La seguridad de Occidente depende de la estabilidad y reconstrucción de Marruecos

El prestigioso diario británico The Financial Times ha alabado a Marruecos destacando su posición como elemento clave para la estabilidad regional en el norte de África y, en consecuencia, para la seguridad de Occidente
En un artículo de análisis sobre el asunto, Richard Shirreff, antiguo comandante aliado adjunto de la OTAN en Europa, ha indicado en The Financial Times que la reconstrucción de Marruecos tras el terremoto es “ambiciosa y extremadamente necesaria”. El autor considera que el reino marroquí “ha liderado todos los indicadores de desarrollo económico en África y se ve a sí mismo como una fuente de estabilidad en la región”.
En este artículo de análisis publicado por el célebre diario económico británico The Financial Times, el autor opina que “Marruecos, que recientemente sufrió un devastador terremoto, sigue siendo un faro de estabilidad y ambición en una región por lo demás tumultuosa”. Añade que el reino, con una población de 37 millones de habitantes, es uno de los líderes económicos de África, “desempeñando un papel fundamental tanto en términos económicos como de seguridad”.

El autor pide tratar a Marruecos como a Ucrania, en cuestión de ayuda y asistencia, ya que es importante mirar al sur y al este en cuestión de seguridad y estabilidad para Occidente. “Sin una estrategia proactiva y de largo plazo que trate a los aliados regionales como Marruecos con la seriedad que tanto tiempo le brindamos a Ucrania, la situación se deteriorará”, ha afirmado el autor.
Según Richard Shirreff, desde la década de 1990, mientras los gobiernos occidentales apostaban su futuro por la paz permanente, una serie de naciones de África han sufrido diversos golpes de Estado que han resultado ser un caldo de cultivo ideal para el “crecimiento de alianzas entre grupos del crimen organizados, franquicias terroristas, contrabandistas de personas, bienes y ayuda humanitaria enviada por Occidente, y para los insurgentes que buscaban dividir naciones soberanas”.
La proliferación de estas organizaciones criminales no permite el desarrollo regional y todo esto afecta a la estabilidad de zonas como el norte de África y el Sahel, y, por extensión, a Occidente. Richard Schirreff considera que el continuo apoyo diplomático occidental es fundamental y, en este caso, Marruecos es un aliado firme con el que hay que estar “más estrechamente involucrados”.

Y es que el país norteafricano es un socio muy importante en la contención de organizaciones criminales y en la detención de elementos terroristas y yihadistas, con protagonismo en el freno de centenares de ataques extremistas, colaborando con servicios de seguridad occidentales de diversos países.
Marruecos también trabaja estrechamente en el control de la migración ilegal, como se demuestra con la cooperación estrecha desarrollada con la vecina España para evitar este flujo migratorio ilegal y la actividad de bandas dedicadas al tráfico ilegal de personas.
Marruecos también ha sido protagonista en la mediación entre partes enfrentadas en otros países de la región, como en el caso de la vecina Libia intentando facilitar el acuerdo entre los dos polos de poder que luchan en el marco de la guerra civil libia.

En esta línea, el reino marroquí es un aliado importante para Occidente en materia de seguridad. Algo que queda demostrado también con la gran cooperación militar que existe con países como Estados Unidos o Israel últimamente tras los famosos Acuerdos de Abraham, por los que diversos países árabes establecieron relaciones diplomáticas con el Estado israelí con el objetivo de pacificar Oriente Medio y el norte de África y desarrollar social y económicamente estas regiones, todo ello bajo el patrocinio estadounidense.
A cambio de este estrechamiento de relaciones políticas de Marruecos con Israel, Estados Unidos reconoció en diciembre de 2020 la marroquinidad del Sáhara Occidental, cuestión básica para la integridad territorial del reino marroquí. Marruecos ha recibido ya el apoyo a su propuesta para el Sáhara Occidental de muchos e importantes países como el propio gigante norteamericano, Emiratos Árabes Unidos, Alemania, España o Israel. El país norteafricano plantea una amplia autonomía para el territorio saharaui bajo soberanía marroquí, respetando las resoluciones de la ONU, la cual serviría para desarrollar el área en muchos aspectos. Una fórmula con gran aceptación internacional de cara a solventar el diferendo saharaui y que busca pacificar la zona evitando la desestabilización protagonizada por grupos como el Frente Polisario, como han señalado diversos analistas.

Ante esto, Richard Shirreff indica que “trabajando más de cerca, aprenderíamos mucho sobre las complejidades de la región”. “El plan de Marruecos para la autonomía del Sáhara Occidental, apoyado por Estados Unidos y otros aliados internacionales como solución a prolongados episodios de conflicto regional, requiere nuestra atención como parte de una estrategia meditada. Por encima de todo, debemos demostrar que entendemos que el futuro de la región debe ser forjado por quienes lo vivirán”, ha indicado el propio Shirreff.