Marruecos está dispuesto a legalizar el cannabis con fines médicos

Casi un año después de que Líbano legalizara el cannabis con fines médicos, Marruecos se convierte en el segundo país árabe en hacerlo. Una alternativa que resolvería muchas de las preocupaciones del reino en estos momentos de crisis sanitaria. Aunque hay muchos detractores de este enfoque, no faltan defensores de las innumerables virtudes terapéuticas de la planta.
La variedad marroquí de cannabis rifeña es llamada por los residentes locales el Beldia, una palabra que por extensión significa auténtico. El Beldia contiene niveles bastante bajos de THC, pero desde hace tiempo se ha mezclado con plantas híbridas para su producción en masa y su tráfico. Hoy en día, es casi imposible encontrarlo.
Hace dos semanas se anunció oficialmente el proyecto de ley sobre la legalización del uso del cannabis con fines médicos y terapéuticos.
Un texto que debe completarse para ser aprobado en el próximo Consejo de Ministros.
Durante varios años, ha habido una gran resistencia a este tema a nivel gubernamental, pero el partido gobernante PJD ha tenido que revisar su posición desde que el cannabis fue eliminado de la lista de estupefacientes más controlados por la agencia de la ONU. El proyecto de ley propone la creación de una industria legal del cannabis en la que los cultivadores se organizarían en cooperativas y venderían su cosecha a empresas de transformación locales o internacionales. Las plantaciones legales de cannabis no sólo mejorarán los ingresos de los agricultores, sino que también debilitarán las redes nacionales e internacionales de narcotráfico y atraerán inversiones extranjeras para aprovechar los ingresos del mercado internacional del cannabis. La aplicación de estas nuevas medidas solucionará también muchos problemas en la región del norte, sometida a revueltas populares desde que fue asfixiada por el cierre de los pasos y puntos comerciales con los enclaves españoles de Ceuta y Melilla.
Los detalles del proyecto de ley aún no han sido revelados y la información gotea al ser un tema tan debatido. Pero lo que ya se sabe es que se han previsto herramientas de control, incluida la creación de una agencia nacional para controlar la producción, el transporte y las ventas. Sin embargo, el uso recreativo del cannabis en Marruecos sigue estando prohibido. En el Parlamento, el partido islamista PJD tiene mayoría y aún debe aprobar el plan en los próximos días. Para Marruecos hay mucho en juego. Según la agencia antidroga de las Naciones Unidas, Marruecos es uno de los principales productores de cannabis del mundo. El proyecto de ley 13-21 marcará la historia del reino y ayudará a redistribuir las tarjetas tanto a nivel nacional como internacional. Pronto se darán a conocer las zonas de las provincias dedicadas a la producción de cannabis medicinal. El cultivo de cannabis sólo se permitirá en las regiones del norte, donde es mayoritario.
El comercio ilícito de cannabis en Marruecos se estima en 15.000 millones de dólares.
Esto supone casi el doble de las estimaciones ya publicadas. Estos beneficios van a parar principalmente a los bolsillos de las bandas del crimen organizado y los narcotraficantes. Con la actual situación de ilegalidad del cannabis, los agricultores reciben 500 millones de dólares, mientras que los narcotraficantes reciben los 14.500 millones restantes.
Pero lo que no sé en este momento es si una amnistía general afectaría a los cultivadores ilegales. En cualquier caso, es el deseo de muchos, incluido Nourdine Mediane, presidente del grupo Istiqlal (partido histórico de Marruecos) en la Cámara de Representantes, que pide que se indulte a unos 300.000 agricultores.
Marruecos, que lleva varios años intentando frenar el problema del narcotráfico, consiguió en 2003 reducir la superficie de cultivo de cannabis de 134.000 hectáreas a 47.000, pero gran parte de ese comercio escapa al control de las autoridades. Por tanto, lo que está en juego es enorme para el país. Aunque a algunas personas les sorprendió este proyecto de ley, los indicios fueron visibles el pasado mes de diciembre, cuando Marruecos fue uno de los países que votó a favor de retirar el cannabis de la categoría de droga más controlada, siguiendo la recomendación de la Organización Mundial de la Salud de facilitar la investigación sobre su uso médico.
Para que conste, el Partido de la Autenticidad y la Modernidad (PAM) y el Partido Istiqlal (PI) habían presentado en el pasado proyectos de ley sobre el tema, pero no fueron retenidos. Se calcula que la producción de cannabis mantiene a unas 90.000 familias en Marruecos. Esta actividad se concentra en el norte del país, donde Alhucemas es el mayor productor.