Los ministros de Exteriores de la ASEAN se reúnen el martes sobre la crisis birmana

Los ministros de Exteriores de los diez países de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) se reunirán este martes por videoconferencia para analizar la crisis desatada en Birmania (Myanmar) tras el golpe de Estado, según confirmó este lunes el canciller singapurense, Vivian Balakrishnan.
El político de la ciudad-Estado pidió frente al Parlamento de Singapur "la liberación inmediata" de la líder de facto del Gobierno birmano, Aung San Suu Kyi, y el presidente, Win Myint, además del resto de políticos detenidos.
Balakrishnan condenó la brutal represión del domingo ejercida por la Policía, que mató a una veintena de personas al disparar de manera indiscriminada en al menos siete ciudades donde se celebraban manifestaciones en rechazo del golpe de Estado del 1 de febrero.

"Estamos consternados por el uso de la fuerza letal contra civiles (...). Es inexcusable en todas las circunstancias el uso de armas letales contra civiles desarmados", declaró el ministro al pedirle a las autoridades birmanas que restrinjan el uso de la fuerza para evitar un mayor derramamiento de sangre.
El canciller dijo que durante la reunión del martes "los ministros escucharemos a los representantes de la autoridad militar de Birmania", país miembro de la ASEAN.
El representante de Singapur pidió "a todas las partes entablar una discusión y negociación de buena fe para alcanzar una solución política pacífica a largo plazo y la reconciliación nacional", y para ello es necesaria la liberación de Suu Kyi y el resto de los políticos electos.

Singapur, junto a Indonesia y Malasia, han sido los países de la ASEAN que se han mostrado más críticos con el golpe de Estado en Birmania, aunque otros miembros como Filipinas, Camboya o Tailandia han preferido no hacer ninguna crítica.
La ASEAN --que además de los siete países citados también incluye a Laos, Brunéi y Vietnam-- trabaja con los principios de consenso entre sus países y la no interferencia en asuntos internos.
El Ejército justificó la toma de poder por un supuesto fraude electoral en los comicios de noviembre --no detectado por los observadores internacionales--, en los que arrasó la Liga Nacional para la Democracia, el partido liderado por Suu Kyi, como ya hiciera en 2015.