Perú insta al Parlamento Europeo a no "interferir" en la crisis bilateral entre Marruecos y España

El Congreso peruano ha instado al Parlamento Europeo a no “interferir” en la crisis bilateral entre Marruecos y España para impedir que escalen las tensiones entre ambas partes, ya que esta crisis debe resolverse en un marco puramente bilateral y por la vía diplomática. En una moción adoptada el 15 de junio, el Parlamento peruano subrayó que la crisis política bilateral entre Rabat y Madrid estalló a mediados de abril tras la recepción, "en secreto", por parte de España, de Brahim Ghali, el líder del frente polisario.
La moción, propuesta por la eurodiputada Martha Gladys Chávez Cossio, lamenta que algunos miembros del Parlamento Europeo hayan explotado la cuestión de la inmigración como pretexto para intentar "europeizar" una crisis bilateral y "eludir las verdaderas causas" de la crisis entre Marruecos y España.
Además, el Congreso peruano saludó el importante papel que desempeña el Reino en la gestión de la migración afroeuropea y de las medidas concretas adoptadas por Rabat para luchar contra la migración ilegal en su zona regional y contra el tráfico de seres humanos, así como su firme compromiso de mantener relaciones de buena vecindad con la Unión Europea y los países de la orilla sur del Mediterráneo.

La moción señala que la decisión del Parlamento europeo sobre la crisis bilateral entre Marruecos y España contiene observaciones infundadas sobre las políticas y los mecanismos puestos en marcha por Rabat para luchar contra la inmigración ilegal, señalando que no refleja la realidad de la distinguida asociación entre la Unión Europea y el Reino, ni cambia la naturaleza política y bilateral de la crisis entre los dos países vecinos.
La crisis diplomática y política entre España y Marruecos estalló cuando, el 17 de abril, el líder del Frente Polisario saharaui, Brahim Ghali, fue trasladado a un hospital en la ciudad española de Logroño para ser tratado por la COVID-19. Ghali ingresó en España "en secreto" con un pasaporte argelino emitido a nombre de Mohammed Ben Battouche.

Cuando Marruecos denunció que un hospital español fuese a tratar Brahim Ghali, el Gobierno español se defendió alegando razones puramente "humanitarias". Rabat dejó claro que estas acciones tendrían consecuencias y pidió a España que aclarase su postura sobre la soberanía del Sáhara. Un mes después, el 17 de mayo, Marruecos permitió la entrada de unas 6.000 o 8.000 personas en Ceuta, y por tanto en las fronteras de la Unión Europea (UE), lo cual también contribuyó a la escalada de las tensiones entre los países vecinos.
El 31 de mayo, Marruecos emitió una declaración extensa en la que acusó a España de haber permitido entrar en su territorio a un individuo acusado de haber cometido delitos con un pasaporte falso. Ghali fue juzgado el martes 1 de junio y fue declarado inocente. Regresó a Argelia en un avión privado francés el martes por la noche, donde fue recibido por el presidente argelino, Abdulmecid Tebboune, con la frase "bienvenido a tu casa".

El 9 de junio, la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, subrayó que la posición de España sobre el Sáhara Occidental es “constante, no ha cambiado y no va a cambiar” y se basó en el multilateralismo, el respeto a las normas internacionales y las resoluciones de la ONU. El ministro marroquí de Exteriores, Nasser Bourita, afirmó que el Gobierno español "trata de europeizar una crisis que es bilateral" entre Marruecos y España y que "no terminó el 1 de junio" con la salida del territorio español del líder saharaui Brahim Ghali.
Bourita sostuvo que la crisis viene de más atrás y se basa en la falta de confianza entre las dos naciones. Recuerda que su gobierno siempre se mantuvo distante y firme con el separatismo catalán y acusó a España de no actuar igual con “el separatismo saharaui”, por lo que la crisis no comenzó con la llegada de Brahim Ghali ni termina con su salida de España. Consideró que "europeizar esta crisis es una huida hacia adelante, una forma de desviar la atención". Asimismo, respecto a la cuestión migratoria, Bourita dijo “No tenemos lecciones que recibir, nosotros actuamos como los socios que somos”.
En la Resolución del Parlamento Europeo sobre la violación de la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño y el uso de menores por las autoridades marroquíes en la crisis migratoria de Ceuta, se expresó el rechazo de la utilización por parte de Marruecos de los controles fronterizos y de la migración de menores no acompañados como medio para ejercer presión política contra un Estado miembro de la Unión, poniendo así "sus vidas y seguridad en riesgo".

A la vez, lamenta la crisis política y diplomática entre el país norteafricano y España y apuntan que esta crisis no debe socavar ni las relaciones “estratégicas, multidimensionales y privilegiadas” entre Marruecos y la UE ni la cooperación en áreas como la lucha contra el terrorismo, el tráfico de drogas y de seres humanos o la migración. Los eurodiputados esperan que España y a Marruecos trabajen juntos para permitir la repatriación de los menores a sus familias. Asimismo, la Eurocámara subraya que Ceuta "es una frontera exterior de la Unión cuya protección y seguridad concierne a toda la Unión".
El presidente de la Cámara de Representantes marroquí, Habib el Malki, durante una reunión extraordinaria convocada el 10 de junio en Rabat para estudiar la resolución del Parlamento Europeo alegó que "Ceuta no es territorio europeo, sino tierra marroquí ubicada en el territorio del Reino de Marruecos" e insistió en que Ceuta "es parte del pasado colonial".

El 11 de junio, el ministro de Exteriores marroquí volvió a desvincular a la Unión Europea de la crisis diplomática con España, país que acusa de "instrumentalizar" al Parlamento Europeo en esta escalada de las tensiones. También quiso destacar que considera que Marruecos no necesita ningún aval en su gestión de la migración, y no aceptará tener con Europa "la postura de profesor y alumno", por lo que la resolución de la Eurocámara es "contraria al espíritu de asociación" y lo "debilita".
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, hizo una llamada a Marruecos para superar la crisis diplomática entre ambos países y retomar el diálogo y la cooperación, ya que “son muchas más las cosas que nos unen que las que nos separan”.
Marruecos defendió este lunes ante la ONU su propuesta de autonomía para el Sáhara Occidental como la única salida al conflicto en la excolonia española. El embajador marroquí ante Naciones Unidas, Omar Hilale, subrayó que esa opción es la única factible y que ha sido reconocida como "seria y creíble" por parte del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. El diplomático marroquí también destacó el creciente apoyo internacional a su postura, como el apoyo de Estados Unidos bajo el Gobierno de Donald Trump.