Opinión

La “otra” crisis española de 2020

photo_camera Atalayar inmigracion-españa-senegal

España sufre la peor crisis migratoria desde 2006. Según el último informe de inmigración del Ministerio del Interior entre el 1 de enero y el 15 de noviembre han llegado a las costas de Canarias 16.760 migrantes en patera o cayuco, un 1.019,6% más con respecto al mismo periodo de 2019, superando incluso el número de personas que han llegado de forma irregular hasta la fecha al resto de España, que se sitúa en 15.667. En general, el número de inmigrantes llegados al país tanto por vía marítima como terrestre entre el 1 de enero y el 15 de noviembre de 2020 fue de 33.946 personas.

De los más 16.000 inmigrantes llegados a canarias en 2020, 8.000 son africanos, el 60% es de origen subsahariano, predominando los malienses que huyen no solo de la hambruna o la sequía sino del sometimiento a las leyes islámicas radicales (sharía).

La expansión del yihadismo o guerra Santa en el Sahel Occidental (sobre todo, en Mali) se ha intensificado desde 2012 a 2020 a niveles de tal gravedad Solo en 2019, más de 4.000 personas fueron asesinadas en la región, según el Observatorio Internacional de Estudios sobre el Terrorismo.

Tal y como expone el coronel Jesús Díez, en un artículo sobre el fenómeno yihadista en la revista temática de la Fundación Víctimas del Terrorismo, el 37% de la población del Sahel Occidental ha sido objeto de atentados solo en el primer semestre de 2020.

El Sahel central y occidental abarca un amplio abanico de países, como Mali, Mauritania, Burkina Faso, Níger, Nigeria, Chad o Camerún. Algunos figuran en los niveles más bajos del índice de desarrollo humano (Idh) tras décadas de pobreza extrema. Los gobiernos mauritano, marroquí o senegalés desconocen cuántas personas esperan una oportunidad para lanzarse al mar, pero cálculos estimativos de las policías locales, tras las detenciones practicadas en verano 2020 a grupos delictivos, sitúan el volumen potencial de migrantes en más de 200.000.

El factor sanitario contra el COVID se ha convertido en un acicate para las organizaciones que buscan implantar la Yihad. El Islam jamás fue un problema entre los países sahelianos hasta que el yihadismo transformó las relaciones sociales. 

La detención en Mogán, al sur de Gran Canaria, de un salafista que reclutaba mujeres para Al Qaeda del Magreb Islámico ha hecho saltar las alarmas. Por otro lado, otra gran parte de los inmigrantes ilegales son de origen marroquí, siendo esta la nacionalidad de la mayoría de los sujetos detenidos en las operaciones policiales antiyihadistas durante este 2020.

Atalayar_BoteMigracion

Tanto el COVID como el yihadismo son dos de las causas principales por las que España esta sufriendo la peor crisis migratoria desde hace más de una década. Sin embargo, el yihadismo parece ser un tema tabú evitado tanto por los inmigrantes, “De eso jamás hablan porque también temen que les confundan con un radical”, como los nacionales quienes temerosos de ser calificados de intolerantes ignoran analizar los riesgos que conlleva.
Teniendo en consideración que la mayoría de estos inmigrantes practican el Islam y que España se encuentra en el punto de mira de la yihad global deben tenerse en cuenta determinadas “fragilidades”.

En la actualidad y a todos los niveles, tomamos decisiones probabilísticas. Los aviones son consideraros los medios de transporte más seguros, sin embargo, antes de cada vuelo se realiza una inspección que garantice la seguridad del mismo. 

Otro ejemplo sería el caso de los controles de metales en los aeropuertos ¿Cuántos casos se han dado en los que un terrorista introdujera armas en un vuelo? Si se contemplan estos datos evidenciamos como las probabilidades a pesar de ser ridículas son suficientes para tomar tantas precauciones. Sin embargo, evitar el daño que esto pueda originar compensa las numerosas medidas de seguridad que se hayan de tomar para evitar cualquier mínima “posibilidad” de que se originen acontecimientos de tal magnitud.

Jacobo Salvador Micó Faus. Criminólogo especializado en “Análisis y prevención del terrorismo”