Guerra Civil en la República Centroafricana

Guerra Civil en la República Centroafricana

La Guerra Civil vuelve a activarse en la República Centroafricana; el país que unos años atrás pretendió convertirse en imperio prácticamente nunca ha conocido la paz desde su independencia de Francia, en   agosto de 1960. 13.500 soldados de la ONU mantienen a duras penas una situación precaria que lleva ya acumulados muchos miles de muertos. 

Apenas en la capital, Bangui, pudieron celebrarse con cierta normalidad el 27 de diciembre las elecciones que se saldaron con la reelección, oficial, aunque dudosa, para un segundo mandato del presidente Faustin Archange Touadera.  Existieron muchas dificultades para celebrarlas, obstaculizadas por incidentes y enfrentamientos con los grupos rebeldes que boicotearon los comicios y no aceptaron los resultados. 

Los grupos rebeldes que se movilizan desde el norte desde hace más de una década reaparecieron en los últimos meses superando sus rivalidades y enfrentamientos y uniendo sus fuerzas dispares contra el Gobierno, aunque sería más preciso decir que contra el entramado de poder que lo sustenta. Los atentados los han llevado a cabo indistintamente entre oficialistas y opositores. 

En torno a Sedeka, el principal movimiento de resistencia armada, se unieron varios grupos de diferentes etnias y tribus rivales, ideologías y religiones, mayoritariamente musulmanas, pero también con algunas organizaciones cristianas. La incursión en el conflicto del yihadismo ha sido un factor más de estímulo de la violencia que se ha extendido a todas las regiones y grandes ciudades. 

Los rebeldes han bloqueado las carreteras que unen a Bangui con el resto el país y mantienen prácticamente confinada a la capital, donde la escasez de alimentos y otros productos de primera necesidad está generando protestas y disturbios incluso entre la clase alta. Los enfrentamientos con la Policía han dejado muertos y heridos. El Gobierno ha pedido refuerzos a Naciones Unidas, la Unidad Africana y Rusia, que discretamente se ha infiltrado en la política y los negocios del país. 

La República Centroafricana aparece en los rankings internacionales como uno de los de peor nivel de vida. Sin embargo, no puede decirse que sea un país pobre. Una amplia parte del territorio ofrece buenas perspectivas para una agricultura que está mal explotada y podría proporcionar recursos suficientes para la alimentación de una población de apenas cinco millones de habitantes. 

La RC es un país rico en minerales y piedras preciosas y, especialmente, diamantes. En los años imperiales, el presidente francés Giscard d’Estaing recibió valiosos obsequios de diamantes del autoproclamado emperador Jean Bedel Bokassa que dio lugar a un gran escándalo que a punto estuvo de por fin a su Presidencia.  

Algunos conocedores de la crónica situación caótica que sufre el país atribuyen la inestabilidad política a organizaciones mafiosas que se provechan del descontrol para manejar la producción, venta y explotación clandestina de los diamantes en los mercados europeos sin que los ingresos contribuyan a mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos que con frecuencia se la juegan en su extracción.         

Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato