Irán: los fracasos del régimen en 2024 y los retos a los que se enfrenta el país

El ayatolá Ali Jamenei - PHOTO/HO/KHAMENEI.IR
El ayatolá Ali Jamenei - PHOTO / HO / KHAMENEI.IR
El año 2024 fue un año de múltiples fracasos para el régimen iraní, marcado por la pérdida de capital estratégico: inversiones en la «limpieza del régimen», la pérdida de Siria, el debilitamiento de las fuerzas proxy, y mucho más.
  1. La muerte de Raissi
  2. Elecciones legislativas y presidenciales
  3. Guerra en Oriente Medio
  4. La caída del dictador sirio
  5. La deserción de las fuerzas del régimen
  6. Los discursos de Jamenei
  7. Los desafíos internos del régimen

La muerte de Raissi

El domingo 19 de mayo de 2024, Ebrahim Raissi, presidente del régimen iraní, y Hossein Amir-Abdollahian, ministro de Asuntos Exteriores, murieron en un accidente de helicóptero en el noroeste de Irán. Aunque el Presidente iraní tiene un papel ejecutivo y el Líder Supremo, Alí Jamenei, sigue ostentando el poder supremo, la pérdida de Raissi fue un duro golpe para el pueblo iraní.

Enfrentado a intensas oleadas de revueltas nacionales, cada una de las cuales asesta un golpe más duro que la anterior a la estructura del régimen, Alí Jamenei, como otros dictadores, sólo ha encontrado una solución: purgar su gobierno de cualquier elemento que no esté completamente subordinado a él.

Sin embargo, Jamenei ha perdido a su peón clave. Raissi actuaba como pivote central, poniendo todas las instituciones gubernamentales al servicio directo del círculo íntimo de Jamenei, el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria (IRGC) y otras estructuras leales, coordinándolas totalmente en beneficio del Líder Supremo.

Elecciones legislativas y presidenciales

Tras la muerte de Raissi, Massoud Pezeshkian fue elegido Presidente el 5 de julio. Sin embargo, Pezeshkian no era la elección de Jamenei. Los «reformistas» habían condicionado su participación en la esfera restringida del régimen a la presentación de al menos un candidato a las elecciones. Así fue como Pezeshkian se convirtió en presidente. Según admitió él mismo, menos del 8% de la población participó en las elecciones, principalmente militares, soldados y personas que temían perder sus dietas.

Guerra en Oriente Medio

El impacto de las revueltas de 2019 y 2022 en el régimen y la orquestación de la guerra entre Hamás e Israel. Tras las revueltas de 2019, e incluso antes, durante el segundo mandato de Rouhani, Jamenei había lanzado el proyecto de «purificar su régimen» para hacer frente a las devastadoras oleadas de protestas.

  • El levantamiento de 2019: Este levantamiento fue sofocado por Jamenei con una orden directa de disparar munición real, lo que provocó la muerte de 1.500 jóvenes iraníes nacidos en la década de 1980.
  • El levantamiento de 2022: fue brutalmente reprimido con masacres, mutilaciones (incluida la ceguera de manifestantes) y el uso sistemático de la violencia sexual.

Estos dos levantamientos sacudieron los cimientos del régimen. Como cualquier dictador, Jamenei trató de desviar la atención y reprimir a la sociedad iraní orquestando la guerra entre Hamás e Israel. Esta guerra pretendía intimidar y someter al pueblo iraní para evitar nuevos levantamientos y, en última instancia, la caída del régimen. Sin embargo, el boicot masivo de las elecciones parlamentarias y presidenciales, con sólo un 8% de participación, hizo sonar de nuevo las alarmas para Jamenei.

Los dos pilares de la supervivencia del régimen

La estrategia de supervivencia del régimen iraní se ha basado siempre en dos pilares fundamentales:

  • La guerra y la exportación del terrorismo al extranjero.
  • La represión brutal en el interior.

El régimen ha llevado a cabo sus políticas belicistas y terroristas en el extranjero a través de tres palancas principales:

  • Fuerzas proxy. 

  • El desarrollo de misiles de largo alcance. 

  • La búsqueda de armas nucleares.

La guerra se vuelve contra el régimen:

Aunque el régimen iraní alimentó la guerra en Oriente Medio apoyando a Hamás financiera, logística y militarmente, con la esperanza de utilizar las crisis subsiguientes como baluarte contra los levantamientos en Irán, esta estrategia le salió mal. A pesar de su determinación de mantenerse al margen del conflicto, esto provocó la pérdida repentina de las inversiones del régimen durante varios años, incluidas sus alianzas con Hamás y luego con Hezbolá, que literalmente se evaporaron.

La caída del dictador sirio

Jamenei siempre había repetido que «si no luchamos en Siria, tendremos que luchar en Teherán, Ispahán y Shiraz». Así estableció su «línea de defensa en Siria». Sin embargo, Siria no era un simple corredor para entregar armas a sus fuerzas interpuestas; era un receptáculo para la política belicista del régimen, un frente de retaguardia para todas sus fuerzas interpuestas.

Irán tenía siete bases aéreas y más de 500 puntos y bases estratégicas en Siria. Jamenei había gastado cientos de miles de millones de dólares de los bolsillos del pueblo iraní, y miles de miembros de la Guardia Revolucionaria habían muerto. Sin embargo, todas estas inversiones, junto con sus fuerzas indirectas, fueron aniquiladas en un instante. Hoy, el régimen ya no tiene ningún peso en la región. Así que, en palabras del propio Jamenei, ¿debe establecer ahora su línea de defensa directamente en Teherán?

La deserción de las fuerzas del régimen

La pérdida de su profundidad estratégica, los golpes mortales asestados a sus fuerzas interpuestas, las numerosas bajas sufridas en Siria, así como las aplastantes crisis económicas y sociales -marcadas por una pobreza, un desempleo y una inflación galopantes- han rodeado al régimen por todos lados. La salida de estas crisis parece imposible sin un cambio estructural, lo que deja al régimen al borde del colapso.

En consecuencia, las fuerzas del régimen son cada vez más reacias a atar su destino al de este sistema en declive. Se alzan voces de protesta incluso dentro de los círculos de poder. Por ejemplo, Soleimani Ardestani, clérigo y miembro de la Asamblea de Profesores de Qom, criticó directamente a Jamenei, diciendo: «¡Un dictador oprime a su propio pueblo, y nosotros intervenimos para apoyarle, llamándole defensor de los santos lugares! El régimen ha cometido un error atroz y debe disculparse ante la nación, sin intentar adornarlo. ¿Por qué debemos defender a un dictador sanguinario? Estos argumentos, según los cuales había que desplazar la línea de defensa para protegernos, ¡no son ni éticos, ni religiosos, ni legítimos! ¡No son defendibles! ¡Lo que estamos oyendo no tiene nada que ver con la religión!

Los discursos de Jamenei

Desde la caída del dictador sirio, los discursos de Jamenei se han centrado principalmente en levantar la moral de sus fuerzas, sobre todo en el seno de la Guardia Revolucionaria y la milicia Basij. Repite incansablemente que «los jóvenes sirios recuperarán Siria» y que «la sangre derramada fue para defender los lugares santos y no fue en vano».

En un discurso, declaró explícitamente que cualquiera que minara la moral de la gente sería castigado. Esto demuestra claramente que sus fuerzas están desorganizadas y en retirada.

La inmovilización de la Fuerza Qods:

La Fuerza Qods, rama exterior de la Guardia Revolucionaria (IRGC), también está ahora inmovilizada. La caída del dictador sirio ha demostrado claramente que el régimen iraní, que supuestamente había movilizado en Siria a cientos de miles de soldados del IRGC, del ejército y de las milicias, no ha sido capaz de organizar la más mínima resistencia significativa. ¿Puede considerarse la debacle de las fuerzas sirias, enteramente bajo el mando del CGRI, un fiel reflejo del estado general del CGRI?

Los desafíos internos del régimen

  • Falta de apoyo popular: Según una encuesta realizada por una institución controlada por los mulás, más del 92% de la población se opone al régimen. Massoud Pezeshkian, el nuevo presidente de Irán, admitió en julio que más del 92% de los iraníes no participaron en las elecciones. Mohammad Bagher Ghalibaf, actual presidente del Parlamento, también declaró durante la campaña presidencial que sólo el 4% de la población era acomodada, mientras que el 96% de los iraníes luchaba por llegar a fin de mes.
  • La extensión de la pobreza: más de dos tercios de la población viven por debajo del umbral de pobreza. Se calcula que hasta la fecha se han gastado 2 billones de dólares en proyectos nucleares, se han invertido varios cientos de miles de millones en Siria y el gasto para apoyar a las fuerzas proxy en el extranjero, combinado con el saqueo sistemático de la economía iraní por parte de la IRGC, ha provocado un aumento de la pobreza para la mayoría de la población. La base de la pobreza sigue ampliándose día a día.
  • Divisiones sociales: La brecha entre las clases sociales es cada vez mayor, con una minoría del 4% de acomodados y un 96% de pobres o con rentas bajas. Esta disparidad alimenta un flujo constante de protestas. Un sociólogo iraní ha afirmado que el hundimiento de la clase media en las clases bajas significa que hasta que la clase media no recupere su estabilidad, las revueltas y manifestaciones continuarán.
  • Corrupción estructural: Aunque se está debatiendo el tema del aumento del precio de los combustibles, el régimen, habiendo aprendido de las revueltas de 2019, aún no ha anunciado oficialmente el aumento. Se informa de que 20 millones de litros de combustible son manipulados cada día en Irán. Un miembro de la comisión parlamentaria llegó a afirmar que el gobierno compra oficialmente este combustible a los traficantes. Estos traficantes sólo pueden ser miembros de la IRGC, a los que el ex presidente Ahmadineyad llamó en una ocasión los «hermanos contrabandistas».
  • Incapacidad para gobernar: Los expertos del régimen describen la situación actual con términos como «supercrisis», «ciénaga» o «al borde del precipicio». A veces incluso utilizan metáforas surrealistas. Por ejemplo, Abbas Abdi, una persona cercana al régimen, comparó la situación del régimen con un coche, diciendo: "Un coche sin conductor, o con un conductor incapaz de controlar sus componentes.
  • Y lo que es más importante, el destino del viaje es desconocido, o no hay consenso al respecto. El número de pasajeros supera la capacidad del vehículo. No hay suficiente combustible. En resumen, es imposible conducir este coche y llegar sano y salvo a su destino» (Etemad, 31 de diciembre).
  • Un economista cercano al régimen también advirtió del «peligro de congelación de la dirección», añadiendo: «... No hay una mesa clara ni un responsable que elabore y tome decisiones... El sistema de toma de decisiones, atascado en decenas de consejos supremos y comisiones, lleva mucho tiempo en coma. En este país no se toman decisiones desde hace mucho tiempo» (Massoud Nili, Etemad, 1 de enero).
  • Incluso Ghalibaf, presidente del Parlamento, declaró: «Es inaceptable que nuestro país, que es el primero del mundo en recursos de petróleo y gas, se encuentre hoy en una situación así... ¿Por qué somos incapaces de corregirlo? (Televisión estatal, 21 de diciembre).
  • El debilitamiento del aparato represivo y la disminución de su eficacia: La evolución de las ejecuciones en el último año muestra que, frente a los cambios sociales, las ejecuciones han aumentado. Esta tendencia al alza demuestra que la represión, especialmente mediante torturas y ejecuciones, ya no es tan eficaz como antes para el régimen iraní, lo que le empuja a intensificar su uso. En el último año se han registrado oficialmente más de 1.000 ejecuciones.

Desafíos sociales y culturales en el país

  • La generación del 2000: El término «generación del 2000» se refiere a los iraníes nacidos entre 1995 y 2008. Su presencia y valentía durante las manifestaciones de 2019 fueron especialmente llamativas. Esta generación, al haber crecido en un entorno conectado gracias a Internet, ha escapado a la influencia del sistema arcaico y medieval de los mulás, que impregna todos los aspectos de la vida en Irán.
  • Una relación diferente con la censura: esta generación no tiene ningún interés en la autocensura y expresa sus emociones libremente. En el seno de la familia, reivindican el derecho a expresar sus opiniones. Valientes y resistentes a la dominación, estos jóvenes se niegan a autocensurarse o a renunciar a sus sueños.
  • Acceso a las «cajas negras» de la historia: Gracias a Internet y a los intercambios internacionales, esta generación ha tenido acceso a verdades ocultadas durante mucho tiempo por el régimen de los mulás. Estas revelaciones incluyen La masacre de 1988, cuando se ejecutó a 30.000 presos políticos, el 90% de los cuales eran miembros o simpatizantes de los Muyahidines del Pueblo.
  1. La guerra Irán-Irak, inhumanamente prolongada por Jomeini, que costó cientos de miles de vidas. 

  2. Las masacres en Siria, orquestadas por Qassem Soleimani, que exterminaron a decenas de miles de civiles, incluidos niños. 

  3. Los proyectos nucleares, en los que el régimen ha gastado más de 2 billones de dólares, arruinando la economía nacional. 

  4. La gestión criminal de la pandemia de COVID-19, en la que Jamenei prohibió la importación de vacunas fiables, utilizando el Covid 19 como barrera contra los levantamientos.
  • Un levantamiento en el horizonte: Un analista político cercano al régimen afirmó que la sociedad iraní se está distanciando de las corrientes políticas tradicionales y busca alternativas y nuevos movimientos. A medida que estas divisiones sociales se profundizan, se vuelven más radicales y antagónicas. El propio régimen reconoce que incluso las reformas mínimas corren el riesgo de desencadenar una explosión de ira latente. Por ejemplo, a pesar de sus promesas, Pezeshkian ni siquiera ha sido capaz de levantar las restricciones a Internet.
  • La expansión de las unidades de resistencia: A pesar de la represión, las detenciones y las ejecuciones, la resistencia iraní se ha convertido en una fuerza influyente e inspiradora. Las unidades de resistencia afiliadas al Mujahedin-e Khalq (MEK), formadas por pequeños equipos de dos o más miembros arraigados en cada barrio, están activas en todo el país.
  • Un papel clave en el cambio: estas unidades de resistencia pueden organizar operaciones a escala nacional y proporcionar la fuerza necesaria para contrarrestar a la Guardia Revolucionaria (IRGC) en las calles. Desempeñan un papel esencial en el proceso de derrocamiento del régimen. El ejemplo de la revolución siria ha demostrado que es imposible derrotar a una dictadura brutal sin una resistencia organizada y estructurada.
  • Acciones diarias: A veces se llevan a cabo hasta diez operaciones antirrepresivas en todo el país cada día. La Resistencia iraní dispone de este tesoro estratégico, que podría conducir al país al tan esperado cambio.
  • Rumores de dimisión del Presidente iraní: Circulan rumores sobre la posible dimisión de Massoud Pezeshkian, lo que refleja las crecientes tensiones dentro del régimen.

Retos internacionales

  • Abandono de las ambiciones nucleares: Antes de los recientes cambios, especialmente la llegada de Trump, el régimen iraní parecía dispuesto a abandonar sus proyectos nucleares. Ahora está claro que si Irán no abandona estas ambiciones, se enfrentará a sanciones masivas e incluso a ataques militares contra sus instalaciones nucleares. Tal situación podría desencadenar levantamientos en un contexto económico ya colapsado. 

  • Abandonar las fuerzas proxy: Para la nueva administración Trump, centrada en una guerra económica con China, la estabilidad en Oriente Medio es una prioridad urgente. Esto significa cortar las fuerzas proxy del régimen e implicar a Irán en la estabilidad regional. La visita del primer ministro iraquí a Irán, que, según algunas fuentes, llevaba un mensaje sobre el desmantelamiento de las milicias Hashd al-Chaabi, responde a esta lógica. 

El artículo fue publicado previamente en La Dépêche du Midi