Opinión

El Hukúma hamka

José María Bartol Espinosa

Pie de foto: Imagen de un puesto en el mercado de Tánger

La traducción es  ‘El Gobierno está loco’ puesto que el copulativo ser/estar en lengua árabe queda obviado, en realidad lo que deseo decir es: ‘el gobierno se está volviendo loco’, pero no se escribirlo.  Es evidente que me refiero al Gobierno maghrebí porque el español ya está loco de remate desde hace muchos años y según observadores y analistas internacionales no tiene visos de recuperación.

    Coincidiendo con el final del Ramadan-2016 el Gobierno de Marruecos nos ha sorprendido a propios y extraños con dos medidas de esas que te llevas las manos a la cabeza al tiempo que dices: increíble, imposible, inaudito, inconcebible etc etc.etc. Ignoro si se han plasmado en el Boletín Oficial del Estado porque son de esas cosas que, pasado un tiempo, igual sientes vergüenza al leerlas.

    Veamos, la primera ha sido la prohibición de releer la prensa escrita por parte de segundos o terceros, es decir que usted compra un periódico y no puede pasarlo a un amigo o compañero sino que él debe comprarse otro periódico, ¿me explico? . Se pretende con ello ayudar a las editoriales y los diferentes medios de prensa escrita que por lo visto las están pasando canutas, no porque la gente cada día lea menos sino porque el progreso implica que todo el mundo tiene internet en los teléfonos móviles, y que la televisión vomita en directo cuanta información  vemos escrita al día siguiente; en realidad la prensa escrita ha quedado para gloria de las grandes firmas de opinión muy especializada, generalmente escritores y profesionales buscados por ávidos pero escasos y selectivos lectores.

    Si el Gobierno -éste y todos los gobiernos del mundo civilizado - quiere ayudar a la Prensa escrita, lo tiene muy fácil, basta con repartir los edictos y todos los anuncios de organismos y empresas públicas, así como “recomendar” a las grandes empresas, privadas o para-estatales que se anuncien periódicamente abonando las tarifas pertinentes del mercado. Comprar “x” números de ejemplares y repartir gratuitamente en ministerios, cuarteles del Ejército y demás organismos oficiales. Es probable que esto ya se haga, ¡pues mas números!.

    Eso de obligar a leer prohibiendo leer, suena pero que muy mal.… Todo parece una broma, rápidamente aclaro la cuestión con mi tendero de revistas y prensa… ¡nada de eso Sr.! me responde, …“son tonterías… los periódicos ya son muy listos, cuando denuncian las corruptelas de ese u otro partido político, y si callan las del otro es porque éste les paga y aquellos no les pagan” …!como un oráculo, oye!

    La segunda noticia es más alucinante: el Gobierno de Marruecos ha vetado el uso de las bolsas de plástico (¿?)… cierto es que las bolsas de plástico revoloteando por las afueras de pueblos, aldeas y ciudades constituye una nota paisajística autóctona de encantadora raigambre. Cualquiera que visite Marruecos enseguida repara que gran parte de las personas que circulan por las calles llevan asidas bolsas de plástico de todos los colores pero con preferencia el negro. Los cubos de basura y contenedores se llenan de ellas y las hediondas explanadas de basureros municipales están llenas de bolsas formando un mar de plástico.

    La finalidad es buena, mejorar el medio ambiente y evitar que tanto plástico acabe flotando en los mares y océanos del planeta ahogando animales y envenenando suelos y aguas. Hasta ahí, correcto.  Pero la medida tomada no parece muy coherente. Es como si un país donde se ha declarado una epidemia de cólera, en lugar de medicamentos repartiesen orinales entre la población.

    En el n°6 de la revista KANTARA, publicado en mayo del 2011, un marroquí llamado Nuredin Gribi se atrevía a decir: “la basura marroquí es una autentica mina de oro”; había fundado la primera empresa nacional para reciclaje de aceites usados con objeto de obtener biocombustible, la última fase del proceso la realizaba en Holanda, país donde había aprendido todo éste proceso tan magnifico empresario. Que se sepa, ni obtuvo ayudas gubernamentales ni ha sido emulado por otros emprendedores maghrebíes.

    Parece inaudito que, con los avances tecnológicos de hoy día, no existan procedimientos de salubridad que puedan separar los elementos plásticos del resto de basura orgánica, las plantas de tratamiento ya están inventadas, solo falta usarlas adecuadamente por profesionales competentes e inspectores y facultativos exigentes en el cumplimiento de su labor.

   Me quieren decir cómo se puede ir al zoco del pescado y comprar un kilo de sardinas sin bolsa de plástico, porque, claro, se trata de eliminar las bolsas no de cambiar al comprador de las mismas, es decir que en lugar del sr. del puesto de frutas, verduras, pescado o carne, te lleves varias bolsas en el bolsillo del pantalón y por supuesto un cesto grande modelo “caperucita roja” para luego introducir las mismas ya que te faltan dedos de sujeción.

    Aunque están casi vivas, es muy difícil traerse del mercado de mariscos una langosta caminando amarradita con una cuerda como si fuera un chihuahua, o un rape suspendido de la cola, ¡con esa horrible cabezota iría asustando a todos los niños de la calle! .

    Eliminar las bolsas de plástico como elemento portador de productos múltiples y varios en lugar de acometer el adecuado sistema de su eliminación absoluta una vez desechadas en las basuras, ¡Es una ridiculez señores del Gobierno, y hay que decirlo alto y claro!.

    Esta mañana compré una docena de huevos beldi, y aunque eran pequeños no cabían en el gurruño de periódico en el que me los envolvió el tendero, en la maniobra de embalaje rodó uno sobre el mostrador y cayo al suelo, miré al vendedor con cara de ¡yo no he sido! Como el cartelito  decía a 2,0 dh. la unidad, aparté otro dejando una decena y le solté un billete de 20 dhs. Me escapé rápido del lugar pensando que igual un incremento considerable de envolturas con hojas de periódico a nivel nacional podría resolver la crisis de las editoras de diarios, no sé…. Tal vez el Gobierno ha sido mas listo que nadie y pretende “matar dos pájaros de un solo tiro”…. ¡vaya, vaya con el Hukúmatun!.

    Con la papelada de huevos sujeta con ambas manos me dirijí a la tienda próxima para comprar un bote de detergente lavavajillas, el joven me lo puso sobre el mostrador esperando que me lo llevase prendido de la correa del pantalón. Le dije muy serio, sino me das bolsa de plástico no te lo compro. Sacó misteriosamente debajo del mostrador como si fuese la última de su generación, una bolsa de plástico azul magnifica donde al tiempo que el chico metía el detergente, deposité el periódico con los huevos.

    Con el pan no hay problema, te lo dan en bolsas de papel, pero como ya tenia una bolsa hermosa de plástico, aproveche para comprar tres botes de cerveza que coloqué con cuidado para no romper los dichosos huevos. Digo aproveché porque hace unos días -justo cuando me enteraba de la buena nueva- compré cuatro botes de cerveza Flag y me los dieron en una bolsita de papel, como estaban con escarcha de la nevera al poco rato andaban rodando por la acera de la calle México con la bolsa rota.

    Mañana es día de zoco de jebelias en top manta callejero con fruta y verduras , voy a buscar un capazo adecuado porque me veo trayendo los puerros desfilando en formación, los limones rodando con un palo y las naranjas jugando al futbol con ellas. ¡Y que sea lo que Dios quiera!

    No sé cual será la próxima patochada del Gobierno, pero ésta sin duda está dando que hablar demasié, y con razón.