Tercer día consecutivo de violencia en la ciudad de Port Sudán, en la costa del mar Rojo al este del país. Desde el domingo, esta ciudad está viviendo un aumento de los ataques entre tribus que ya se ha cobrado la vida de, por el momento, 25 personas. Además, decenas de ellas han resultado heridas. El portavoz del Comité Central de Médicos de Sudán, en declaraciones a la Agencia Efe, ha confirmado las 25 víctimas mientras que los heridos ascienden a 78. El gobernador del estado, Abdulá Shankari, ha decretado el toque de queda, desde las 17:00 hasta las 06:00 hora local, después de que los enfrentamientos, que comenzaron el domingo, continuasen por tercer día y la violencia se haya extendido por varios barrios de la ciudad. Los choques comenzaron cuando, supuestamente un convoy perteneciente al clan africano Nuba invadió un barrio habitado por el clan árabe Beni Amer. Abdalla Hamdok, primer ministro del país anunció, según AP, el despliegue de tropas en Port Sudán para ayudar a contener los combates. Además, instó a los partidos políticos del este de Sudan a cooperar con las autoridades locales para “proteger la seguridad y la paz social”. Ya el pasado mes de mayo se registraron enfrentamientos entre ambas tribus que también dejaron a decenas de muertos.
Desde que se puso fin a la guerra civil que enfrentó a todo el país entre las tribus árabes y las africanas, en 2008, la violencia tribal ha aumentado de forma considerable. A finales de julio, una oleada de violencia en Darfur puso en peligro el proceso de transición sudanés. El primer ministro de Sudán anunció la creación de una fuerza conjunta de seguridad para “proteger a los ciudadanos y asegurar la temporada agrícola”. El 11 de abril de 2019, después de 30 años en el poder, Omar al Bashir fue derrocado después de masivas movilizaciones populares. Desde entonces, un Gobierno de transición, liderado por el funcionario Abdalla Hamdok intenta reconducir el país. En febrero, el Gobierno pidió a Naciones Unidas que estableciera operaciones de paz sobre todo el territorio y asegurar un proceso de transición tranquilo.