El Gobierno heleno ha cerrado su frontera terrestre después de que Ankara anunciase que no impediría el paso de refugiados a suelo comunitario

30.000 refugiados a las puertas de la UE, según Erdogan

photo_camera PHOTO/REUTERS - Refugiados sirios cruzan a Turquía por la puerta fronteriza de Cilvegozu, situada frente al paso comercial sirio Bab al-Hawa, en Reyhanli, provincia de Hatay (Turquía), el 28 de febrero de 2020

El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha comunicado este sábado que su país ha abierto las fronteras con Europa para permitir el paso de refugiados y que hoy mismo, entre 25.000 y 30.000 migrantes pueden intentar llegar a Grecia. “¿Qué decimos desde hace meses? Que, si esto sigue así, estaremos obligados a abrir nuestras puertas. Pero no nos creyeron”, ha dicho Erdogan en un discurso en Estambul, transmitido en directo por la cadena NTV.

“Hasta esta mañana han cruzado unos 18.000, pero hoy mismo pueden ser 25.000 o 30.000”, aseguró el mandatario, si bien no consta que desde ayer hubiesen cruzado a Grecia un número significativamente mayor de migrantes que lo habitual en los últimos meses, alrededor de dos centenares, según fuentes griegas.

Las cifras de la agencia EFE sitúan, de momento, en más de un millar el número de migrantes y refugiados se han concentrado ante la frontera terrestre entre Turquía y Grecia desde el viernes, y aunque está sellada a cal y canto por las fuerzas de seguridad griegas, los intentos de cruce se han repetido durante las últimas horas. La Policía ha repelido estos amagos de cruce lanzando gases lacrimógenos.

Cientos de personas están, además, atrapadas en el área entre las fronteras después de que las autoridades turcas les dejaran pasar, pero se encontraran con el cruce sellado en la parte griega. Ahora, son los turcos los que no les permiten regresar. Los enfrentamientos entre Policía y migrantes se sucedieron durante la noche y no se espera que la situación mejore mientras sigan llegando más autobuses a los pasos fronterizos.

El ministro griego de Defensa, Nikos Panayotópulos, ha señalado que ha habido muchos intentos de cruzar la frontera que pudieron ser repelidos, y añadió que también hubo detenciones, aunque no ha precisado el número. En unas declaraciones a la televisión privada Skai, Panayotópulos ha recalcado que el Gobierno tiene previsto reforzar aún más la frontera para dejar claro que Grecia protege la entrada a su país y a la Unión Europea (UE).

El primer ministro griego Kyriakos Mitsotakis

El ministro ha reconocido, no obstante, que controlar la situación en el mar es más difícil y que no entraron más refugiados (algo más de un centenar, lo que entra en la media habitual) porque las condiciones climatológicas eran adversas. La tensión se deja sentir también en los campos de refugiados de Moria y Vial, en las islas de Lesbos y Quíos, donde durante la noche hubo varios enfrentamientos entre migrantes, refugiados y policías.

Según los medios locales, entre los solicitantes de asilo corrió el rumor de que las fronteras europeas habían sido abiertas, y que un barco esperaba para trasladarlos en sendos puertos, por lo que docenas de personas salieron del campo e intentaron dirigirse a las poblaciones. Los agentes de Policía desplegados en las islas les impidieron el paso, lo que causó varios enfrentamientos y algunos pequeños incendios.

El Gobierno liderado por el conservador Kyriakos Mitsotakis ha convocado esta mañana un gabinete de urgencia para tratar la situación. La alarma saltó después del bombardeo en la ciudad siria de Idlib que costó la vida a 33 soldados turcos, ataque que llevó al portavoz del gubernamental partido islamista Justicia y Desarrollo (AKP), Ömer Çelik, a señalar que Turquía ya no podía retener a los refugiados.

Pocas horas después llegaba el primer gran grupo de migrantes y refugiados al lado turco de la frontera con la esperanza de poder pasar, en su mayoría gracias a autobuses gratuitos, aunque nadie dispone de información concreta respecto a quién organiza estos viajes.

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