El presentador de ‘Aquí la Tierra’ analizó en el programa Atalayar de Capital Radio los compromisos medioambientales de potencias internacionales como Estados Unidos

Jacob Petrus: “En Estados Unidos, Canadá o Europa hay un respeto por el medio ambiente que no existe en países en vías de desarrollo”

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El presentador de Aquí la Tierra de RTVE, Jacob Petrus, pasó por los micrófonos del programa de Atalayar en Capital Radio que se emite cada lunes de 22-23:30h. Durante su intervención, Petrus ha explicado los compromisos que ha adquirido Estados Unidos en la cumbre climática que tuvo lugar la semana pasada. Además, el geógrafo ha argumentado que, de cambiar el actual modelo económico basado en los hidrocarburos, nuestro país por su configuración geográfica podría llegar a ser uno de los líderes en energías renovables. Por otro lado, Petrus ha asegurado que entre la electricidad y el hidrógeno se encuentra el combustible del futuro dejando abierta la incógnita de cuál será el combustible que finalmente acabe por imponerse. 

Jacob Petrus, nacido en la localidad barcelonesa de Manresa en 1976, se licenció en Geografía por la Universidad de Barcelona con especialización en Climatología. Tras colaborar con varios medios del grupo PRISA (El País, Cadena Ser, Localia, CNN+) fue jefe de información meteorológica en Telemadrid durante 9 años para pasar luego a pertenecer al equipo de El Tiempo de RTVE. En la actualidad, desde mayo de 2014, es presentador de Aquí la Tierra, el magacín divulgativo que trata la influencia de la climatología y la meteorología a nivel personal y global. Además, ha sido colaborador en las revistas GEO y Muy Interesante.

¿A qué se comprometió Estados Unidos en la cumbre climática “improvisada” de la semana pasada? Una cumbre que era un paso intermedio hasta llegar a la COP 26 de Glasgow.

La verdad es que de improvisada no tuvo nada porque estaba todo perfectamente calculado. De hecho, es una convención que estuvo organizada por Estados Unidos y ha sido Joe Biden el que invitó al resto de presidentes de naciones, cerca de 40, para que participasen en esta conferencia en formato virtual, en el contexto de la pandemia en el que estamos. El compromiso adquirido me parece bastante importante, vamos a recordar que Biden se ha comprometido a reducir en el año 2030 el 50% las emisiones, tomando como referencia los niveles de 2005; para hacernos una idea esto significa doblar los Acuerdos de París. En mi opinión, se ha pasado de frenada, pero no está de más pasarse de frenada en este aspecto. Queda claro que adquieren unos compromisos mucho mayores de los que pedían en el Acuerdo de París. Evidentemente esto es un cambio de política respecto al cambio climático, un cambio absolutamente radical respecto a la administración Trump. Por lo tanto, digamos que ha organizado una conferencia en la que adquiere ese papel de líder en la lucha contra el cambio climático. Encima lo hace con unos compromisos que obligan al resto de países a comprometerse también con otras cifras espectaculares, como la neutralidad respecto al carbono en el año 2050, que es un compromiso que destacar.

Jacob Petrus

Bueno, y además lo que supone volver al multilateralismo frente al cambio climático, cosa que había roto por completo Donald Trump, lo que significa el recorte de emisiones, ¿esto implica una transformación importante de la economía norteamericana?

Vamos a ver cuáles son las vías que la Administración Biden utiliza para llegar a esta neutralidad en el carbono. Más allá de la reducción en las emisiones de dióxido de carbono, que es el gas que provoca el efecto invernadero, más el vapor de agua, que es natural, pero que lo emitimos los humanos. El dióxido de carbono es el gas que provoca el cambio climático; respecto a estos niveles se ha comprometido esta reducción en el 50%. Además, esa neutralidad respecto a la emisión de los niveles de carbono significa que a mediados de este siglo Estados Unidos emitiría la misma cantidad de carbono que captaría desde la atmósfera. Todavía no está claro qué métodos utilizará para captar ese CO2, habrá que ver lo que llamamos los sumideros de carbono, la figura más romántica sería la de plantar árboles que retienen el carbono de la atmósfera. Aunque suponemos que ahí habrá un desarrollo tecnológico mucho más importante que personalmente creo es la parte geopolítica más interesante. Los países desarrollados tienen una opción por delante en las próximas décadas de cambiar su modelo económico, no basarlo en el petróleo y en el gas natural, sino en las energías renovables. Eso implica una renovación de todo el sistema, Biden hablaba en el discurso de cierre de esta cumbre de muchos puestos de trabajo que ni siquiera imaginábamos hoy en día y que van a ser claves en el futuro. Está claro que, en países desarrollados, Estados Unidos, Canadá y Europa, hay un respeto por el medio ambiente que no existe en otros países, incluso en los que están en vías de desarrollo. En este caso estoy hablando de China, de la India y posiblemente por ahí haya una opción de modelo económico en la que Estados Unidos pueda ser líder.

Para los que hacéis Aquí la Tierra, un programa magnífico, por una conferencia como esta ¿habéis brindado con champán? Por las cosas que ahí se deciden y por lo que significa, la finalidad de un futuro limpio para la Tierra, que es el enunciado principal de vuestro programa.

Sí, sí, lo que pasa es que muchas veces este tipo de cumbres hacen mucho ruido y pocas nueces.

¿Cuesta aplicar esto a la realidad?

A ver, llevamos a muchísimas cumbres. De hecho, casi todos los años tenemos cumbres de este tipo y al final cuesta muchísimo, tomar medidas. Quizás, personalmente prefiero ver dónde está el mensaje positivo en todo esto, ya no estamos hablando solamente del recorte de las emisiones de CO2, sino de un cambio de modelo. La lucha contra el cambio climático solo la vamos a conseguir desde dentro del sistema, actualmente tenemos un sistema basado en los hidrocarburos. Es decir, o cambiamos el sistema o creo que con un modelo económico como el actual es muy difícil luchar contra el cambio climático. Eso significa cambiar un modelo en el que España podría ser uno de los países líderes. Nuestro país tiene una configuración geográfica que nos permitiría ser líder en energías renovables. Por supuesto, en la solar, con la cantidad de horas de sol que tenemos y con la cantidad de territorio despoblado que tenemos en nuestro país. Pero también en la eólica podríamos ser líderes con los kilómetros de costa que tenemos. Quizás peco de optimista, pero considero que, si existe alguna opción futura de luchar contra el cambio climático, pues será a través de estos pequeños pasitos que parece que empiezan a verse.

Jacob Petrus

Si Estados Unidos o la Unión Europea tienen una firme voluntad y decisión de tomar decisiones importantes, pero China, Rusia o la India no van de la mano, pues ahí hay poco que hacer. Estos países argumentan que como han llegado más tarde al desarrollo, ahora les toca a ellos para conseguir desarrollarse.

Claro, y cómo luchas contra ese razonamiento es bastante difícil. Efectivamente, ellos consideran que todo lo que han emitido los países desarrollados también tienen derecho a recorrer ese camino. Por eso insisto que es un problema medioambiental que no es solucionable con el sistema actual y que deberíamos encontrar otras vías, otras fuentes de energía. En este caso si el modelo cambia, que creo que estamos en el contexto ideal para que los países desarrollados, los países occidentales, sí puedan desarrollarse a través de energías renovables, dejarían a esos otros países al margen. Habría que cambiar muchísimas cosas, entre otras, por ejemplo, porque no tiene ningún sentido el que la Unión Europea promueve un recorte de emisiones de CO2 que afecta a todos los países miembros, pero luego alimentamos nuestra industria con productos elaborados en países que no recortan ni mucho menos tal cantidad. Aquí lo que interesa es el balance mundial, lo que hace la Unión Europea no tiene sentido si no lo hace el resto de los países. Entonces, más allá de la voluntad, de lo bonito que queda pedirle a la India, China o Brasil que recorten sus emisiones, habría que hacer un esfuerzo para que a nivel legal todos tuviesen que adquirir un compromiso mayor. Hay que recordar que la cantidad CO2 que emite China en niveles absolutos, no a niveles relativos, es muchísimo mayor que la Unión Europea. Entonces, qué tiene más sentido, los recortes que hagamos en la Unión Europea o los que le exijamos a China en los productos que compramos.

Me gustaría insistir en el tema del cambio de modelo, Biden en su propuesta, de manera consciente, lo que quiere es cambiar el modelo. Y a mí me parece que el hecho de recortar las emisiones y, sobre todo, en los medios de transporte, es un primer paso.

Si lo acepta la sociedad y, bueno, naturalmente si lo sigue, será la senda para conseguir esa lucha contra el cambio climático.

¿Ahí será la electricidad o el hidrógeno el combustible del futuro?

Realmente ahí está la cuestión, no sé cuál de los dos se impondrá al final.

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