Marruecos evoluciona espectacularmente en materia comercial

 

Marruecos ha registrado una evolución espectacular en materia comercial  en los últimos 15 años y es una de las economías más integradas del mundo. Es lo que dice el último  estudio realizado por el gabinete McKinsey Global Institute sobre integración económica y progresión de los flujos comerciales internacionales. En este sentido, el estudio ‘Global flows in a digital age’ destaca que Marruecos, en el periodo entre 1995 y 2012, ganó 26 plazas en la clasificación de las economías más integradas  y  realizó la segunda progresión más importante del mundo. Sólo Isla Mauricio superó a Marruecos en integración económica y evolución de los flujos comerciales. McKinsey Global Institute asegura que “la economía marroquí está cada vez más integrada en la economía mundial”. En 15 años, recalca el estudio económico, “Marruecos es el segundo país que más ha progresado en términos de integración en los flujos mundiales”. Sobre la base de estos resultados, los expertos consideran que “Marruecos puede compararse con ventaja a la mayoría de las economías regionales, pero también a numerosas economías maduras. Pero hay un desequilibrio de la balanza comercial”. Para solucionar este problema, según el periódico económico marroquí ‘Les Eco’, Marruecos tiene que diversificar sus intercambios comerciales y orientarlos hacia países como Estados Unidos, Alemania y Reino Unido. En la actualidad, el principal socio comercial de Marruecos es la Unión Europea (UE), sobre todo España y Francia. En una columna de opinión publicada en el periódico de Casablanca ‘Aujourd´hui Le Maroc’, el director general de McKinsey Global Institute en Marruecos, Murad Taufik, se felicita de los resultados del informe y pone de manifiesto que “se trata de un indicador positivo, en la medida en que el estudio establece un vínculo entre el grado de integración de un país en los flujos mundiales, por una parte, y el crecimiento del PIB, por otra”.

 

Sin embargo, Taufik llama la atención sobre el hecho de que “la inclusión de Marruecos en la globalización implica también desafíos”. En la misma línea, el director general de  McKinsey Global Institute en Marruecos cree que “es necesario prestar atención a la capacidad de recuperación de la economía marroquí, en particular a la diversificación que permita al país  absorber los ciclos de la economía mundial con la que se relaciona”. En la última década, Marruecos ha vivido un crecimiento económico muy intenso. En pocos años, el país norteafricano pasó de ser una economía subdesarrollada a la situación de nación emergente desde el punto de vista económico. Numerosas multinacionales, pero también pequeñas y medianas empresas españolas, europeas y de otras latitudes, se han instalado en Marruecos, que es la puerta de entrada a África y un territorio estratégico de cara a este continente. Las infraestructuras viarias, ferroviarias y marítimas también se han desarrollado notablemente en los últimos años. Aunque la pobreza, las desigualdades sociales y la corrupción siguen siendo graves problemas, ha surgido una nueva clase media urbana que da estabilidad política al país. Por otra parte, la ministra delegada para Asuntos Exteriores de Marruecos, Mbarka Buaida, manifestó que una de las principales misiones de la diplomacia marroquí es defender el desarrollo económico y social del país.