El vandalismo es una de las tácticas favoritas que vienen empleando los elementos anti-áhmadis en Pakistán durante años

Lápidas de musulmanes áhmadis hechas pedazos en un vil ataque al cementerio en Jhelum, Pakistán

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Las tumbas de los musulmanes áhmadis han sido nuevamente profanadas y destrozadas en un ataque malicioso y sin sentido por “elementos de la autodefensa de Pakistán”.

El grave ataque tuvo lugar el 16 de julio de 2023 en Mehmoodabad, una ciudad cerca de la ciudad de Jhelum.

Asaltantes desconocidos atacaron las lápidas de dos tumbas en un cementerio común. Las lápidas se rompieron en pedazos y fueron salpicadas con pintura negra oscureciendo la escritura en la lápida.

Las tumbas pertenecen a dos ancianos de la Comunidad Musulmana Ahmadía. Existía un cerco protector construido alrededor de estas tumbas, que incluso fue dañado.

La persecución contra los musulmanes áhmadis se ha intensificado últimamente, ya que la IHRC ha informado de incidentes similares casi a diario contra este  grupo minoritario.

El vandalismo es una de las tácticas favoritas que vienen empleando los elementos anti-áhmadis en Pakistán durante años. Esta vergonzosa táctica implica que los musulmanes áhmadis no están exentos de persecución incluso después de muertos.

La intolerancia y el odio hacia los musulmanes áhmadis en Pakistán no son nada nuevo; más bien configuran ya una historia de décadas que cobra impulso día tras día bajo la supervisión del Estado. La marginación sistemática de los áhmadis en todos los ámbitos de la vida debido a sus creencias religiosas no se considera punible y los áhmadis están siendo tratados como una clase desprovista de los derechos humanos básicos.

Esta actitud debe ser detenida a toda costa y a los que cometen los crímenes, deben ser llevados a la justicia de forma inmediata.

Desgraciadamente, no existe una solución simple ya que el propio Gobierno y las autoridades fomentan estas actitudes. Estas autoridades son las primeras que deben ser desalentadas por utilizar tácticas inmorales con el objeto de obtener provechos políticos.

La IHRC no ha dejado de alzar la voz desde hace muchos meses por los ataques contra los musulmanes áhmadis hacia sus lugares de culto y sus tumbas. Los ataques a sus miembros se intensifican cada vez más. Estos ataques se denuncian en las redes sociales y en las ONGs internacionales.

Una vez más, instamos encarecidamente a la comunidad internacional para que inste al Gobierno de Pakistán que desestime cualquier caso judicial absurdo abierto en contra de los áhmadis. Han de liberar a todos los detenidos y de esta forma cumplir con su responsabilidad de proporcionar protección efectiva y libertad de práctica religiosa a los áhmadis.

Igualmente el Gobierno de Pakistán debe aplicar la ley para que los que perpetran estos actos atroces sean llevados ante la justicia, y con ello aplicar sus leyes y prácticas en conformidad con las normas internacionales estándares ordenados por el Artículo 20 y las Normas Universales de las Naciones Unidas, la Declaración de Derechos Humanos, artículos 2, 18 y 20, y la Declaración Internacional y Pacto de Derechos Civiles y Políticos (ICCPR) Artículo 25, 26.