El ataque de Bhulair forma parte de una campaña de intensificación de la violencia contra los ahmadíes

Una violencia que se ha recrudecido en Pakistán desde principios de 2025
Mirza Masrur Ahmad, quinto califa de la Comunidad Ahmadía
Mirza Masrur Ahmad, quinto califa de la Comunidad Ahmadía
  1. Detalles del incidente
  2. Patrón de ataques

La Comunidad Musulmana Ahmadía sigue denunciando la violencia que padecen los ahmadíes en Pakistán.

En un comunicado oficial, la Comunidad Musulmana Ahmadía denunció la reciente muerte de Muhammad Asif, un joven musulmán ahmadí de 19 años, que murió por los disparos de extremistas no identificados en Bhulair Kasur.

A continuación, se reproduce el comunicado oficial de la Comunidad Musulmana Ahmadía:

El 24 de abril de 2025, Muhammad Asif, un joven musulmán ahmadí de 19 años, murió por los disparos de extremistas no identificados en Bhulair, Kasur, Pakistán. Se dirigía a su casa en compañía de otro joven ahmadí, Asnan Ahmad, cuando los asesinos abrieron fuego. 

Se trata del segundo asesinato de un ahmadí en una semana, tras el linchamiento de Laeeq Ahmad Cheema en Karachi el 18 de abril. El atentado de Bhulair forma parte de la campaña de violencia contra los ahmadíes que se ha intensificado en todo Pakistán desde comienzos de 2025.

Detalles del incidente

Aproximadamente a las 22:45 horas del 24 de abril, Muhammad Asif y Asnan Ahmad viajaban en una motocicleta cuando unos asaltantes armados les tendieron una emboscada a unos 100 metros de su casa. Muhammad Asif recibió un disparo en la espalda, y la bala le salió por el hombro. Asnan Ahmad sufrió una herida de bala en la pierna. Los atacantes huyeron del lugar mientras disparaban al aire.

Ambas víctimas fueron trasladadas al hospital. Muhammad Asif sucumbió a sus heridas por la grave hemorragia. Tenía 19 años y convivía con sus padres y dos hermanas.
Antes del tiroteo, los grupos extremistas locales habían organizado una campaña sostenida contra el lugar de culto ahmadí de Bhulair. En los dos últimos años, los ahmadíes de la zona se han enfrentado a amenazas repetidas, acoso y violencia. Se ha disparado contra sus casas, se les ha detenido e intimidado en espacios públicos y se han realizado esfuerzos organizados para aislar a la comunidad. Dos tiroteos previos habían dañado viviendas de la comunidad ahmadí. En otro suceso reciente, otro ahmadí fue golpeado brutalmente.

Patrón de ataques

El de Bhulair es el segundo asesinato selectivo de un ahmadí en el espacio de una semana, tras el linchamiento y posterior fallecimiento de Laeeq Ahmad Cheema en Karachi el 18 de abril. Estos ataques forman parte de una campaña nacional, extensa e implacable, de persecución contra los ahmadíes que se ha recrudecido desde principios de 2025.

Desde enero de este año, la Comunidad Ahmadía se ha enfrentado a:

La destrucción de más de 150 tumbas ahmadíes en varias ciudades, como Lahore, Gujranwala y Faisalabad.

La demolición de la mezquita histórica ahmadí de Daska, en Sialkot, en enero de 2025. Este lugar fue construido por Sir Muhammad Zafrulla Khan, primer ministro de Asuntos Exteriores de Pakistán y presidente de la Asamblea General de la ONU.

Represión sistemática de las oraciones de los viernes de los ahmadíes, que se intensificó en Ramadán de 2025, con incidentes en los que se produjeron detenciones, cierres de mezquitas y suspensión forzosa del culto congregacional.

En todos los casos, las autoridades, o bien no actuaron, o participaron activamente en la violencia. Los ataques de 2025 se fundamentan en décadas de persecución respaldada por el Estado. Cada incidente refuerza un sistema en el que se criminaliza la práctica religiosa de los ahmadíes, se retiran las protecciones legales y se ejerce la violencia sin consecuencias.

Rogamos su estimada ayuda y mediación ante las autoridades paquistaníes para:

La detención y el procesamiento inmediatos de los responsables del asesinato de Muhammad Asif y del intento de asesinato de Asnan Ahmad.

Proporcionar protección policial a los lugares de culto ahmadíes en Bhulair y otras zonas identificadas como de alto riesgo.

La puesta en marcha de una investigación judicial sobre el patrón de asesinatos selectivos y los fallos institucionales para prevenir la violencia contra los ahmadíes.

La promulgación de salvaguardias de emergencia para defender los derechos de las minorías religiosas en virtud de los artículos 20 y 25 de la Constitución de Pakistán.

El asesinato de Muhammad Asif en Bhulair no es un hecho aislado. Forma parte de un patrón sistemático de violencia y hostigamiento que se ha convertido en el sello distintivo de la incapacidad del Estado para proteger a la Comunidad Musulmana Ahmadía. Los asesinatos consecutivos en Karachi y Kasur suponen otra escalada letal. Sin una actuación inmediata y sin rendir cuentas, el Estado pakistaní propicia nuevos derramamientos de sangre. A los ahmadíes se les niegan las garantías más básicas de vida, autonomía y libertad religiosa en Pakistán.