Los alcaldes podrán ser analfabetos en Marruecos

Por Rachid Elalamy
Foto: El primer ministro islamista de Marruecos, Abdelilah Benkirane. 
 
Los alcaldes podrán ser analfabetos en Marruecos. No es ni una mentira ni una broma pesada difundida por un medio occidental o una web antimusulmana, sino una triste noticia de lo que ocurre en un país cuyo Gobierno del islamista Abdelilah Benkirane toma medidas políticas que sorprenden incluso a los votantes del Partido de la Justicia y el Desarrollo (PJD). Marruecos es un país que ha hecho grandes progresos económicos y sociales en los últimos años y la transición democrática, a pesar de muchos problemas en el camino, va avanzando. Pero los gobernantes islamistas, que comparten el poder ejecutivo con fuerzas conservadoras, centristas y de izquierda, olvidan a veces que estamos en el siglo XXI. Sus ideas, comportamientos y decisiones políticas avergüenzan a muchos marroquíes. La actividad política busca recobrar fuerzas tras el parón veraniego, y muchos ciudadanos marroquíes no entienden que los futuros alcaldes puedan ser personas analfabetas. Sin embargo,  es lo que pretende el anteproyecto de ley orgánica sobre municipios que prepara el Gobierno de Benkirane. El anteproyecto quiere eliminar el artículo 28 del  ordenamiento legal adoptado por el Parlamento y el Senado en 2002, que estipula que “sólo pueden ser elegidos presidentes [alcaldes de municipios], o ejercer temporalmente sus funciones, los miembros del consejo municipal que hayan obtenido al menos el certificado de estudios primarios”. “El Gobierno debe considerar que esta exigencia mínima es una exageración, y prefiere tener cargos públicos analfabetos, porque así son más fáciles de manipular. Es un insulto a la inteligencia de los marroquíes y a la democracia. Benkirane y sus amigos quieren volver al pasado”, comenta para Atalayar un dirigente de la opositora Unión Socialista de Fuerzas Populares (USFP). Fuentes del nacionalista Partido Istiqlal (PI)  consultadas por este medio también critican la medida, “que nos convierte en un país de tercera categoría y da una pésima imagen de Marruecos”. 
 
Control de Interior
Algunos observadores políticos aseguran que la decisión obedece a una necesidad política, la de controlar, por parte del Ministerio del Interior, a los alcaldes, concejales y cargos públicos en los ayuntamientos. Cuando la ley orgánica entre en vigor, los gobernadores podrán destituir a los alcaldes que no apliquen las recomendaciones del Ministerio del Interior. En los últimos 12 años, la obtención del certificado de estudios primarios ha sido un requisito obligatorio para ejercer un cargo público municipal. Un dirigente del PJD de Rabat contactado por Atalayar no quiso comentar la decisión del Gobierno de cambiar la ley, porque, según dijo, “no es una medida del partido, sino de los gobernantes”. La ley que prepara el Ministerio del Interior es, según los partidos de la oposición y varias asociaciones, un “paso atrás”. La oposición considera que el Estado tendría que exigir a los representantes políticos  que tengan estudios secundarios o universitarios para poder ejercer un cargo público. Según señala un  medio de comunicación digital, Marruecos ha vuelto a la época de “la centralización y del control del Ministerio del Interior”, como en la etapa autoritaria de Hasan II, cuando el poderoso responsable de este departamento, Driss Basri, controlaba la actividad política y social del país, nombraba y destituía en la sombra a cargos públicos, reprimía sin piedad a los opositores y compraba voluntades. En las filas del PJD hay descontento por esta medida y algunos diputados quieren enmendar el anteproyecto de ley. Habrá que ver si se atreven.