La desaparición de escena de Bah Ag Moussa es un gran golpe para esta red terrorista

La operación Barkhane elimina a 30 yihadistas y al jefe militar de JNIM

photo_camera PHOTO/CHRISTOPHE PETIT TESSON - Un soldado francés en un helicóptero militar durante la Operación Barkhane

El pasado 13 de noviembre Francia anunciaba la neutralización de Bah Ag Moussa, el jefe militar del grupo terrorista JNIM. Este grupo vinculado con Al-Qaeda es la fusión de varias redes terroristas locales malienses que, junto con el Estado Islámico del Gran Sáhara, son los dos máximos representantes del yihadismo en la zona de las tres fronteras (Mali, Burkina Faso y Níger). La red JNIM se formó en 2017 englobando a los grupos yihadistas locales de Katiba Macina, que actúa sobre todo en el centro de Mali, Ansar Dine y Al-Mourabitoune, que actúan en la parte norte y este del país, y la facción maliense de Al-Qaeda del Magreb Islámico. Esta red está liderada por Iyad Ag Ghali, antiguo líder de las revoluciones tuareg de los 90 que se radicalizó en la década de los 2000 y que se ha convertido en el máximo representante del yihadismo en Mali. La operación francesa Barkhane lleva desde 2015 intentando neutralizar la amenaza yihadista liderada por Ag Ghali que sigue en continua expansión. La operación en la que se ha conseguido acabar con Bah Ag Moussa, tuvo lugar el 10 de noviembre a última hora de la tarde. Los equipos de inteligencia detectaron un todoterreno con cinco personas a bordo a las afueras de Menaka, en el noreste del país. Tras intentar que el coche se detuviera, los yihadistas salieron del vehículo y dispararon contra los militares de Barkhane que se encontraban en el terreno. Al haber un dispositivo de varios comandos y cuatro helicópteros movilizados, todos los terroristas, entre los que se encontraba Ag Moussa, fueron abatidos en cuestión de minutos. 

soldados franceses

La neutralización de Bah Ag Moussa, que actuaba de jefe militar, es un gran golpe para esta red terrorista. Se le imputan una serie de crímenes contra soldados malienses como el ataque de marzo de 2019 en el que murieron una veintena de soldados de las FaMA (Fuerzas Armadas de Mali). Bah Ag Moussa también fue un líder histórico de las revoluciones tuareg que, según fuentes de su comunidad, se unió al grupo yihadista principalmente por lealtad a Ag Ghali, no por convicción ideológica. Bah Ag Moussa no era visto por los tuaregs como un yihadista, sino como un jefe militar a las órdenes de su líder, Ag Ghali. Este no es el primer caso de líderes tuareg incorporándose a la yihad por lealtad hacia Ag Ghali, otros casos representativos como el de los líderes tuareg Ifoghas de Cheikh Ag Aoussa o Ahmada Ag Bibi que se unieron a Ag Ghali cuando creó Ansar Dine, muestran una lealtad hacia este personaje que va más allá de las convicciones religiosas. Junto con la neutralización Abdelmalek Droukde, emir de AQMI en el Sahel, el pasado junio, estas dos operaciones han conseguido descabezar parcialmente a JNIM.

Dos días después de esta exitosa operación, Francia anunciaba que, en otra operación separada, también habían eliminado a una treintena de yihadistas en la región de Mopti, en el centro del país. La operación combinó varios medios aéreos como el avión caza Mirage 2000 y varios helicópteros de combate y en ella se neutralizaron a una treintena de miembros de JNIM, destruyendo en el proceso también una veintena de motocicletas y el armamento que llevaban, según el portavoz del Estado Mayor de la Defensa. Diez días antes, se había anunciado una operación similar en la que murieron medio centenar de terroristas en la frontera de Burkina Faso y Mali, pertenecientes al grupo yihadista Ansaroul Islam, que tiene estrechos vínculos con JNIM y actúa principalmente en Burkina Faso. 

Burkina Faso

La operación Barkhane contaba con 4.500 hombres en el terreno y, tras la cumbre del G5 Sahel de Pau en enero de 2020, se reforzó su presencia con otros 600 soldados franceses para contrarrestar la multiplicación de los ataques yihadistas que se habían producido en 2019. Estas tres operaciones en los últimos 10 días intentan reforzar la decisión de Francia de privilegiar las operaciones militares excluyendo el diálogo con los yihadistas. Estos éxitos de la operación Barkhane ocurren pocas semanas después de que el Gobierno de transición maliense, encabezado por el primer ministro Moctar Ouane, afirmase su intención de comenzar un diálogo con Ag Ghali y Koufa, dos líderes de JNIM. La posición de Francia en este asunto es muy clara; en palabras de la ministra de Defensa francesa, Florence Parly, no se puede negociar con los grupos yihadistas que no han renunciado al combate terrorista. Independientemente de si el Gobierno maliense decide seguir con la línea del diálogo con los dirigentes yihadistas, las operaciones contraterroristas exitosas de este último mes han ayudado a reforzar la pertinencia de la utilización de medios militares para acabar con las células yihadistas. Recordar los éxitos de Barkhane era imprescindible para Francia tras las declaraciones de Moctar Ouane y tras la negociación de principios de octubre para liberar a los rehenes occidentales en la que se excarceló a cambio a 200 presuntos combatientes de grupos yihadistas. 

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