El ciclón Fani deja 42 muertos en India y Bangladesh

Eva Cifuentes

Pie de foto: Sanjay Sarma, científico de la Organización de Ciencias del Sistema Terrestre del Departamento Meteorológico de la India, monitorea el ciclón Fani en su oficina en las afueras de Agartala, en el noreste de la India, el 4 de mayo de 2019. AFP/STR

El pasado fin de semana el ciclón Fani tocó tierra en la costa este de la India con una categoría 5, que equivale a un huracán de fuerza 4. El ciclón ha sido tan fuerte que ha desatado vientos de más de 200 Km/h generando graves destrozos en las poblaciones más rurales, fuerte oleaje y obligando a evacuar a más de un millón de personas. Según los últimos datos de las autoridades, se ha cobrado la vida de 42 personas entre la India y Bangladesh, país también afectado por Fani.

Odisha es uno de los estados más devastados por el ciclón, donde, por el momento, se han registrado 29 de los muertos. Los otros 13 se han registrado en el país vecino, Bangladesh, según han informado las autoridades. Fani tocó tierra en Odisha, por lo que se llevó la peor parte, pero por suerte, tal y como reflejó el ministro de dicho estado en sus redes sociales, se encontraban ya en alerta roja y se ha logrado evacuar a más de un millón de personas, logrando la instalación de 900 refugios.

Los ciclones y las tormentas tropicales son habituales en el país y, por lo general, tienen dos picos de especial incidencia: de abril a junio y de octubre a diciembre. Fani se ha convertido en el primer ciclón de la temporada en el norte del Índico y la tormenta tropical más fuerte de los últimos años que ha llegado a las costas indias. Según han detallado los meteorólogos, Fani llevaba días cobrando fuerza en las aguas del océano llegando a alcanzar rachas de viento de hasta 260 km/h. Se calificó como “tormenta ciclónica extremadamente severa”, de forma que las autoridades del país comenzaron las tareas de evacuación.

Pie de foto: 3 de mayo de 2019, India, Puri: Una vista de la destrucción causada por el ciclón Fani. PHOTO/SARANGADHARA BISHOI/PTI/DPA.

Árboles arrancados, casas destruidas, embarcaciones arrasadas, inundaciones por las intensas lluvias y el fuerte oleaje son las estampas que ha dejado Fani en el país asiático. Tras el desastre natural, el primer ministro indio, Narendra Modi, ha visitado algunas de las zonas más afectadas y ha prometido a la población 10.000 millones de rupias en ayudas adicionales para los damnificados.

Otro segmento que preocupa a las organizaciones humanitarias son los miles de refugiados rohinyas que huyeron de Myanmar debido a la violencia que se está ejerciendo contra ellos y que se alojaron en campos de refugiados en Bangladesh, en zonas muy cercanas a las costas. Ante la delicada situación que ya de por sí vive esta población, la ONU ha señalado que su personal se encuentra alerta y preparado para reducir el riesgo de desastres en torno a estos campamentos y que sean más “seguros y accesibles” durante la temporada de monzones y ciclones.

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