El Palacio Namaskar de Marrakech es nombrado mejor hotel de África en 2014

Por Amina Adib
Foto: El Palacio Namaskar de Marrakech.
 
El hotel de lujo Palacio Namaskar  de Marrakech fue nombrado esta semana mejor hotel de África en 2014 en el marco del Premio Villégiature que se entregó en París. Esta distinción fue entregada  al prestigioso Palacio de la ciudad ocre  por el jurado del Premio que recompensa a los mejores hoteles de Europa,  África y Asia. Este galardón  también reconoce a varios oficios del mundo de  la hostelería, así como  a  ediciones de  libros sobre hoteles y  gastronomía. En la categoría del mejor hotel de África, el Palacio Namaskar competía con otros hoteles en Marruecos, como el Sofitel Agadir Thalassa Sea & Spa, y de Isla Mauricio, Egipto y Tanzania. El jurado del Premio estuvo formado por una veintena de corresponsales y periodistas de los principales medios de comunicación franceses y extranjeros. El Palacio Namaskar se compone de 41 suites y villas privadas, alrededor de cinco hectáreas de jardines, y está ubicado  lejos  del centro de la ciudad de Marrakech y del bullicio de su Medina.  El Palacio, que está situado en el corazón de un paisaje de cine, entre las montañas del Atlas y las colinas de Djebilet,  abrió sus puertas en 2012. Para llegar al Palacio hay que coger la carretera de Bab Atlas hasta el número 86/89. El número de teléfono de la recepción es el  00 212 524 299 800. La entrega de este galardón muestra la importancia que está teniendo Marruecos en el mundo del turismo internacional. De todo el Magreb, Marruecos es en estos momentos el país más turístico, al haber superado a Túnez.  Cerca  de 11 millones de turistas extranjeros visitaron Marruecos en 2013, y las autoridades marroquíes quieren que su país sea la principal potencia turística de África en 2020, por delante incluso de Egipto y Sudáfrica. Marruecos es un país estable desde el punto de visto social y político y ofrece a los turistas extranjeros paisajes espectaculares, un clima cálido, una gastronomía  de calidad, diversidad cultural, tranquilidad y la amabilidad de los marroquíes.