Arabia Saudí se está modernizando y se quiere posicionar como una nueva potencia regional en Oriente Medio

La metamorfosis del Reino del Desierto

AFP/FAYEZ NURELDINE - El príncipe heredero Mohammed bin Salman se ha convertido en una de las figuras más influyentes de Arabia Saudita desde que fue nombrado segundo en la línea de sucesión al trono en 2015

Acoger un concierto de 'heavy metal', el rally Dakar, la Supercopa de fútbol de España, ver a mujeres conduciendo u otorgar visados de viaje. Para cualquier europeo todas estas actividades forman parte de la normalidad, pero para una nación como Arabia Saudí, conocida como el Reino del Desierto, representan una señal del profundo cambio social que está teniendo lugar en sus fronteras. “Para los estándares internacionales parecen pequeños pasos, pero si tenemos en cuenta el contexto en el que se producen tienen muchísima importancia”, explica Beatriz Gutiérrez, profesora de Relaciones Internacionales en la Universidad Europea de Madrid y experta en Estudios Islámicos y de Oriente Medio. Esta especialista también afirma que el país quiere posicionarse como potencia regional en detrimento de Irán, por ello está estrechando lazos, aunque de manera informal, con Israel. 

Albert Villamayor, director de proyectos de ingeniería en Oriente Medio, vivió en Arabia Saudí hace seis años y ahora lleva dos viviendo en Dubái. “Vuelvo aproximadamente cada dos meses y percibo que todo ha cambiado muchísimo. No tiene nada que ver con cómo era cuando yo estaba allí. Se están abriendo al turismo, dejan conducir a las mujeres, van a quitar la obligación de que vayan cubiertas con la abaya, hay parques temáticos en la ciudad y ya no ves a la policía religiosa por las calles ni se hacen ejecuciones públicas en la plaza del pueblo, a la que llamaban ‘chop chop square’[plaza de cortar]”, explica Villamayor. 

Una mujer saudí da una clase de conducción z en la Escuela de Conducción Saudí (SDS), en la capital, Riad, el 24 de junio de 2019

Este ingeniero cree que los cambios en el país se han acelerado con la muerte del rey Abdalá bin Abdulaziz en 2015 a los 90 años. Fue sustituido en el trono por su medio hermano, Salmán bin Abdulaziz, de 80 años. Fue en este momento cuando uno de sus hijo, Mohamed bin Salman, conocido como MBS, y de apenas 30 años, se convirtió en uno de los hombres fuertes de la Administración. Solo un año después, el país presentaba un ambicioso proyecto de reforma conocido como Plan Vision 2030, que preveía una diversificación de la economía para reducir la dependencia de petróleo. MBS es el actual viceprimer ministro del país y la prensa internacional le ha calificado como uno de los responsables de la apertura del Reino del Desierto.

A las reformas económicas se están sumando numerosas iniciativas de carácter social. Las autoridades han dado luz verde a modificaciones de leyes que tienen por objetivo modernizar el país, abrirse al mundo y suavizar la aplicación de la ley islámica o sharía

Desde 2018 las mujeres pueden conducir; este verano se les permitió viajar sin permiso masculino y desde octubre de 2019 pueden ocupar altos cargos en el ejército, hasta entonces solo podían acceder a puestos entre los rangos de soldado y sargento. En septiembre se anunció que el país empezaría a otorgar visados para turistas y han agilizado los trámites de las visas para los extranjeros que quieren ir a trabajar a Arabia Saudí

La cantante estadounidense Janet Jackson actúa en el escenario durante el Festival de Músicas del Mundo de Jeddah el 18 de julio de 2019, en la Ciudad Deportiva del Rey Abdullah, en la ciudad costera de Jeddah.

Los cines, teatros y conciertos, que quedaron proscritos en los años 80 por una interpretación rigorista del islam, han vuelvo a abrir sus puertas. En noviembre de este año se celebró el primer concierto ‘heavy metal’ en la historia del país. Ese mismo mes, Arabia Saudí también acogió el primer combate de lucha libre femenina, según una nota de la agencia AFP. Las superestrellas de la World Wrestling Entertaiment (WWE) Natalya y Lacey Evans se enfrentaron, con ropas que les cubrían todo el cuerpo, en el estadio Rey Fahd de Riad. 

Fabio Soria, español de 31 años, llegó a Arabia Saudí hace apenas cuatro meses para trabajar como fisioterapeuta en un club de fútbol. Explica a través de Facebook que al principio tenía un poco de miedo por lo que se iba a encontrar. “No estamos bien enterados de todos los cambios que están teniendo lugar. En Riad hay cada vez más eventos culturales y de ocio. Se celebra el Riyadh Season [un festival que tiene lugar en 22 ciudades del país], ha venido el Circo del Sol, hay parques de atracciones, conciertos y estos eventos tienen mucha afluencia de público local… con los visados del turismo cada vez más gente viene de viaje y eso está transformando la ciudad”. 

Además, Soria afirma que los saudíes han recibido los cambios con buenos ojos, en general. “Se van mucho de vacaciones al extranjero, a Marbella por ejemplo, y el estilo de vida occidental les gusta. Muchos van a Estados Unidos a estudiar. Estos cambios tenían que llegar y, por lo general, ellos los quieren”, concluye. 

El turismo es uno de los sectores por los que las autoridades de Arabia Saudí están apostando para modernizar el país. “La llegada de visitantes extranjeros no solo beneficiar a la diversificación de la economía, muy dependiente aún del petróleo, sino que también permite una apertura al mundo y muestra a la sociedad otras formas de entender la vida al entrar en contacto con otras culturas. España es un claro ejemplo de ello cuando en los años 70 empezó a atraer visitantes extranjeros del norte de Europa”, explica la profesora de la Universidad Europea Beatriz Gutiérrez. 

Abduaziz bin Turki Al Saud, presidente saudí de la Autoridad Deportiva General, habla durante una conferencia de prensa sobre el Rally Dakar en la ciudad de Qiddiya, al sur de la capital, Riad, el 25 de abril de 2019

La docente también hace hincapié en que el desarrollo del turismo permite dinamizar el patrimonio cultural, algo que Arabia Saudí quiere explotar para reforzar la cohesión social y construir un sentimiento nacional, algo muy importante para un país tan joven como el Reino del Desierto. Esta estrategia es algo parecido a lo que hizo Israel en su momento. “En países de reciente creación, explotar el turismo histórico les permite construirse un pasado”, explica Gutiérrez.

El Gobierno está incentivando una intensa labor arqueológica para sacar a luz la historia preislámica de la península arábiga, que hasta ahora se había dejado de lado. Se ha rehabilitado el conjunto arqueológico de Madain Saleh, una de las huellas más importantes que se conserva de la civilización nabatea, según informaba recientemente el diario El País. Algunas de las figuras de este lugar histórico se han encontrado decapitadas como resultado del ‘wahabismo’, la estricta interpretación del islam que la monarquía saudí ha amparado hasta hace apenas unos años, y que prohíbe representar formas humanas y animales. 

Mujeres saudíes llegan al Centro de Inmigración y Pasaportes de la capital, Riad, para solicitar nuevos pasaportes, con un cartel a la derecha que recoge los detalles de un decreto real que permite a las mujeres mayores de 21 años obtener pasaportes para sí mismas y para los hijos que se encuentran bajo su custodia, sin necesidad de solicitar la aprobación de sus "tutores"

Tecnología y reposicionamiento geopolítico

Rodríguez explica que los cambios en el país también responden a la pretensión de Arabia Saudí de reposicionarse geopolíticamente en la región en contraposición a Irán. “Se está produciendo una aproximación a Israel, algo que hace apenas cinco o seis años hubiera sido impensable. Están cooperando en temas relacionados con la tecnología y la agricultura, donde Israel despunta”. Para Arabia son muy beneficiosos los conocimientos que Israel ha desarrollado en agricultura de secano y su tecnología puntera. Además, con Irán en auge tras el descarrilamiento del acuerdo con Estados Unidos para frenar el programa nuclear iraní, al Reino del Desierto no le conviene entrar en un conflicto abierto con Israel, según Gutiérrez.

Las mujeres asisten al evento Colour Run durante el festival de la temporada de Riyadh, en Arabia Saudita, el 26 de octubre de 2019.

Arabia Saudí anunció el pasado julio la construcción de una nueva ciudad futurista, Neom, que contará con una extensión que abarcará los 26.000 kilómetros cuadrados, según una información de 'The Wall Street Journal' publicada el pasado julio. Esta urbe contará con los últimos avances tecnológicos. El plan de las autoridades es convertir a Neom en el Sillicon Valley del desierto y por ello buscan atraer a empresas tecnológicas, turismo y nubles artificiales para que llueva

Este proyecto es solo un ejemplo del despliegue tecnológico que está llevando a cabo Arabia Saudí. Están mejorando sus servicios de banda ancha y sus infraestructuras. “El Gobierno está utilizando las nuevas tecnologías para ofrecer mejores servicios a los ciudadanos. Esta es una política de doble filo porque las autoridades también pueden usar la tecnología para tener un mayor control de la población”, advierte la profesora de Relaciones Internacionales Beatriz Rodríguez. Un país en plena metamorfosis.

Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato