La Guardia Civil incauta un centenar de armas dirigidas a yihadistas

Natalia González Velázquez 

FOTO: Algunas de las armas incautadas 

 

La Guaria Civil ha incautado un total de 99 armas de fuego y 21.000 cartuchos metálicos en un garaje clandestino de Alicante, convirtiéndose en una de las mayores interceptaciones de munición realizadas en España.  

 

En la denominada operación Taronja, los Servicios de Información del instituto armado han detenido a siete miembros pertenecientes a una organización que adquiría armas inutilizadas en el extranjero y han desarticulado el taller clandestino en el que las manipulaban para que volvieran a servir, y que posteriormente vendían en el mercado negro. A los siete componentes de la banda se les imputan delitos de tráfico de armas, depósito de armas de guerra, depósito de municiones, tenencia ilícita de armas y contrabando.  

Conseguían las armas a través de internet y eran introducidas en el país por medios de paquetes postales no declarados. La operación se ha llevado a cabo en Vizcaya, Navarra, Burgos, Barcelona, Cantabria, Sevilla, Córdoba, Cádiz y Las Palmas. Entre las armas incautadas se encuentran una metralleta, nueve revólveres, quince pistolas, catorce subfusiles y cuatro silenciadores.  

Según el teniente Castellanos, responsable de la operación, “las armas podían ir destinadas a organizaciones terroristas ya que, los grupos yihadistas suelen obtener los fusiles y rifles en el mercado negro”. La Guardia Civil piensa que la formación ha podido comercializar con más de cien armas en el mercado negro, con unos precios de venta que oscilan entre 1.200 y 1.800 euros. Aunque no asegura tener la certeza de que está organización haya nutrido a terroristas, sí considera que ha podido pasar con cierta facilidad.  “Al ser armas de guerra, podían ser utilizadas en conflictos terroristas”, añade el teniente.