La Fundación Friedrich Naumann inaugura ‘Personal Diversity’, una mesa redonda enfocada a discutir una aproximación liberal a la cuestión de la identidad

Colectivo o individualidad: el reto de la diversidad desde el liberalismo

photo_camera PHOTO - Los ponentes durante el debate sobre la diversidad organizado por la Fundación Friedrich Naumann

Las sociedades occidentales están siendo testigos del crecimiento exponencial de las reivindicaciones sociales cuyos fines buscan vigorizar a los grupos o minorías discriminadas. Desde el feminismo hasta el colectivo LGBTI pasando por los movimientos antirracistas, estas luchas defienden la diversidad como única vía para el progreso de las libertades civiles. Pero ¿es la diversidad la capacidad para encontrar la identidad dentro de un colectivo o es por el contrario trascender ese tipo de márgenes y potenciar la propia individualidad? 

La Fundación Friedrich Naumann no tiene dudas al respecto. Para la organización, la respuesta pasa por “introducir la diversidad individual intrínseca de las personas en la conversación”, esto es, liberar el potencial individual para “romper con las etiquetas asociadas a los colectivos”. Parte inequívoca de su idiosincrasia liberal. Pero esta idea, como cualquier otra, debe pasar por el filtro del debate y la confrontación desde las distintas perspectivas.

Por este motivo, la Fundación Friedrich Naumann organizó el martes ‘Personal Diversity’, una mesa redonda enfocada a discutir la aproximación del liberalismo a la cuestión de la identidad. El evento contó con la presencia de la empresaria y CEO de Shapping New Humans, Eva Díaz, la periodista Esther Paniagua, el concejal del Ayuntamiento de Madrid y delegado de Innovación y Emprendimiento, Ángel Niño, y el director general del área de Diversidad e Inclusión de Accenture, Gabriel Martín. El subdirector del Madrid Food innovation Hub y profesor adjunto del IE University, Valentín Garal, fue el encargado de moderar la conversación.

Fundación Naumann

Antes, el embajador de Alemania en España, Wolfgang Dold, acompañó al director de la oficina de Madrid de la Fundación Friedrich Naumann, David Henneberger, para presentar el espacio organizado por una fundación que ejerce de faro para los movimientos políticos de tendencia liberal en más de 60 países. El centro de pensamiento alemán, el tercero más importante del país y con sede en Postdam, promociona el liberalismo clásico también desde Madrid, donde abrió su sede en septiembre de 2019.

El diplomático teutón sentó las bases: “La diversidad es un requisito de la democracia. En Europa hemos avanzado rápidamente pese a todos los reveses registrados en las últimas décadas”. Para el embajador, Europa se caracteriza “por ser un continente de inmigrantes” y abierto al exterior, una visión de la que reniegan ciertas corrientes políticas que defienden un legado histórico y cultural uniforme. Nada más lejos de la realidad. Europa ha sido y es un continente heterogéneo. Una mezcolanza que tiende a acusarse aún más en el futuro. Dold se mostró tajante a la hora de “combatir la discriminación para fomentar la diversidad”, ya que su país hace tiempo también es “un país de inmigrantes”.

El director de la Fundación en Madrid recriminó a ambos lados del tablero político la “errónea” interpretación de la diversidad: “La derecha no quiere la diversidad en sí y la izquierda muchas veces ataca a ciertos grupos que dice defender, siempre y cuándo no están de acuerdo con sus postulados”. Henneberger no comparte la politización que se ejerce sobre la cuestión de la diversidad. Una visión compartida con el embajador Dold, quien sostuvo que “el identitarismo niega el propio concepto de diversidad, y por tanto el de libertad”.

Fundación Neumann

“Si necesitamos debatir sobre esto es porque estamos ante algo que no hemos conseguido solucionar”, trasladó al comienzo Esther Paniagua. La periodista, incluida por Forbes entre las 100 personas más creativas en el mundo de los negocios, considera que en la actualidad “seguimos poniendo etiquetas” que, aunque sean necesarias para comprender y cribar la realidad, traen consigo el estereotipo “que además suele ser algo negativo”.

Eva Díaz, una de las empresarias españolas más reconocidas, aportó su experiencia personal como mujer transgénero: “Es un absurdo reducir la diversidad a compartimentos estancos que son los colectivos, tenemos que empezar a disolver esas barreras que generan enfrentamiento y aislamiento”. Díaz compartió el punto de partida de Paniagua, focalizando el problema en etiquetar, ya que de esta forma “nos olvidamos de que por debajo somos individuos”. “No puedes laminar mi identidad bajo unas prescripciones”.

Gabriel Martín cuestionó esta percepción peyorativa de los colectivos: “Hay grupos que son diversos y grupos que no son diversos. Hay elementos que nos hacen homogéneos. La pregunta es: ¿los colectivos pueden ser heterogéneos?”. Para el director general del área de Diversidad e Inclusión de Accenture, dentro de los colectivos se encuentra cierto “reconocimiento a la identidad”. Algo nada desdeñable pues, como apuntó Díaz, todos queremos estar en un grupo, somos animales sociales. “Pero preferimos estar en varios”, sentenció.

Fundación Naumann

Martín insistió en que etiquetar es el primer paso. “Poner nombres a las personas y a las diversidades invisibles es importante porque “cuando etiqueto, estoy reconociendo”. Aunque admitió que corremos el riesgo de quedarnos en la etiqueta y no profundizar en el individuo. “Las etiquetas son necesarias, pero lo importante es que yo no tengo una etiqueta. Tengo varias. El problema ahí es el respeto”, apuntó al respecto la CEO de Shapping New Humans.

Para el concejal del Ayuntamiento de Madrid, Ángel Niño, pertenecer a un grupo “ya te excluye de determinadas características”. “Estamos involucionando a colectivos y perdiendo identidad”, advirtió. En este sentido, Niño considera las barreras de acceso a los colectivos como unos muros difíciles de franquear, puesto que no puedes formar parte de ellos “si no compartes todos sus dogmas”. El encargado de Innovación y Emprendimiento hubiera puesto como ejemplo la expulsión de su formación, Ciudadanos, de la manifestación feminista del 8M celebrada hace dos años. “Existe una politización del colectivo. Y eso es lo que fomenta los estereotipos”, sentenció.

“En España sigue siendo muy difícil defender la ideología liberal pura. Todavía no hay un marco central establecido”, expresó el concejal madrileño. En este cometido se encuentra inmersa la Fundación Friedrich Naumann, quien trata de inocular el liberalismo clásico en una larga nómina de sociedades, entre las que se encuentra la española. Vinculado al Partido Democrático Libre (FDP, por sus siglas en alemán), la organización apuesta por generar debate y fabricar ideas que desvinculen a la ideología del capitalismo exacerbado y potencien su visión social, convirtiendo al liberalismo en uno de los estandartes de la diversidad.

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