La política estratégica regional de Teherán tras el atentado del 7 de octubre

El ayatolá Ali Jamenei - PHOTO/HO/KHAMENEI.IR
El ayatolá Ali Jamenei - PHOTO / HO / KHAMENEI.IR
  1. La respuesta de Teherán tras el 7 de octubre

Al dirigirse a los Gobiernos islámicos el 3 de octubre de 2023, el líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, advirtió a los dirigentes contra la normalización de sus relaciones con Israel, equiparando todas las iniciativas a apostar por un caballo perdedor.

Apenas unos días después de su discurso ante los Gobiernos islámicos, combatientes de Hamás se infiltraron en territorios israelíes, lo que culminó en una guerra en Gaza. La guerra no sólo revirtió los procesos de normalización entre Israel y Arabia Saudí, sino que desplazó incluso al simpatizante acérrimo (la simpatía pública se volcó con los israelíes en las primeras semanas) hacia los palestinos (y el mundo islámico) a medida que la batalla en Gaza enfurecía. Aunque Teherán negó su papel en la orquestación del atentado del 7 de octubre, los expertos sostuvieron que se le ocultó deliberadamente la naturaleza/especificidad o intensidad del ataque, a pesar del control estratégico que Teherán ejerce sobre Hamás. Dicho esto, los dirigentes políticos de Teherán siguen atribuyéndose el mérito después del 7 de octubre, amenazando a Israel en prácticamente todas las reuniones políticas y no políticas. Para los seguidores de los ayatolás, el conflicto tiene mayor importancia, sobre todo para el mundo islámico, ya que refuerza su discurso/narrativa antiestadounidense y demuestra que su inversión en el eje de la resistencia (incluido Hamás) es eficaz incluso contra las potencias mundiales.

Con las Fuerzas de Defensa israelíes combatiendo a los combatientes de Hamás en Rafah, la política de seguridad regional de Teherán (tras el ataque de Hamás del 7 de octubre) puede resumirse como sigue:  

  • Según Teherán, sigue disuadiendo con éxito las ofensivas estadounidenses/israelíes.  
  • Según Teherán, ha conseguido aumentar el coste financiero de las ofensivas israelíes en Gaza, obligando a Estados Unidos a pivotar entre Ucrania e Israel, y ha logrado evitar que la guerra de Gaza se convierta en un conflicto regional.  
  • Según Teherán, ha mantenido con éxito una sinergia entre el eje de resistencia contra los esfuerzos militares y diplomáticos de Estados Unidos/Occidente/Israel. 

La respuesta de Teherán tras el 7 de octubre

En respuesta al ataque de Hamás contra Israel, Washington comenzó a desplegar importantes recursos militares en la región en las dos primeras semanas posteriores al 7 de octubre. Entre los recursos militares se encontraban dos grupos de combate de portaaviones, una fuerza de respuesta rápida de marines reforzada con baterías de defensa aérea (pocas piezas de artillería) y un número significativo de aviones de ala fija y rotatoria. Su misión era impedir que los representantes iraníes desvelen o atacaran cualquier punto débil de las defensas israelíes, con la posibilidad de una respuesta conjunta estadounidense/israelí si se produjera un incidente similar o un ataque iraní directo. Para ello, Teherán mantuvo una postura de disuasión ante cualquier ataque conjunto estadounidense-israelí, si este último decide responder por cualquier medio militar.    

Al analizar la respuesta de Teherán tras el 7 de octubre (declaraciones emitidas durante discursos públicos o discursos formales emitidos por los dirigentes políticos), la pauta refleja una grave gratificación. Esto se refleja en el primer discurso público del Líder Supremo tras el 7 de octubre, en el que no sólo respaldó la violencia, sino que también describió a los atacantes como valientes jóvenes palestinos. Sus palabras, cuidadosamente elaboradas, no sólo reflejaban apoyo a los palestinos locales, sino que pintaban el ataque de Hamás como una iniciativa exclusivamente palestina, negando la implicación de Teherán. Desde entonces, los dirigentes políticos de Teherán siguen reiterando (una y otra vez) que el atentado del 7 de octubre fue una iniciativa exclusivamente palestina y lo describen como una respuesta a la ocupación israelí de sus tierras. Dicho esto, la fuerza del grupo refleja un apoyo sostenido de Teherán que, según el autor, podría haber sido decisivo para darles poder para llevar a cabo el atentado del 7 de octubre. Aunque ninguna de las potencias mundiales pudo confirmar el papel directo de Teherán, los expertos siguen especulando con el papel de los comandantes de Hezbolá de haber entrenado a la milicia de Hamás en Siria y Líbano.

Armamento iraní en la proa de un barco - PHOTO/ARCHIVO
Armamento iraní en la proa de un barco - PHOTO/ARCHIVO

Además de dirigirse a la opinión pública iraní (y a los miembros del mundo islámico), Teherán inició una campaña diplomática sostenida para reforzar la afluencia de apoyo palestino en Europa. Los líderes políticos iniciaron una campaña sostenida en todo Oriente Medio, con la intención de contrarrestar el compromiso diplomático de Israel con los Estados árabes y reforzar el suyo propio, en particular con el Reino de Arabia Saudí. El entonces ministro de Asuntos Exteriores iraní, Amir-Abdollahian, realizó una gira por varios países árabes en busca de apoyo para el Eje de la Resistencia, con el fin de contrarrestar la influencia de Washington en la región.  

En la transición hacia 2024, la política estratégica regional de Teherán se centró en la consecución de tres objetivos clave:

Desescalar el conflicto regional

Los líderes políticos de Teherán intuyeron que estaba surgiendo un posible conflicto con Washington y Tel Aviv, lo que aceleró sus acercamientos en el Golfo, en particular con Arabia Saudí, que estaba sometida a una inmensa presión por parte de Washington. Así lo puso de manifiesto el hecho de que EAU restringiera el uso de su espacio aéreo a los medios aéreos estadounidenses, y el compromiso ampliamente cubierto entre el difunto presidente Raisi y el príncipe heredero saudí Mohamed Bin Salman en el trasfondo de una cumbre de emergencia organizada por la Organización de Cooperación Islámica. Sin embargo, ninguna nación árabe se unió al llamamiento de Teherán para imponer sanciones a Israel, con lo que la estrategia discursiva de Teherán resultó parcialmente eficaz.   

Más municiones, más el coste

Además, siguiendo las recomendaciones del CGRI, Teherán se centró en aumentar la intensidad de los ataques en Gaza, con la intención de incrementar el coste de las municiones suministradas por Washington (a Tel Aviv) y evitar al mismo tiempo una escalada regional. Para ello, Teherán encargó a Hezbolá, Hamás y algunas facciones de la PIJ que intensificaran las ofensivas en Gaza. El resultado fue una escalada renovada de Hezbolá en las ciudades fronterizas del norte de Israel que empantanó a las IDF. Dicho esto, Teherán elevó el coste financiero del conflicto al empantanar a las IDF en múltiples teatros y logró evitar una mayor escalada del conflicto.

Soldados iraníes desfilan ante el presidente Ebrahim Raisi durante un desfile militar en el marco de una ceremonia que marca el día anual del Ejército del país en la capital Teherán, el 17 de abril de 2024 – PHOTO/AFP
Soldados iraníes desfilan ante el presidente Ebrahim Raisi durante un desfile militar en el marco de una ceremonia que marca el día anual del Ejército del país en la capital Teherán, el 17 de abril de 2024 – PHOTO/AFP

Estrategia de unidad de los frentes

Después del 7 de octubre, Teherán mantuvo la coherencia dentro del Eje de la Resistencia, intensificando las acciones militares contra todas y cada una de las ofensivas estadounidenses/israelíes. Para presionar a las IDF, Teherán empleó una estrategia doble:  

  • Contrarrestar diplomáticamente a Tel Aviv/Washington en todas las plataformas internacionales 
  • Aumentar la intensidad de la acción militar en Gaza, acorralando a las IDF en múltiples frentes. 

Dicho esto, la rápida integración/movilización de las facciones del eje de la resistencia en apoyo de Hamás -cada una con una jerarquía y expectativas políticas/militantes diferentes- sorprendió a los dirigentes políticos no sólo de Teherán sino también a la alta jerarquía de Hamás, demostrando su eficacia. Dicho esto, demostró aún más su eficacia como herramienta crítica de diplomacia coercitiva, a la luz de la capacidad de Teherán para controlar y comandar varios grupos (con intereses variados) compartiendo responsabilidades (entre los miembros del eje), demostrando disciplina. El ataque del 7 de octubre demostró que el Eje de resistencia es una herramienta inadecuada en un enfrentamiento militar directo/convencional, ya que se basa en el refuerzo numérico, carece de material militar y apoyo aéreo necesarios. 

No sería incorrecto afirmar que, al contrarrestar a las Fuerzas de Defensa Israelíes (IDF) en Gaza, Teherán ha demostrado la eficacia del Eje de resistencia al demostrar su coherencia y su capacidad para aumentar el coste de la guerra. Dicho esto, desde el 7 de octubre Teherán parece expandir agresivamente su influencia diplomática en Oriente Medio (para contrarrestar la influencia de Washington) aprovechando al máximo la ola de apoyo que emana hacia los palestinos, lo que, según el autor, podría no dar el resultado deseado.  

El desafío que se avecina

No cabe duda de que Teherán ha reforzado su postura diplomática en el Golfo desde el 7 de octubre, aunque sus vecinos Pakistán e Irak podrían discrepar. Puede que Teherán haya atacado con misiles como venganza y, en cambio, haya deteriorado las relaciones con sus vecinos.

El 16 de enero de 2024, Irán llevó a cabo ataques aéreos en Pakistán con la intención de vengarse de los once guardias fronterizos iraníes asesinados por Jaish al-Adl, un grupo militante de etnia baluchi, unas semanas antes. Tras la visita del presidente Raisi a Pakistán, en la que el ánimo de la nación pareció volverse favorable a Irán, se dejó sentir el resentimiento del estamento militar pakistaní que, según un experto, presionó al gobierno civil para que adoptara una postura más firme. Quizá el CGRI no lograra comunicarse con sus homólogos paquistaníes, el Cuartel General (GHQ) con sede en Rawalpindi recomendó más represalias para mostrar fuerza.

Miembros del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (IRGC) - AFP/HO/PRESIDENCIA IRAN
Miembros del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (IRGC) - AFP/HO/PRESIDENCIA IRAN

Dicho esto, también el 16 de enero, el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI) lanzó un ataque con misiles contra Erbil, en la región iraquí del Kurdistán, violando la integridad territorial de Irak. El CGRI pretendía atacar una base de operaciones del Mossad en la ciudad, pero no facilitó ninguna prueba ni indicio de su pretensión al Partido Democrático del Kurdistán (PDK). Según un erudito kurdo, este episodio tuvo un efecto negativo, al invertir las relaciones diplomáticas con los países vecinos. 

  • Dicho esto, la política estratégica de Teherán tras el 7 de octubre: 
  • Poner fin temporalmente a la diplomacia nuclear,  
  • Aumento de las tensiones con Occidente,  
  • Aumento de la presión económica sobre Irán,  
  • Creación de desavenencias con sus vecinos (Pakistán e Irak). 

El camino por recorrer

Según Teherán, la sincronización entre varios grupos del eje de la resistencia y las pérdidas que infligió a las Fuerzas de Defensa Israelíes (IDF) y a Estados Unidos equivalen a una victoria. Aunque la relación de Teherán con el Golfo parece normalizarse, un experto destaca cierta desconfianza en las economías del Golfo, derivada de la incapacidad del CCG para entablar un diálogo constructivo con Teherán.   El atentado de Hamás del 7 de octubre y sus consecuencias posteriores (la guerra en curso en Gaza) pueden haber beneficiado a Teherán con logros significativos, lo que le permite formular una política estratégica para el espacio regional, y crean desafíos a largo plazo. 

Anant Mishra es profesor visitante en el International Centre for Policing and Security de la Universidad de Gales del Sur. 

IFIMES - Instituto Internacional de Estudios sobre Oriente Medio y los Balcanes, con sede en Liubliana, Eslovenia, tiene estatus consultivo especial en ECOSOC/ONU, Nueva York, desde 2018 y es editor de la revista científica internacional "European Perspectives".