Turquía y Marruecos echan un pulso

En un momento en que el presidente turco Recep Tayyip Erdogan ha pedido el boicot de los productos franceses que algunos países árabes han seguido tras la publicación de la caricatura del profeta Mahoma por el periódico francés Charly Hebdo, se está desarrollando un boicot de los productos turcos.
A la cabeza está Arabia Saudí, que lidera la operación a costa de los tweets oficiales. Uno de los más elocuentes es el del jefe de la Cámara de Comercio saudí, Ajlan al-Ajlan, quien pidió que Turquía y sus crecientes apetitos se aislaran evitando todo contacto con el país desde Erdogan. “Ya sea a nivel de importaciones, inversiones o turismo, es responsabilidad de cada comerciante y consumidor saudí, en respuesta a la persistente hostilidad del Gobierno turco hacia nuestros líderes, nuestro país y nuestros ciudadanos", sentenció. El hashtag del boicot ha sido ampliamente seguido en las redes sociales, pero se necesitará un retorno a la vida normal y el restablecimiento de las aerolíneas para ver hasta dónde puede llegar el boicot. En cuanto al turismo, Turquía es uno de los destinos favoritos de los saudíes.
La Isla de los Príncipes y más particularmente la de Büyükada es muy popular entre la gente adinerada de Riad y en el desembarcadero, los horarios de salida y llegada de los barcos están escritos en árabe para satisfacer a esta selecta clientela.
Pero, por el momento, todo indica que el aislamiento de Turquía se está organizando y Marruecos parece seguir este camino.
¿El reino cherifiano está del lado de Arabia Saudí o más bien de Francia cuyas relaciones están bajo alta tensión con el amigo Erdogan? En cualquier caso, en Marruecos se ha decidido revisar sus acuerdos de libre comercio con Turquía y sobrecargar los productos turcos hasta el 90%, lo que los haría invendibles.
El proyecto de ley firmado el 24 de agosto con el ministro turco Ruhsar Pekjan, y tras ser aprobado por el Consejo de Gobierno y presentado al Parlamento para su ratificación, fue aprobado.
"Marruecos es el mayor mercado de exportación de Turquía en el norte de África, con 2.240 millones de dólares en 2019, según las cifras de la Asamblea de Exportadores Turcos", según un informe de Middle East Eye.
Pero este mercado parece ser más ventajoso para Ankara que para Rabat. Además, el ministro de Comercio e Industria de Marruecos, Moulay Hafid Elalamy, no ha dejado de criticar el acuerdo firmado en 2004.
Pero hoy todo parece listo para poner fin a la hegemonía turca. Los que creen en la aleatoriedad del calendario no pueden dejar de pensar que el momento parece perfecto para Riad y París.
En la mira del ministro marroquí, la cadena de supermercados BIM. La marca de alimentos turca que supera todos los precios nunca ha podido competir hasta ahora, a pesar de los intentos de los grandes y bien establecidos minoristas. El Hard Discount tiene ahora una amplia cobertura con 531 puntos de venta en todo el país, lo que lo convierte en el mayor minorista en términos de número. Sin embargo, hace unos años, los especialistas habían predicho su desaparición, pero la empresa de descuento continuó su ofensiva (con pérdidas) hasta que sus volúmenes le permitieron aplastar y reducir el costo de la logística. Hoy en día está presente en los lugares más improbables de Marruecos y se confirma por su anclaje en pequeñas ciudades, como Larache en el norte del país
¿Hoy se contarían las horas de BIM? El aumento de las corrientes comerciales entre Marruecos y Turquía, y aunque durante un tiempo fueron arrendadas, siempre han sido beneficiosas para Ankara. El déficit se estima en 18.000 millones de dirhams, según Rabat. En estos tiempos de crisis económica se hace imperativo cuestionar las cifras y la elocuencia de estos intercambios. "Cada vez que se abre un punto de venta en un barrio, 60 tenderos ponen la llave bajo la puerta como por milagro", se dice que el ministro marroquí le dijo al jefe del BIM. ¿Pero es culpa del descontador o es culpa de Marruecos, que no protegió sus intereses? Es cierto que las pequeñas empresas marroquíes fueron aplastadas por la BIM y obligadas a cerrar, pero esto no es nuevo. Aparte de la alimentación y la distribución masiva, el sector textil marroquí lleva casi dos décadas sufriendo sin ninguna solución.
Muchas pymes han tenido que cerrar y declararse en bancarrota desde que el mastodonte turco puso pie en el país. "Tengo un problema con Turquía: 19.000 puestos de trabajo en el sector fueron destruidos en 2014, 24.000 en 2015, 35.000 en 2016, 44.000 en 2017", continuó el ministro en su acusación.
La ropa y los textiles turcos han sido gravados con un 36% desde el pasado julio. ¿Dejará Turquía su piel en estas negociaciones? Todo parece confirmarlo en estos tiempos inciertos.