Redacción Atalayar
Foto: Protesta de ciudadanos islámicos en Madrid por el cierre del cementerio musulmán de Griñón/Javi Martínez.
El único cementerio musulmán de la Comunidad de Madrid, situado en el municipio de Griñón, cerró sus puertas. Los 220.000 musulmanes que, según el Centro Cultural Islámico de Madrid, residen en la Comunidad se han quedado sin lugar donde enterrar a sus muertos. El cementerio islámico cerró sus puertas, porque “no cumplía con la normativa mortuoria”, según las autoridades locales. Los musulmanes reclaman su reapertura urgente y denuncian que ya hay siete cadáveres en cámaras frigoríficas esperando a ser enterrados. El Ayuntamiento de Griñón justificó el cierre diciendo que los enterramientos que se practicaban en el camposanto musulmán no cumplían con la normativa mortuoria, realizándose, en muchos casos, sin féretro. “En 2011 agentes de la Guardia Civil nos informaron de que se estaban haciendo enterramientos de manera irregular”, declaró al periódico ‘Madridiario’ el primer teniente de alcalde del municipio, José María Porras. Desde entonces, el consistorio asegura que ha estado manteniendo reuniones periódicas con asociaciones musulmanas para ver de qué manera resolvían el conflicto. “Queremos respetar al máximos los ritos islámicos pero cumpliendo la ley; comprobamos que no existía un registro normalizado sobre los enterramientos, que carecía de licencias y que la propiedad del cementerio corresponde al Ejército del Aire y no al Consulado de Marruecos como figuraba en una placa”, explicó Porras. El cementerio musulmán de Griñón fue construido durante la dictadura franquista para sepultar a los soldados de la Guardia Mora de Franco. El terreno, de 10.000 metros cuadrados y con capacidad para 800 cuerpos, es propiedad del Gobierno central, pero el pasado 17 de noviembre se acordó su cesión al municipio madrileño. La corporación municipal quiere sacar a concurso la gestión del cementerio y está trabajando en los pliegos de condiciones administrativas y técnicas que estarán listas dentro de un mes y medio.
¿Dónde pueden enterrar a los muertos?
Así las cosas, queda un problema pendiente y es saber dónde se van a enterrar a los ciudadanos musulmanes que fallezcan en la Comunidad de Madrid. El Ayuntamiento de Griñón reconoce que tendrán que ser trasladados a los cementerios islámicos de Burgos o Zaragoza. “Entiendo que puede ser un trastorno para los musulmanes, pero tenemos que cumplir la ley, nosotros hemos estado recibiendo cuerpos desde Galicia”, argumentó Porras. Por su parte, la comunidad islámica española pide que se respeten sus creencias. “Pedimos que se respete la Constitución Española y los Acuerdos que recogen la Ley 26/1992, que nos permitan seguir enterrando a nuestros familiares en el cementerio de Griñón y que se respeten los rituales fúnebres que llevamos a cabo los musulmanes”, declaró uno de sus portavoces. Varias asociaciones islámicas de la región protestaron el domingo pasado por la situación en Madrid y ante el Ayuntamiento de Griñón. Denunciaron que ya son siete los cadáveres esperando en cámaras frigoríficas a ser enterrados. El Colectivo de Unión de Comunidades Islámicas de España, que agrupa a asociaciones de las Comunidades de Madrid, Castilla y León y Castila-La Mancha, pidió al Ayuntamiento de Griñón la apertura inmediata del cementerio. Riai Tatari, presidente de esta organización, aseguró que el colectivo está en “contacto directo” con el Ayuntamiento del municipio para encontrar una solución satisfactoria para todas las partes. “Imagina que al dolor de perder un familiar se le sumara la incapacidad de poder afrontar el duelo por no poder dar sepultura a su cuerpo. Pues eso le está pasando a la Comunidad Musulmana de Madrid”. Con esta denuncia la ciudadana Nuria El-Haddad Boufares recoge firmas a través de ‘Change.org’ contra la “deshumanización del Ayuntamiento de Griñón”.