Eliminación física: si es imposible, demonización
- El ayatolá Jomeini bebe el veneno del alto el fuego
- La venganza de Jamenei contra los muyahidines
- Preparación para el terrorismo
En aquella época, en 1980, el ayatolá Jomeini, fundador de la República Islámica, acusó a los muyahidines de haber incendiado autobuses y granjas. Todo ello con el fin de desacreditar a esta organización, que contaba con un amplio apoyo de la generación más joven, sobre todo de niñas y mujeres, y que ya tenía un brillante historial de resistencia contra la dictadura del sha.
El ayatolá Jomeini bebe el veneno del alto el fuego
En 1988, cuando el Consejo Nacional de la Resistencia de Irán (CNRI), del que los muyahidines son el pilar principal, consiguió frenar las ambiciones bélicas del ayatolá Jomeini y le obligó a “beber veneno”, según sus propias palabras, y aceptar la resolución de alto el fuego, Jomeini pagó el precio de su retirada del belicismo masacrando a unos treinta mil prisioneros de la PMOI. Esta guerra había costado al pueblo iraní millones de muertos, heridos y mutilados, con al menos un millón de escolares enviados al frente y dos billones de dólares gastados. La excusa del ayatolá Jomeini para la masacre fue que el Ejército de Liberación Nacional del PMOI intentaba tomar Teherán durante los últimos días de la guerra Irán-Irak. Sin embargo, según diversos testimonios, incluidos los de Amnistía Internacional, la decisión de purgar a los prisioneros muyahidines se había tomado mucho antes del ataque del verano de 1988 y se habían puesto en marcha medidas concretas para llevarla a cabo.
La venganza de Jamenei contra los muyahidines
Recordemos que Jamenei hizo todo lo posible para que Ebrahim Raissi* fuera presidente durante el segundo mandato de Hassan Rohani*. Los muyahidines, que habían lanzado importantes actividades en Irán durante estas elecciones bajo el lema “Ni charlatán ni verdugo”, revelaron y denunciaron a Ebrahim Raissi como el ejecutor de la masacre de 1988. Rohani también explotó este eslogan y las actividades de los muyahidines para impedir que Jamenei apartara a Raissi de las urnas. Jamenei sabía que, si intentaba a toda costa que Raissi saliera elegido, le esperaba una gran revuelta, como la de 2009. Así que Jamenei se vengó de los muyahidines atacando su campamento en Irak.
Se pueden citar cientos de ejemplos de las acciones de la dictadura religiosa para asesinar a los líderes de los muyahidines en el extranjero o masacrarlos. Cuando no podía eliminarlos físicamente, intentaba demonizar a su enemigo para eliminarlo del campo de batalla.
Preparación para el terrorismo
El juicio de 104 miembros de la PMOI se reanudó en Teherán tras una pausa de varios meses. El juez, que hizo pública la sesión antes de pronunciar el veredicto final, declaró: “Advertimos a los países que acogen a los acusados en este caso que dar refugio a estos individuos se considera un delito en virtud de los convenios internacionales contra el terrorismo. Países como Francia deben reconsiderar la posibilidad de dar cobijo a los acusados de actos terroristas y crímenes contra la humanidad, y cooperar con las organizaciones internacionales para extraditarlos a Teherán. Del mismo modo, el pueblo albanés, al acoger a los acusados en este caso, debe pedir a su Gobierno que los extradite a Irán”.
Así pues, ¿no completa el artículo de Le Monde el juicio espectáculo en Irán, uno de cuyos objetivos es preparar el terreno para el asesinato de sus opositores en el extranjero? Es exactamente lo que ocurrió en España con el atentado fallido contra la vida de un antiguo vicepresidente del Parlamento Europeo por parte de un criminal buscado por la Policía francesa y reclutado por Teherán. Su único delito era apoyar a la resistencia iraní.
Ahora, después de que los muyahidines denunciaran al dictador religioso de Teherán como responsable de las guerras en Oriente Medio, afirmando que la paz no podría establecerse sin su marcha, y después de que varios miles de unidades de la resistencia bajo su mando boicotearan las elecciones parlamentarias, reduciendo la participación a menos del 5%, el mundo entero busca una alternativa a este régimen. En ese momento, tras el anuncio de grandes actividades dentro y fuera del país por parte del Consejo Nacional de la Resistencia, las unidades de la resistencia llevaron a cabo veinte mil acciones de propaganda contra el muro de la represión en Irán, cada una de ellas castigada con la muerte. El régimen recurrió inevitablemente a la demonización. En Le Monde se publicaron cuatro páginas de artículos contra la Resistencia iraní.
Danielle Mitterrand, en un libro publicado gracias a los esfuerzos de sus hijos y amigos, afirma claramente que ninguna resistencia popular puede alcanzar su objetivo sin ser insultada y calumniada. Madame Mitterrand, a su vez, fue acusada de terrorismo en las filas de la resistencia contra el nazismo.
Esta demonización no es nada nuevo para el pueblo iraní. En la actualidad, todos los periódicos de Irán se ven obligados a publicar diariamente una gran cantidad de información distorsionada sobre los muyahidines. A pesar de todas las campañas de demonización que existen desde hace cuarenta años, y en particular desde la masacre de 1988, esta organización ha conseguido organizar varios miles de unidades de resistencia en suelo iraní, bajo el dominio de una dictadura despiadada.
¿A quién debemos creer? Al juicio del pueblo iraní sobre esta organización, o a lo que dicen los altavoces propagandísticos del régimen en el extranjero contra la Resistencia
*El presidente desapareció el 19 de mayo en un incidente de helicóptero
*El presidente del régimen iraní (2013-2021)