La Comunidad Musulmana Ahmadía denuncia un nuevo ataque en Pakistán

La Comunidad Musulmana Ahmadía ha emitido un nuevo comunicado de prensa en el que denuncia una nueva agresión sufrida en Pakistán. Esta vez se trata de la alerta por la profanación de una mezquita ahmadía en el país paquistaní después de que se produjesen amenazas lanzadas por un miembro del grupo extremista TLP.
A continuación, se reproduce el comunicado de prensa:
PROFANACIÓN DE UNA MEZQUITA AHMADÍA EN PAKISTÁN TRAS LAS AMENAZAS PROFERIDAS POR UN MIEMBRO DEL GRUPO EXTREMISTA TLP
LA MEZQUITA MOSTRABA EL LEMA AHMADÍA: “AMOR PARA TODOS, ODIO PARA NADIE”
Informamos con profundo pesar y condenamos la profanación de la mezquita Ahmadía de Kala Gojran, Jehlum, Pakistán. La policía demolió los minaretes de la mezquita, sucumbiendo a la presión de miembros del grupo extremista religioso Tehreek-e-Labbaik de Pakistan (TLP).
Este deplorable acto se llevó a cabo en el marco de la campaña de amenazas por parte de elementos extremistas de la zona contra las mezquitas áhmadis. Hace unos días, Asim Ashfaq Rizvi, miembro de Tehreek-e-Labbaik Pakistan (TLP), amenazó abiertamente al jefe de Policía de Jhelum, asegurando que, si los minaretes no eran demolidos en un plazo de veinte días, movilizaría a las masas para derribarlos por la fuerza.
Posteriormente, el 14 de julio de 2023, el superintendente adjunto de la Policía (DSP) de la localidad convocó a la dirección de la mezquita Ahmadía y exigió la destrucción voluntaria de los minaretes, amenazando con acciones policiales si se negaban.
A pesar de los esfuerzos de la comunidad áhmadi local por entablar un diálogo con la policía sobre la legalidad de la construcción de los minaretes, sus peticiones fueron desoídas.
En un giro preocupante de los acontecimientos, un escuadrón de policía llegó a la mezquita Ahmadía a medianoche. Los agentes confiscaron los teléfonos móviles de los áhmadis presentes y los detuvieron en la comisaría de policía de la ciudad de Jhelum. Procedieron a derribar los minaretes y profanar el lugar de culto. Destruyeron por completo el sistema de circuito cerrado de televisión. Tras completar la destrucción de los minaretes, los miembros de la Comunidad Ahmadía detenidos fueron puestos en libertad.
Es importante destacar que la mezquita, además de constituir un lugar de culto, exhibía de forma destacada el lema áhmadi “Amor para todos, odio para nadie” en su pared frontal. Este lema representa el compromiso de la Comunidad Ahmadía con el afecto, la paz y la inclusión, que trasciende las diferencias religiosas y fomenta la unidad entre todos los seres humanos. Los áhmadis creemos firmemente en la promoción del amor y la compasión, y rechazamos el odio y la animadversión hacia cualquier individuo o grupo.
Este incidente pone de relieve los problemas a los que se enfrentan las minorías religiosas en Pakistán - especialmente los áhmadis - que llevan años sufriendo persecuciones selectivas. La colaboración entre las fuerzas del orden y los fanáticos extremistas es descorazonadora y refleja una inquietante tendencia al odio y la intolerancia. Sirve de cruel recordatorio de los obstáculos que encuentran las minorías religiosas y de la urgente necesidad de su protección y seguridad.
En respuesta a este incidente, el portavoz de la Comunidad Ahmadía de Pakistán expresó lo siguiente: “La decisión de la Administración de demoler los minaretes de nuestro lugar de culto, en lugar de proteger a los áhmadis, es profundamente descorazonadora y supone una flagrante violación de los derechos de la Comunidad Ahmadía. Es penoso presenciar cómo se toman medidas de este tipo para apaciguar a los incitadores al odio, socavando los principios de la libertad religiosa y la tolerancia”.
Además, el portavoz declaró: “Nos gustaría destacar que el Tribunal Supremo, a través de la SMC Nº 1 de 20142, emitió directrices para la protección de los lugares de culto, haciendo hincapié en el establecimiento de una fuerza policial especializada para su seguridad. Instamos a las autoridades a respetar estas directrices, investigar a fondo este incidente y hacer que los responsables rindan cuentas de sus actos. La Comunidad Ahmadía se mantiene firme en su compromiso con la paz, la armonía y su lema de ‘Amor para todos, odio para nadie’”.
Hacemos, por tanto, un llamamiento a la comunidad internacional para que condene estas limitaciones a la libertad religiosa y presione al Gobierno paquistaní para que aplique urgentemente medidas que garanticen la seguridad de los áhmadis. La defensa de los derechos fundamentales de todas las personas, entre ellas la de los áhmadis, fomentará una sociedad integradora y aportará beneficios a largo plazo a Pakistán. Aboguemos juntos por la igualdad, la justicia y la protección de las minorías religiosas.