
Cuando se tiende a pensar en terrorismo, de manera inconsciente y errada, aparecen en el subconsciente siempre los mismos grupos armados (Daesh, Al-Qaeda), como si fueran los únicos encargados de llevar a cabo acciones terroristas, y si de localizarlas en algún punto se tratara parece que las zonas de Siria, Irak y Oriente Medio, en general, son las únicas zonas afectadas por esta lacra; sin embargo, nada más lejos de la realidad. En los últimos años el continente africano esta siendo victima de un crecimiento de grupos terroristas que ven en la fragilidad que muchos de estos países tienen el caldo de cultivo perfecto para hacerse con sus cotas de poder.
Sin embargo, una vez que pensamos en terrorismo africano puede parecer que siempre acabemos pensando en las mismas zonas conflictivas como son el Sahel o Somalia etc., Y si bien es cierto que estas áreas están sufriendo de manera evidente a causa de la actividad terrorista de los grupos de su región, hay una zona como es el lago Chad, que sin que se le preste demasiada atención esta siendo devastada.

El lago Chad se encuentra localizado geográficamente al sur de los desiertos del Sahel y del Sáhara y es el encargado de proporcionar el sustento a más de 50 millones de personas en la zona fronteriza de los cuatro países centroafricanos (Níger, Camerún, Nigeria y Chad). Es una zona cuyo valor estratégico es muy elevado debido a su recurso más preciado: el agua.i Cuando el lago Chad se descubrió por los europeos en el año 1843 fue considerado como uno de los más grandes del mundo, sin embargo en los últimos siglos su tamaño ha ido menguando de manera considerable.
Cabría entonces preguntarse cómo es posible que una zona con tanta riqueza a nivel agrícola se encuentre en una situación humanitaria tan preocupante, y es que no hay que olvidar que en la cuenca del Chad hay más de 7 millones de personas en situación de inseguridad alimentaria.ii En este sentido se pueden identificar una serie de factores como impulsores de la actual crisis existe.
El primero de ellos fue otro que la marginación sufrida por la zona, tanto a nivel político como económico, encontrándose sus regiones y habitantes abandonados a su suerte. El segundo de los factores es la pésima gobernanza llevada a cabo en los territorios de la cuenca, directamente relacionado con el tercero de los factores, el contexto político y de seguridad, y es que en las cuatro regiones debido a la inestabilidad existe el objetivo primordial de los gobernantes era proteger y mantener su poder, para lo que empleaban todos los recursos disponibles, no quedando suficientes para atender a la población.
La unión de estos factores provocó como resultado una población muy pobre, que, además, ve cómo el calentamiento global este reduciendo de manera imparable su único modo de subsistencia, el agua.iii No obstante, son demasiadas las regiones africanas que se encuentran con estas dificultades sin que ello derive necesariamente en una crisis humanitaria de la magnitud que la existente en la cuenca del lago Chad. Sin duda debe haber un factor más que haga estallar todo por los aires, y este tiene nombre y apellido, Boko Haram.
Jama'atu Ahlis Sunnah Lidda'awati w'al Jihad (Pueblo comprometido con la propagación de las enseñanzas y la yihad del Profeta), es mayormente conocido como Boko Haram; este grupo terrorista se forma en el año 2002, cuando Mohammed Yusuf, un conocido predicador y proselitista de la secta izala del islam en la región de Maiduguri de Nigeria, empezó a radicalizar su discurso, con el objetivo de rechazar todos los aspectos seculares de la sociedad nigeriana.iv

Boko Haram nació como una secta islamista suní con el objetivo de oponerse a la educación occidental y establecer un Estado islámico en Nigeria. Desde el inicio del grupo terrorista, fueron muchos los sujetos que viajaron desde las regiones de la cuenca del lago Chad para unirse a el, atraídos en parte por los pequeños prestamos ofrecidos a todos sus seguidores, proporcionando la base para que la secta se expandiera. Boko Haram se sirvió desde sus inicios del radicalismo islámico y de la narrativa de un resentimiento histórico contra los abusos del Estado, como medio con el que conseguir reclutar a nuevos miembros.
Su base ideológica no es el islam, sino el islamismo, y más concretamente el salafismo yihadista, como una derivación perversa y minoritaria del salafismo,v que pretende volver a los orígenes y construir una sociedad por medio de la yihad.vi En sus inicios, el grupo llevaba a cabo sus actuaciones de manera generalizada dentro de las fronteras nigerianas, sin embargo en el año 2009 todo cambio.
En este año las fuerzas nigerianas acabaron con la vida de 700 terroristas de Boko Haram incluido su líder, y fue entonces cuando su sucesor y actual líder Abubakar Shekauvii decidió dar un giro drástico en la organización. Con este nuevo líder la violencia y el extremismo del grupo vivió una escalada sin precedentes, gracias en parte a la colaboración con Al-Qaeda en el Magreb Islámico (AQIM). Además, la dura derrota sufrida por el Ejército nigeriano y la Fuerza Multinacional provocó que tuvieran que buscar nuevas zonas en las que hacerse fuerte, y esta nueva región no fue otra que la cuenca del lago Chad, siendo el bosque de Sambisa su principal ubicación.viii
Que todos los grupos terroristas utilizan el miedo y la violencia para conseguir sus objetivos es una obviedad, pero en el caso de Boko Haram es especialmente aterrador, siendo una de sus especialidades el secuestro de niños y niñas, los primeros para convertirlos en soldados,ix las segundas para ser explotadas sexualmente. Del mismo modo, la manera más frecuente con que Boko Haram está atentando en la actualidad es a través de ataques suicidas.
En el año 2016 el grupo terrorista se encontraba mermado, con lo que decidieron jurar lealtad a Daesh con el objetivo de ganar presencia y notoriedad; sin embargo, esto se les volvió en contra, ya que, poco tiempo después, Daesh decidió nombrar a Abu Musab al-Barnawi, hijo del fundador de Boko Haram. Esto fue tomado como una traición por Abubakar Shekau, procediéndose a la división del grupo.xPor un lado la facción de Shekau pasando a llamarse Jama'atu Ahl al-Sunnah lil-Dawa wal-Jihad (JAS) y por otro la facción de Barnawi que pasó a llamarse ISWAP (Provincia de África Occidental del Estado Islámico).
Esta división trajo consigo una nueva oleada de violencia dirigida de pleno a la cuenca del Chad, provocando que en el año 2015 las regiones bañadas por el lago aportaran un total de 7.500 soldados para hacer frente a los grupos terroristas y nutrir así a la MNJTF (Fuerza de Tarea Conjunta Multinacional), sin embargo y aunque su número mermo considerablemente, en los últimos años han incrementado su actividad en la zona de la cuenca provocando millones de desplazados que buscan huir del conflicto y de la guerra en que la que se encuentran inmersos.
La MNJTF fue creada por la Comisión de la Cuenca del lago Chad (LCBC) en el año 1998. Recibió la promesa de recibir fondos para ayudar en la lucha contra el terrorismo de la zona por parte de la Unión Africana (UA), Estados Unidos, Reino Unido, la Unión Europea y Francia. Junto con la ayuda económica también se comprometían a ofrecer a sus asesores militares. Además de acabar con Boko Haram, también buscaban detener el trafico de armas en la zona y liberar a la inmensa cantidad de secuestrados por el grupo terrorista en los últimos años.
Sin embargo, y a pesar de los intentos de acabar con BH en los últimos años, los países de la cuenca del Chad han seguido sufriendo su violencia. Níger enfrenta amenazas terroristas en cinco de sus sietes fronteras, siendo la más preocupante la limítrofe con el lago. Los grupos terroristas activos en Níger incluyen ISIS en el Gran Sáhara (ISIS-GS), BH, ISIS-WA y JNIM (fusión entre la rama Sáhara de Al-Qaeda en el Magreb Islámico, al-Murabitoun, Ansar al-Dine y el frente de liberación de Macina). Níger se encuentra con largas fronteras que defender, con escasa ayuda y con fuerzas de defensa escasas.xi

Camerún, por su parte, ve cómo año tras año se aumenta la actividad terrorista en la Región del Lejano Norte, tanto por parte de BH como de ISIS-WA. Según un informe de la Amnistía Internacional, solo en el año 2019 ISIS-WA asesino a 275 personas en Camerún, sin contar los incontables secuestrados.xii
En Chad, por su parte, en el año 2019 se doblaron el numero de ataques terroristas por parte de BH e ISIS-WA respecto al año anterior, donde es predominante el ataque suicida con bombas y artefactos explosivos. En este caso, la porosidad de sus fronteras hace que sea muy difícil impedir la entrada de armas o terroristas.xiii
Por último, en Nigeria la situación no es mejor, tanto BH como ISIS-WA siguen llevando a cabo ataques contra el Gobierno y las autoridades, aunque replegados. Si bien es cierto que ISIS-WA ha dejado de atacar a civiles, BH no ha cesado en su violencia contra estos, y sigue llevando a cabo atentados. Se estima que casi 300.000 se han desplazado hacía los países vecinos de la cuenca del Chad huyendo del conflicto, que habrán de sumarse a los más de dos millones de personas refugiadas en los estados de Adamawa, Borno y Yobe.xiv
Aunque es evidente que en los últimos años se ha tomado consciencia de la realidad del lago Chad y la gran crisis humanitaria existente con la ayuda por diversas organizaciones y estamentos, parece indudable que es necesario incrementar los esfuerzos y la intensidad para poner solución cuanto antes ante tal situación. Esta área geográfica es de una alta importancia estratégica, a lo que habrá que sumar la presencia de Daesh, viene a remarcar la tendencia de los grupos terroristas que ven en África un destino ideal en el que llevar a cabo sus actuaciones.
Sin duda se ha llegado tarde, pero precisamente por ello se debe poner especial hincapié y atención a esta región ya que es posible que sea una de las que se encargue de marcar el futuro del terrorismo, al menos en África.
Jairo Sánchez Gómez
Criminólogo y Analista de Terrorismo Internacional