Opinión

Canarias: más allá del sol y la playa

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El domingo 13 de junio el programa Salvados de La Sexta emitió un programa centrado en la inmigración irregular de África a España. El foco de este fenómeno no se puso en Ceuta y Melilla -ambas de actualidad por la crisis con Marruecos- sino en las Islas Canarias, lo que enseñó a la gente de la Península Ibérica que en este rincón de España existen acontecimientos más allá del tópico del turismo de sol y playa.

¿Cómo se vive el fenómeno de la inmigración irregular en las Islas Canarias?, ¿cómo se vive la actual crisis diplomática entre Madrid y Rabat en Canarias? Estas y muchas más son las preguntas que salen cuándo uno se informa sobre el repunte de la inmigración irregular en las Islas Canarias y la crisis entre Marruecos y España. 

Antes de responderlas, empecemos por enumerar los estereotipos que acompañan a las Islas Canarias. Sí, tenemos sol casi todos los días del año y podemos ir a la playa en Navidades. Es cierto que geográficamente somos parte del continente africano. Tenemos un acento especial que causa admiración en la Península Ibérica, tenemos una hora menos (la cual, por cierto, debería ser la que se aplicase en toda España). En el terreno de la ofensa, nos molesta que piensen que somos vagos y que estemos cerca de Andalucía (quién no tiene un mapa de España donde Canarias aparezca en un cuadrado cerca del Golfo de Cádiz) y que ese rectángulo sea una barrera de plátanos. Finalmente nos incomoda que se rían de nuestra forma de hablar (explicación: somos capaces de pronunciar la CH, lo que ocurre es que la suavizamos).

Sin embargo, Canarias es mucho más que esos estereotipos: ¿sabían ustedes que el único diputado negro en el Congreso es un inmigrante senegalés que en su día fue un inmigrante irregular?1, como también desconocen muchos que la sede de Casa África, dependiente del Ministerio de Asuntos Exteriores, tiene su sede en Las Palmas de Gran Canaria y que el puerto de Las Palmas de Gran Canaria hay un almacén del PMA -programa de la ONU encargado de distribuir alimentos- que ha enviado alimentos a Yemen, entre otros destinos.

En lo que se refiere a la inmigración y la crisis con Marruecos, en Canarias lo que ocurre en África se mira con especial preocupación, pues por cercanía, cualquier evento negativo que pase allí puede repercutirnos, ya sea a través de la migración o la posible pérdida de oportunidades de negocio con Marruecos.

Respecto a la crisis migratoria, el repunte en lo que va de año y el anterior y las diferentes reacciones de Madrid a lo ocurrido en Ceuta y Melilla con lo vivido en Canarias ha instalado una sensación de abandono en la sociedad canaria. Es cierto que lo de Ceuta y Melilla se trataba de un asunto que afectaba a la soberanía nacional al calor de lo que los expertos consideran como un chantaje marroquí, que usó a sus ciudadanos para ejercer presión sobre España. Pero la rápida visita del ministro del Interior y del presidente a ambas ciudades autónomas para expresar su solidaridad dejó un gusto amargo en Canarias, que no recibió el mismo trato cuando la crisis migratoria alcanzó su cénit en el otoño del 2020, a pesar de pedir que ambos se desplazaran al terreno para conocer la situación.

Es importante destacar que cuando hubo la conocida crisis de los cayucos en el 2005-2006 la reacción de Madrid fue muy eficaz, con una buena coordinación entre las Fuerzas Armadas y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en lo referido al alojamiento y vigilancia de las costas, y por parte del Ministerio de Asuntos Exteriores, que comenzó a interesarse por el continente (no es casual que Casa África se fundase en el 2006). Además, la UE actuó con contundencia, pues Canarias fue de las primeras regiones en conocer al controvertido Frontex, el cual se implantó en el 2007, teniendo el efecto inmediato de reducir las llegadas de inmigrantes a las costas canarias.

En el capítulo de las relaciones con Marruecos, es el vecino más próximo a Canarias y los nexos comerciales y diplomáticos son sólidos (Existe un consulado general alauí en Las Palmas de Gran Canaria y hay un número considerable de empresas canarias con negocios en el país). Como también es importante destacar que la cuestión saharaui -el causante de la actual crisis bilateral- está muy arraigada en la sociedad canaria tanto por la cercanía con la zona como por el vínculo colonial (muchos canarios se asentaron allí cuando era parte de España y luego se instalaron en Canarias después de la marcha de España), de hecho, la activista saharaui Aminatou Haidar, una de las voces más destacadas en pro de un Sáhara independiente, vive en Las Palmas de Gran Canaria. Es además una cuestión política para algunas formaciones canarias, que abanderan la causa saharaui con orgullo, llegando a usar sus órganos de poder en pro de esa causa2. En el ámbito empresarial, a través de Proexca (órgano del Gobierno de Canarias para la internacionalización de las empresas canarias y para atraer inversiones a Canarias) se ha conseguido que compañías canarias en sectores claves como las renovables y el tratamiento de agua se implanten en Marruecos, hasta el punto de que existe una oficina de Proexca en la ciudad marroquí de Agadir, cercana al Sáhara Occidental, región con un alto potencial para los negocios en los sectores antes descritos. Un deterioro de las relaciones bilaterales tendría consecuencias fatales para las empresas canarias, impidiendo la diversificación de su economía, muy dependiente del turismo, especialmente en la reducción del paro, donde tenemos el triste honor de ser una de las comunidades autónomas con una de las tasas más altas en este aspecto. Además, arruinaría años de trabajo tanto por parte del Gobierno autonómico como por parte de las empresas en instalarse en Marruecos, destruyendo relaciones de negocios y amistad, además del conocimiento de la cultura de negocio y la realidad social de Marruecos (es importante destacar que ambas son relevantes, especialmente en un país musulmán como Marruecos).

En conclusión, más allá del turismo, Canarias experimenta unas realidades que pueden ser problemáticas para España. La inmigración irregular es un fenómeno de sobra conocido en las islas, como se vio en los años 2005-2006. Sin embargo, en la crisis vivida en Ceuta y Melilla, la reacción de Madrid no fue igual, con las ciudades autónomas recibiendo de manera inmediata las visitas del ministro del Interior y del presidente del Gobierno, algo que no vivió Canarias cuando repuntaron las migraciones en el otoño del 2020. Esto creó una sensación de abandono en Canarias, como si nuestros problemas no existieran, como si fuéramos ciudadanos de segunda. Respecto a Marruecos, la causa saharaui es de sobra conocida, tanto por cercanía como por el vínculo colonial. Además, Canarias se juega mucho en el terreno empresarial, pues a escala autonómica, se han hecho esfuerzos por promocionar las empresas de estas islas en Marruecos. Un empeoramiento de las relaciones arruinaría este trabajo, debilitando la economía canaria, muy dependiente del turismo y con una alta tasa de paro.

Como se puede ver, no todo en Canarias se limita al sol y la playa. También tenemos nuestros problemas, que también deberían ser los de España y los de Europa, pues somos su frontera más al sur.

Referencias:
  1. Luc André Diouf, diputado del PSOE por Las Palmas de Gran Canaria. Nacido en Senegal, llegó a España en 1991 con un visado temporal de turista, el cual expiró. Estando en situación irregular, se vio obligado a dormir en la calle. Para más información véase: Luc André Diouf: El diputado que durmió en la calle y temió que lo deportaran a Senegal | Público (publico.es)
  2. Véase “El Cabildo pide denunciar violaciones de derechos en Sáhara”, disponible en El Cabildo pide denunciar violaciones de derechos en Sáhara | Canarias7