Opinión

Un crítico del Polisario en Marrakech

                                                                                                                   Por Jamal Eddine Mechbal

Mahjoub Salek , miembro fundador  de la organización político-militar, el  Frente Polisario, y líder de la corriente crítica dentro del mismo movimiento, llamada “Jat Achhid”, fue uno de los participantes en el Foro Mundial de los Derechos Humanos (FMDH) en Marrakech. Su participación en el FMDH, junto a los más de noventa y siete delegaciones, además de las ocho que boicotearon, contribuyó  al éxito del FMDH. Participantes y opositores, juntos, han constituido  elementos  de ese éxito y muestras del alto nivel de la libertad, democracia y  el respeto a los DDHH, que se están anclando en el país vecino, que algunos quisieron intencionadamente  minimizar, incluso silenciar.

Éste miembro fundador  del Polisario, siendo disidente de la cúpula que controla este movimiento armado, sigue considerando  el tema del Sahara como  un tema  de descolonización. Con motivo de su presencia en el Foro de Marrakech, tuvo ocasión de hacer declaraciones a las televisiones marroquíes y a la prensa. El periódico marroquí  Amasase  del 4 de diciembre 2014 mantuvo con él una interesante entrevista, de la que recogemos lo esencial.

Salek fue preguntado sobre las últimas amenazas del Polisario de volver a las armas, a lo que contestó que el último discurso del rey de Marruecos, logró desenmascarar  al Polisario. Este mentía a la gente en los campos de Tindúf, diciendo que  está negociando  con Marruecos y que pronto arrancará la independencia y logrará una vida normal para la población en Tindúf. El discurso del Monarca hizo reaccionar a la gente contra una cúpula que lleva décadas mintiendo y  prometiendo lo que no puede lograr. En este contexto, se inscribe las amenazas del Polisario y sus maniobras militares llevadas a cabo en territorio argelino.

Salek recuerda  que el Polisario ha sido constituido  sobre principios claros que son: libertad, dignidad y la independencia. Pero la cúpula abandonó estos principios y actualmente comercializa con los sufrimientos de la población a favor de sus intereses particulares.  La corriente “Jat Achahid” ha sido creada, según Salek, para recobrar los valores  que son; instaurar la justicia y democracia dentro del Polisario. Pues “no podemos hablar  de liberación, independencia y  libertad, sino existe libertad y democracia dentro del Polisario. ¿Para qué sirve crear  una organización que reclama la liberación, sino existe la libertad y la democracia para elegir la cúpula dirigente, y se mantiene ésta usurpando el poder  más de cuarenta años?” y exclama “ Es un poder dictatorial que no va a cambiar nada sobre el terreno”.

Salek  se remonta a 1970, cuando un grupo de  saharauis se manifestaron en la localidad marroquí de Tan Tan, alzando el eslogan  “Con la lucha armada y nuestras vidas, liberaremos el Sahara” y “Sahara libre, España fuera”, esta manifestación  fue reprimida duramente. Acusó a las fuerzas del  orden público bajo mando de Oufkir y Dlimi, los hombres fuertes del régimen de entonces, de haber encarcelado a los cabecillas y de que les torturaron, además les dijeron que “si quieren liberar el Sahara, que lo hagan pero aquí no queremos disturbios”. Recuerda incluso el nombre del responsable que les dijo  la frase. Es un tal Hakouri, jefe  entonces de la localidad de Tan Tan. A raíz de ello, “en efecto, salimos a liberar el Sahara. Entonces Gadafi nos ayudó e impuso su  poder sobre nosotros. También Argelia nos ayudó, e  impuso su poder sobre nosotros. Pero esto no impidió que continuáramos con nuestra lucha para liberar el Sahara”

El entrevistador le replica que “de esta manera se convirtieron de un movimiento de lucha contra la ocupación española en rehenes en manos de Argelia, portadores  de posturas radicales contra Marruecos”. Salek contesta, “en realidad, cundo  Argelia empezó a ayudarnos, rechazó que fuéramos  una revolución armada”. Los dirigentes argelinos les aconsejaron  que se constituyeran en un partido político en el Sahara español y reclamaran al régimen franquista la autodeterminación que Argelia apoyaría ante  la ONU. “Hasta ese momento (1972) el separatismo no estaba planteado. Lo planteado  entonces era la  resistencia contra España y la expulsión del colonialismo”, pero el Ouali puso a Argelia ante los hechos consumados al iniciar la lucha armada. Ante esta situación Argelia les permitió instalarse en su territorio pero sin facilitarles las armas indispensables que habían sido ofrecidas generosamente por la Libia de Gadafi. Ante esta situación y para evitar que el Polisario cayera  en manos  de Libia, es cuando Argelia le ofreció armamento y entrenamiento. “En este momento es cuando las cosas toman otro cauce”.

El Polisario comenzó en 1981 y 1982 a  detener  de manera arbitraria a saharauis acusándolos de traición, sin  juicio. Es cuando Salek, según sus declaraciones, empieza a protestar por estas detenciones arbitrarias, siendo detenido y encarcelado durante nueve años en un lugar secreto terrible.  Sin ninguna acusación, ni juicio ”mi mujer quedó viuda y mis hijos huérfanos durante estos nueve años. Cuando me liberaron mis hijos no me reconocieron, ni yo a ellos”. Describe su cautiverio en una mazmorra, aislado del mundo, “no salía de ella solo para que sea sometido a las torturas. En esa terrible prisión murieron mucha gente y enloquecieron otras tantas”

Desde  su liberación en 1999, Salek según sus palabras,  intentó llevar a cabo una oposición mediante los mecanismos internos del Polisario, pero quedó convencido que son mecanismos controlados por los caudillos del Polisario y en  febrero 2004 anunció junto con otros saharauis la constitución de “Jat achahid”, enfrentándose a un severo control y presiones del Polisario y de Argelia, que llegó, incluso, a retirarle el pasaporte,  como también a sus seguidores.  Asegura  que en los comportamientos, los saharauis  son hoy más espabilados, conscientes  y atentos a las actuaciones de los líderes del Polisario. El mundo ha cambiado y lo único que no cambia es la cúpula del Polisario, que  sigue actuando con la mentalidad de los años setenta.

Preguntado sobre el proyecto de autonomía presentado por Marruecos, dice que fue recibido por “Khatte Achahid” primero, “como una propuesta para negociar y hemos visto la composición del Consejo Real Consultivo para los Asuntos del Sahara (CORCAS) y hemos visto lo genial y dictatorial del CORCAS y sus tensiones internas…”resaltando la hegemonía  Khale Hanna Ould Rechid  sobre el Consejo  y su dictadura, con el resultado de que todo quedó en letra muerta. Para Salek, el proyecto autonómico carece de seriedad y credibilidad y de la buena fe. Carece también de cuadros saharauis íntegros y  no saharauis rentistas que se aprovechan del conflicto para sus intereses particulares. Señala que al proyecto “no se le dotó de los mecanismo adecuados. Además, para que la idea sea acertada debe ser aceptada por los saharauis. En declaraciones a los medios de comunicación mauritanos les dije que cuando existe una voluntad sincera para hacer de la autonomía la solución definitiva al problema planteado, debe abarcar las fronteras históricas del Sahara. Es decir, desde el rio Nun hasta el Güera y que solo se otorgue un  cargo en el gobierno autónomo a quien  sea competente para ello” Cuando los saharauis vean esto, prosigue Salek, no tendrán ningún motivo para permanecer en Tindúf”.

 Critica a algunos saharauis porque, según Salek, “ son una minoría que vivió de la política de rentas y ordeñando la vaca marroquí, convertidos en los más ricos, entre los ricos, se convirtieron en el obstáculo para llegar a una solución para el Sahara Occidental.” Destacando que existen  muchos jóvenes saharauis, patriotas leales, que no quieren que este conflicto perdure  y les duele. Quieren que  las familias se reencuentren; son los que deben de ser escuchados por el Estado marroquí.

El entrevistador le replica, que en este caso estará de acuerdo en que la idea de separarse de Marruecos deja de ser una solución lógica.  Salek  contesta con rotundidad  ”vosotros los marroquíes tenéis el problema del separatismo, el de los secuestrados y yo no entiendo esto” y puntualiza, “la separación, es cuando hablamos de crear una república en el Rif, o en Sous, porque son regiones que han sido siempre pertenecientes al Estado de Marruecos, mientras el Sahara Occidental ha sido colonizado antes de que Marruecos sea colonizado.  Entró en un  conflicto y atraviesa la etapa de la descolonización que se sigue discutiendo, cada año en la ONU, en la cuarta comisión. El Sahara pues, nunca fue provincia marroquí, que se separó. Nosotros hemos luchado por la liberación del  Sahara,  Marruecos no nos ayudó en ello. Hemos tomado las armas contra España y no hemos dicho que vamos a separarnos de Marruecos, porque simplemente el Sahara no era marroquí, en ese momento de 1972”

 No obstante, Salek reconoce en su entrevista, la relación entre la población saharaui y el Rey de Marruecos, resaltando que estas relaciones se mantendrán puesto que los  saharauis respetan al Rey, porque para ellos es un jerife y el problema no está en el Rey. Para Salek la solución no radica en la separación, ni en una autonomía, sino “en el respeto a los saharauis y preguntarles como quieren  vivir  en un territorio donde se respete la justicia, la libertad y los derechos humanos”

Salek resalta la aparición de una juventud, mucho más radical que “Khat Achahid”, puesto que ésta última reclama solamente un dialogo, un congreso democrático y elecciones limpias, mientras que estos  jóvenes exigen  cambiar  la cúpula del Polisario y procesar a sus actuales líderes  por sus crímenes. Pero el problema para Salek, consiste en que Argelia es la que controla la situación, además la dirección del Polisario convirtió sus fuerzas en soldados de represión para defender  a la cúpula,  en vez de la liberación del Sahara.

En relación a la pregunta sobre  qué pretende exactamente Argelia , Salek contesta que “ Argelia quiere eternizar el conflicto, para que Marruecos se quede ocupado siempre , evitando  pensar en sus fronteras con Argelia” y termina resaltando que los líderes del Polisario comparten  el mismo objetivo, en el sentido de que no quieren que se solucione el conflicto saharaui, puesto que se convirtió en un negocio rentable, les  aporta ventajas y viven de la permanencia del conflicto. “El único perjudicado son los niños, las mujeres, los ancianos,  quienes pasaron cuarenta años en las tiendas, convertidos en mercancía con la que todos trafican”