Operación Telaraña: el principio del cambio en la guerra entre Rusia y Ucrania

La periodista y corresponsal María Senovilla habló en los micrófonos del programa “De cara al mundo” en Onda Madrid sobre los detalles de la “Operación Telaraña”
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky - PHOTO/ CARL COURT via REUTERS
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky - PHOTO/ CARL COURT via REUTERS

La reportera y periodista María Senovilla, colaboradora de Atalayar, analizó en el programa “De cara al mundo” de Onda Madrid los últimos ataques ucranianos contra bases rusas y el puente de Crimea.

Ni en las películas de Misión Imposible se habría hecho mejor. Operación Telaraña, un antes y un después en la guerra. María, ¿qué nos puedes contar? 

Así es, creo que podemos hablar ya de una nueva fase en esta guerra, porque lo que ha sucedido esta semana supone una escalada horizontal del conflicto, en la que Ucrania está utilizando tácticas de sabotaje, como si de la saga de Misión Imposible se tratara. 

No obstante, en lo que a lo técnico se refiere, la Operación Telaraña engloba varias tácticas de sabotaje en suelo ruso y con efectos estratégicos. No es la primera vez que Ucrania intenta llevar esta guerra a suelo ruso. Ya empezaron esos ataques con drones de largo alcance en agosto de 2023; pero solo se intentaba atacar objetivos puntuales.  

Hay que tener en cuenta que, hasta la invasión de Kursk que se llevó a cabo el pasado verano, nunca antes habían logrado hacer tanto daño a los recursos del Ejército ruso, como en esta operación que llevaron a cabo el pasado 1 de junio, la Operación Telaraña, en la que atacaron de forma simultánea cuatro bases aéreas militares rusas en distintos puntos del país, separadas por miles de kilómetros, en una operación que, según reconoció el propio Zelensky, tardaron año y medio en planificar y en ejecutar. 

Fotografia de archivo, puente destruido, en medio del ataque de Rusia a Ucrania, en la ciudad de Pokrovsk en la región de Donetsk, Ucrania, el 4 de noviembre de 2024 - REUTERS/ INNA VARENYTSIA
Fotografia de archivo, puente destruido, en medio del ataque de Rusia a Ucrania, en la ciudad de Pokrovsk en la región de Donetsk, Ucrania, el 4 de noviembre de 2024 - REUTERS/ INNA VARENYTSIA

Hasta el momento no se había visto nada similar. Ninguna operación de inteligencia similar por parte de Ucrania en suelo ruso y es probable que haya dejado fuera de servicio a un tercio de la flota aérea de Putin. Es el ataque más complejo que se ha lanzado en suelo ruso. 

Ucrania asegura que han dejado 41 aviones, entre ellos cazabombarderos estratégicos y aviones de los que portan los misiles hipersónicos, que los han dejado fuera de combate. La mitad de los aviones atacados dice Ucrania que no se van a poder reparar y la forma en la que se ha llevado a cabo incluyó la introducción de más de 120 drones FPV en suelo ruso, que han viajado miles de kilómetros por carretera en camiones, y de los cuales salían por el techo de este ya que eran todos retráctiles. Los drones salían como enjambres para atacar esos aviones que estaban cómodamente aparcados en las bases militares rusas, y esos aviones además se han manejado con los pilotos aquí en suelo ucraniano a distancia. 

Hay que tener en cuenta que estos drones FPV, no son drones de larga distancia, sino que operan en un radio de entre 7 y 10 kilómetros, que es el radio en el que han tenido que aparcar esos camiones cerca de los cuatro distintos aeródromos para que pudieran salir cargados de explosivos y arrojarse de forma kamikaze contra los aviones rusos. 

Cuando alguno de esos drones perdía la señal, los pilotos estaban en otro país operándolos, esos drones venían con un sistema de inteligencia artificial que les ponía en modo automático para que, si el piloto perdía el control del dron, el mismo dron lograra detectar el avión y lanzarse contra él. 

Lo que marca la diferencia es que Ucrania ha venido haciendo estos ataques contra Rusia con esos drones de largo alcance, capaces de volar cientos de kilómetros, y esto es la primera vez que se hace un ataque en otro país con drones FPV de corto alcance y ha sido un éxito. 

El problema es la respuesta que nos está dando ya Rusia durante estos días. Este ataque se llevó a cabo un día antes de que comenzara esa segunda ronda de negociaciones en Turquía, y se hacía con la intención de que Ucrania tomara una posición de poder cuando se sentaran en la mesa de negociaciones. No ha servido para mucho, porque el único acuerdo que se ha logrado rascar ha sido un nuevo intercambio masivo de prisioneros de guerra, pero no se han sentado desde luego bases, ni Rusia ha aceptado de momento un alto el fuego, como lleva proponiendo Ucrania desde hace meses.  

Este no ha sido el único ataque, dos días después, atacaron el puente de Crimea. En esta ocasión también lo llevó a cabo el SBU, los servicios secretos de Ucrania, que habrían minado los soportes de este puente subterráneo de Kerch, con 1.100 kilos de explosivo, que no es suficiente para destruir el puente, pero si para inutilizar gran parte de él.  

Como parte de la respuesta a los ataques rusos, anoche se produjo un nuevo ataque ucraniano en suelo ruso, esta vez contra las refinerías donde repostan los vehículos militares rusos. Llegaron hasta una que estaba a apenas 30 kilómetros de Moscú, hecho que confirma la escalada horizontal, que probablemente continúe por parte de Ucrania, porque si hace año y medio que empezó la operación Telaraña contra estos aeródromos, cabe imaginar que tenga otras operaciones que esté gestando ahora mismo contra objetivos en el país vecino. 

El presidente ruso, Vladimir Putin, asiste a una reunión con los ganadores del Premio Presidencial de Ciencia e Innovación 2024 para Jóvenes Científicos en el Kremlin en Moscú, Rusia, el 6 de febrero de 2025 - SPUTNIK/GAVRILL GRIGOROV vía REUTERS
El presidente ruso, Vladimir Putin, asiste a una reunión con los ganadores del Premio Presidencial de Ciencia e Innovación 2024 para Jóvenes Científicos en el Kremlin en Moscú, Rusia, el 6 de febrero de 2025 - SPUTNIK/GAVRILL GRIGOROV vía REUTERS

A mí se me ocurre pensar en muchos detalles, es decir, alguien pretende presionar a Putin para que realmente negocie en Turquía o donde sea, también le está poniendo en bastante vergüenza lo que es el sistema de defensa ruso, de aviones estratégicos de alto valor, y tampoco me sorprende que la reacción de Putin haya sido lanzar ataques mucho más duros de los que viene lanzando hasta ahora.  

Es que esto lo que demuestra es que Rusia se sentía intocable. Cuando empezaron esos ataques en agosto de 2023 con esos drones de largo alcance, lo que hizo Rusia fue posicionar un poco más atrás sus bases estratégicas, pensando que hasta ahí no iban a llegar. 

Lo que desde luego no se imaginaba es que Ucrania iba a conseguir meter esos drones de corto alcance en camiones hasta 7 kilómetros de sus lugares donde tiene ese material estratégico para poder lanzar un ataque. Y luego está el hecho de que el objetivo del ataque han sido esos aviones, esos cazabombarderos, con los que las fuerzas rusas bombardean sistemáticamente cada día las ciudades ucranianas. 

Lo que está claro, es que Ucrania ha logrado de un plumazo, reducir la capacidad de Rusia para atacarles, además de lograr presionar en las mesas de negociaciones.