Las encuestas de Erdogan

Turkish president, Recep Tayyip Erdogan

El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, puede tener múltiples razones para emprender la huida hacia adelante que lleva practicando desde demasiado tiempo. Como suelen hacer los dirigentes para distraer la atención de los graves problemas internos que viven sus países debido a una pésima gestión económica, política y social, se lanzan a la acción exterior para exacerbar el orgullo patrio y combatir unidos con el presidente a los supuestos enemigos abominables que les amenazan. Y si, además, las aventuras exteriores tienen por objetivo conseguir el control y la explotación de grandes bolsas de petróleo y gas que ayuden a remediar en lo posible el naufragio económico provocado por su gestión, pues se apuesta incluso por el envío de tropas propias y por la contratación de mercenarios de varios países, sobre todo sirios. 

El rosario de intervenciones exteriores de Erdogan tiene cuentas sobresalientes, desde la invasión del norte de Siria para luchar contra sus enemigos kurdos; los ataques contra el norte de Irak que también alberga maliciosos kurdos; la injerencia en el conflicto de Libia; la base militar en Qatar y en Somalia; sus ambiciones en el Sahel y en el Sáhara; y ahora toca Nagorno-Karabaj, el enclave en permanente conflicto entre Armenia y Azerbaiyán desde hace muchos años. Un conflicto que se ha reavivado hace pocos días por los ataques de las tropas de Azerbaiyán contra los armenios.

Unos ataques que cuentan con el apoyo militar de los ya famosos drones turcos. De nuevo, Erdogan vuelve a echar un pulso al presidente ruso Vladimir Putin, que apoya los intereses de los armenios en este enclave que resulta estratégico por varias razones, entre las más destacadas su posición clave para la exportación de los cuantiosos recursos energéticos del mar Caspio, gestionados en beneficio ruso.

Los intereses de los dos presidentes también chocaron en Siria y en Libia. Ya veremos si a la tercera va la vencida o se impondrá la necesidad que tiene Putin de que los oleoductos que sirven para la exportación de la gran cantidad de petróleo ruso que se vende en el mercado y que pasan por territorio turco no sufran ni accidentes ni cortes. 

En medio de esta estrategia agresiva en el exterior, Erdogan continúa con la detención de alcaldes y políticos kurdos que justifica por acciones nada claras ocurridas en 2014. Estas detenciones se unen a las de centenares de personas de todos los ámbitos. La represión está justificada entre otras razones por los datos del sondeo de la empresa Avrasya que señala que, de haber elecciones ahora, Erdogan se quedaría en un 38% frente al 42% del probable candidato del CHP, Ekrem Imamoglu, alcalde de Estambul.

Grave crisis económica, malos sondeos y fugas de relevantes personalidades de su partido, lo que significa más problemas para su posible reelección en 2023.

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