Turquía y Siria: el número de muertos por el terremoto supera ya los 19.000
Más de 19.000 fallecidos. Ese es el aterrador dato que arroja la tragedia provocada por el terremoto que azotó el lunes a primera hora la zona fronteriza entre Turquía y Siria. El seísmo de 7,8 grados en la escala Richter, con más de 430 réplicas, golpeó duramente la provincia turca de Gaziantep y se sintió de manera importante en una franja comprendida entre las ciudades sirias de Alepo y Hama y el enclave turco de Diyarbakir, más de 330 kilómetros al noreste de Siria, provocando una profunda destrucción.
La cifra de muertos ocasionada por la sucesión de movimientos sísmicos registrados desde el lunes en territorio turco y sirio ya sobrepasa los 19.000, mientras que hay ya más de 69.000 heridos, según los datos ofrecidos por las autoridades de ambas naciones y los Cascos Blancos, el grupo de asistencia que trabaja en labores de rescate en las zonas de Siria controladas por el sector opositor al Gobierno de Bachar al-Asad.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, señaló que 13 de los 85 millones de habitantes del país otomano se vieron afectados y declaró el estado de emergencia en 10 provincias en lo que se ha considerado una de las peores tragedias naturales del siglo. Una situación que se ve agravada en Siria por la situación de la guerra civil que enfrenta desde 2011 al régimen de Bachar al-Asad y a los rebeldes enclavados en el último reducto opositor de Idlib.
Las condiciones en las zonas arrasadas son dantescas y después de tres días se está llegando a límites que un cuerpo humano no podría resistir teniendo en cuenta la situación de falta de alimentos y las bajas temperaturas, un escenario en el que se multiplican las posibilidades de que siga aumentando de forma exponencial el número de fallecidos.
Los equipos de rescate en Turquía y Siria siguen trabajando a contrarreloj. Durante tres días y desde el inicio de los movimientos telúricos miles de socorristas han venido trabajando bajo condiciones difíciles a causa de los obstáculos generados por los edificios derruidos, que impiden llegar fácilmente hasta los cuerpos de víctimas, y de las temperaturas gélidas.
En este sentido, la Autoridad de Gestión de Desastres de Turquía (AFAD) manifestó que unos 6.500 edificios habían colapsado por los movimientos sísmicos registrados, sobre todo por el principal de 7,8 grados en la escala Richter.
“Estamos en un momento crítico”, han alertado los Cascos Blancos en la red social de Twitter. “El tiempo se está acabando”, señalaron.
A medida que pasan las horas, crece la tensión por las peticiones de ayuda urgente de la población ante la escasa asistencia que llega debido a las dificultades de acceso a las zonas afectadas o a los conflictos políticos existentes, como en el caso de Siria, país sometido a sanciones internacionales, como las de Estados Unidos y la Unión Europea (UE), debido a la represión ejercida por el régimen de Bachar al-Asad contra la oposición en el marco de la cruenta guerra civil que azota a la nación. Aunque está sancionado por Bruselas, el Gobierno de Bachar al-Asad hizo llegar una petición formal de ayuda a la propia UE.
Más de 45 países han decretado el envío de material y personal de ayuda y rescate a Turquía y Siria. Entre los que se encuentran naciones como Estados Unidos, Israel, Alemania, España, etc…
En torno a 100.000 efectivos están trabajando en las labores de búsqueda y rescate, incluidos voluntarios, que peinan las zonas afectadas. En el lado turco se habla de cerca de 65.000 heridos y Recep Tayyip Erdogan indicó que hay casi 400.000 personas sin hogar que han tenido que recurrir a albergues, hoteles, centros comerciales y centros de culto religioso para poder protegerse del frío e intentar acceder a alimentos. Decenas de miles de personas han perdido sus casas a ambos lados de la frontera y el drama humanitario se extiende.
Mientras, en las últimas horas hubo mensajes reclamando una mayor ayuda a Siria, azotada por la tragedia sísmica y también por el drama de la guerra civil que asola el país desde hace 12 años y que ha dejado millones de refugiados desplazados en el área fronteriza con Turquía que han visto sus condiciones de vida todavía más empeoradas si cabe. Responsables locales solicitaron maquinaria pesada y equipos profesionales de apoyo debido a que las labores se han venido haciendo con escasos medios por personal sobre el terreno.
? Imágenes de Hatay, Turquía, la región que más ha sufrido el #terremoto pic.twitter.com/BueAeNBEBA
— Atalayar (@Atalayar_) February 9, 2023
Tras los llamamientos, empieza a llegar la ayuda a gran escala para el territorio sirio, después de los anuncios en la jornada del miércoles de diversos países árabes sobre asistencia para el vecino de Oriente Medio y de Rusia, gran aliado del régimen de Bachar al-Asad en la guerra civil siria, que envió material y destinó a centenares de soldados de cara a ayudar en las tareas de desescombro y rescate de víctimas.
Este jueves, un convoy con ayuda para los afectados por el terremoto en Siria puso rumbo a la frontera turco-siria, como informó el medio The National. Hasta seis camiones de ayuda llegaron al noroeste de Siria después de que la Organización de Naciones Unidas (ONU) hubiese señalado que esperaba hacer entregas allí por primera vez desde el terremoto del lunes. La expedición llegó a territorio sirio controlado por la oposición después de cruzar la frontera con Turquía en el paso de Bab al-Hawa.
En Siria, los temblores han dejado en torno a 3.100 fallecidos (1.900 en las zonas en manos de los rebeldes y más de 1.200 en los territorios controlados por el Ejecutivo de Al-Asad) y más de 5.000 heridos hasta el momento.
La ONU informó que había detenido la asistencia que pasaba por Turquía por razones logísticas, mientras que los grupos de oposición sirios manifestaron que se había reabierto el cruce de Bab al-Hawa desde Turquía, la única ruta reconocida por la ONU para la ayuda al noroeste de Siria. Hasta cuatro millones de personas se ven afectadas en la región fronteriza, incluidos los desplazados que malviven en la zona. Las dificultades se acrecientan debido a inconvenientes como la destrucción de infraestructuras y el bloqueo de carreteras por la nieve.
La oposición siria insistió en que se llegó a un acuerdo con Turquía para abrir rutas de ayuda. Mevlut Cavusoglu, ministro turco de Asuntos Exteriores, señaló que el país otomano había estudiado la idea de abrir dos nuevos cruces fronterizos para servir ayuda a Siria debido a los inconvenientes existentes con las conexiones afectadas por los terremotos. “Algunos países europeos y Turquía tienen problemas para entregar ayuda a Siria debido a la débil infraestructura afectada por los terremotos”, señaló Cavusoglu previamente.
Mientras los aviones que transportaban ayuda internacional llegaban al aeropuerto de Damasco, se preparó el terreno para que los convoyes de socorro cruzaran las líneas del frente de guerra de Siria de cara a poder acceder al noroeste, como confirmó el coordinador humanitario regional de la ONU para la crisis de Siria, Muhannad Hadi. “Esperamos que todos pongan los intereses de la gente primero, necesitamos dejar la política a un lado”, explicó Hadi, como informó el medio The National.
