordinadas con las fuerzas de Moscú es sólo el principio de lo que se espera sea el primero de variso ejercicios que se llevarán a cabo este 2023. Estas maniobras que Argelia pretendía mantener en secreto han sido confirmadas por el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguei Lavrov, que también ha anunciado que esperan llevar a cabo nuevos ejercicios militares en la región cercana a la frontera con Marruecos en noviembre de este año.