Muere Gorbachov, el hombre clave en la apertura de la URSS

Mijaíl Sergeievich Gorbachov, expresidente de la desaparecida Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), ha fallecido en Moscú a los 91 años tras una larga enfermedad y tras ya muchos años fuera del foco mediático.
A pesar de esa ausencia mediática actual, se trata de una figura política clave en el punto y final de la Guerra Fría y del enfrentamiento entre el bloque occidental y capitalista y el bloque del este y comunista que discurrió durante décadas hasta finales del siglo XX.

A mediados de la década de los años 80 del siglo pasado, Gorbachov tomó el poder total como presidente en la URSS en 1988 tras hacerse cargo previamente también de la dirección del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS) en 1985. Mijaíl Gorbachov estudió Derecho en la Universidad Estatal de Moscú tras una infancia y juventud vividas en un pueblo del territorio de Stávropol marcadas por las penurias y el duro trabajo en el campo. Tras finalizar la carrera y convertirse en abogado, Gorbachov fue introduciéndose en los círculos del Partido Comunista, primero en su territorio natal, hasta llegar a convertirse en secretario del Comité Central en 1978 con tan solo 47 años, dando muestras de astucia política y de un alto nivel formativo. Posteriormente, llegó a la presidencia del PCUS y de la URSS y lo hizo en una etapa difícil porque el modelo social y económico de la ya extinta Unión Soviética daba sus últimos coletazos y no podía compararse al dinamismo que tenían las sociedades y economías occidentales, encabezadas por los Estados Unidos que por aquel entonces presidía Ronald Reagan.
Reagan planteó una carrera armamentística y tecnológica que exigía una gran inversión monetaria y la Unión Soviética no podía mantener el ritmo después de unos años de estancamiento económico de un modelo que seguía basándose en los planes quinquenales y en una economía programada y dirigida al milímetro por el Estado que ya no funcionaba. A todo esto, se sumaba el descontento social de una población en un país con una extensión impresionante que aglutinaba a muchas repúblicas alojadas bajo el sistema soviético, que imponía una dictadura de partido único y un sistema de control social. Los ciudadanos soviéticos sufrían penurias y desabastecimiento debido en gran parte al agotamiento del modelo económico y productivo nacional y a que gran parte del presupuesto estatal se destinaba a fines militares para intentar seguir la estela del desarrollo armamentístico estadounidense.

Gorbachov detectó claramente el problema y quiso cambiar la tendencia que había en la URSS de falta de iniciativa privada económica y de ausencia de información libre y de libertades individuales, que estaban subyugadas y supeditadas a las directrices que se imponía de manera férrea desde el PCUS. El objetivo era mayor margen para la población y abrir la economía soviética para liberalizarla y dar más espacio a la iniciativa privada y no tanto al intervencionismo estatal que había marcado toda la historia desde la creación de la URSS allá por el año 1922. Hasta la década de los 60-70 del año pasado, la URSS parecía que mantenía el tipo ante Estados Unidos, incluso en la carrera espacial había grandes éxitos como el del cosmonauta Yuri Gagarin, que fue el primer hombre que viajó al espacio exterior en 1961, o el de Valentina Tereshkova, que fue la primera mujer en ir al espacio, en 1963. Pero a partir de mediados de los 70 y en los 80 el declive soviético fue importante por el colapso de un sistema económico que no daba para más y mostraba agotamiento.
A partir de ahí, Gorbachov llegó al poder en 1985 y aplicó una serie de medidas aperturistas, de acercamiento a Occidente y de liberalización interna que en su conjunto se conocieron como la perestroika. Dentro de este paquete de iniciativas, estaba la glasnost o transparencia informativa, que marcó un antes y un después en la sociedad soviética ya que permitió una mayor libertad de expresión y opinión que sirvió para que la población conociese realmente la situación nacional, marcada por una crisis grande y por un nivel de corrupción alto entre la clase dirigente soviética que tenía unos privilegios con los que no contaban la gran mayoría de ciudadanos que tenían que pasar por penurias, con escasez de productos básicos que el modelo económico y productivo no podía facilitar, frente a un bloque occidental en el que la población tenía un nivel de vida bastante mejor.

Aunque la situación se volvió bastante inestable y el castillo soviético se empezó a venir abajo, con amplias protestas sociales que exigían una mejora de la situación rápida y también con ansias independentistas de varias repúblicas soviéticas que fueron abandonando una a una la URSS a principios de la década de los 90, empezando por los países del Báltico (Estonia, Letonia y Lituania).
Gorbachov, ante tal agitación, intentó que el cambio no fuese tan brusco, pero había sectores que buscaban un cambio más radical, frente a los nostálgicos, entre los que destacaban importantes sectores del Ejército, que querían dar marcha atrás y mantener el sistema soviético. Finalmente, Gorbachov tuvo que ceder y dejar paso a los que exigían una mayor ruptura y fue sustituido por Boris Yeltsin, quien se convertiría posteriormente en el presidente de la ya actual Federación de Rusia, enarbolando la actual bandera rusa y dejando atrás la tradicional bandera roja soviética de la hoz y el martillo.

La figura de Mijaíl Gorbachov es muy respetada en Europa; de hecho, obtuvo en 1990 el Premio Nobel de la Paz por su trabajo en favor de la pacificación y del acercamiento entre Occidente y el Este, destacando el entendimiento que tuvo con Estados Unidos finalmente. Fue uno de los líderes clave que propició la reunificación de Alemania en 1990, tras la división que existía entre la República Federal de Alemania (alineada con el bloque occidental y capitalista) y la República Democrática de Alemania (integrada en el bloque comunista controlado por la URSS). También selló en julio de 1991 el pacto START para la limitación del armamento nuclear junto con Estados Unidos y facilitó la salida de las tropas soviéticas de Afganistán que duró desde 1979 a 1989.

Pero dentro de Rusia es visto ahora como el hombre que provocó la caída del imperio soviético y la posterior crisis que atravesó el país con un aumento importante del desempleo y con una inseguridad social potenciada por el aumento de la criminalidad y la corrupción política y económica, aspectos que marcaron luego la etapa de Boris Yeltsin.

Mijaíl Gorbachov es denostado en amplios sectores sociales rusos, más aún tras la dinámica del actual presidente Vladimir Putin de instaurar una Rusia fuerte que recupere el protagonismo y la potencia que tenía la antigua URSS, lo que se está demostrando con la intervención en Crimea y con la invasión de Ucrania, una de las antiguas repúblicas soviéticas, que está sufriendo las nuevas ansias expansionistas rusas enmarcadas en una búsqueda de mayor poder y extensión nacional.