El 8 de septiembre de 2023, a las 23:11 horas, se produjo un terremoto de magnitud 6,8 a 71,8 km al suroeste de Marrakech, en la región montañosa del Alto Atlas de Ighil, en la provincia de Al Haouz.
Fue el mayor seísmo de la historia moderna del país, creando una cascada de devastación y pérdidas, pero también de solidaridad y oportunidades de renovación.
La Fundación Alto Atlas lleva más de veintidós años trabajando directamente con las personas y comunidades más afectadas por el terremoto. Gracias a su amplia red de socios, asociaciones, comunidades y cooperativas, la Fundación ha podido responder rápidamente a las necesidades urgentes y en desarrollo de las comunidades. Esta amplia red ha permitido a la fundación poner en contacto las necesidades críticas de sus comunidades con donantes que ya están familiarizados con el trabajo y la comunidad a la que sirve.

Esta no sólo fue capaz de evaluar y luego suministrar los bienes esenciales necesarios, sino que la distribución fue fundamental. Cada año, la organización distribuye miles de toneladas de suministros agrícolas a todas las regiones de Marruecos, por lo que disponía de una red de camiones y conductores preparados para responder a la crisis. Esto se convirtió en un activo crucial a la hora de distribuir bienes esenciales a comunidades a las que de otro modo sería difícil llegar.
“Pudimos trasladar grandes cantidades de bienes con rapidez, lo que fue fundamental para lograr un gran impacto”, señaló Yossef Ben-Meir, presidente de la Fundación Alto Atlas.
Desde el domingo 10 de septiembre, la Fundación Alto Atlas ha proporcionado 118 toneladas de suministros a 80 aldeas, en 50 municipios, atendiendo a 4.257 familias.
“Una de las principales razones por las que hemos podido hacerlo es porque ya disponíamos de la estructura organizativa. La hemos ido desarrollando a lo largo de los últimos veintidós años”, continuó Ben-Meir.
A lo largo de sus años de trabajo de desarrollo sostenible en Marruecos, la Fundación Alto Atlas ha cultivado y mantenido una relación de confianza mutua con el Ministerio del Interior. Considera esencial trabajar en tándem con todos los organismos relacionados del Gobierno para lograr un éxito duradero.
Hassan, un voluntario de la organización que trabaja con comunidades, habló con una madre que había perdido su casa y todas sus posesiones. Tuvo la suerte de escapar con su hijo en brazos. Es nuestra fe la que nos protege de la desesperación. Decimos Alhamdulillah, que significa “Gracias a Dios”. “Nos sentimos afortunados por lo que nos queda. Siempre hay algo por lo que estar agradecidos".
La Fundación Alto Atlas agradece estar en condiciones de servir.