Europa y el dilema de las garantías de seguridad en Ucrania

Europa no confía en Donald Trump. A pesar de que el presidente de Estados Unidos está presionando para lograr una paz duradera en Ucrania, Zelensky, y sus aliados europeos, han dejado claro que no aceptarán ningún acuerdo sin las garantías suficientes de seguridad.
Durante el encuentro del pasado lunes, Trump aseguró en varias ocasiones que la protección que recibirá Ucrania será similar a la que reciben todos los países de la OTAN que se rige en el artículo 5, aunque no se entró en detalles, un hecho que ha generado dudas entre los líderes europeos.
Es por ello por lo que, 24 horas después del encuentro, el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, lideró un Comité Conjunto con funcionarios europeos y ucranianos para detallar y diseñar un plan de garantías que satisfaga a todos.

Sin consenso alguno
Las garantías de seguridad siguen siendo uno de los mayores desafíos para los aliados de Kiev, ya que llevan más de tres años sin lograr un acuerdo concreto.
La opción preferida por Kiev, y más lógica, es permitir que Ucrania se una a la OTAN, lo que le otorgaría protección bajo el Artículo 5 del tratado de defensa mutua. Sin embargo, Washington, con el respaldo tácito de varios países europeos, ha descartado esta posibilidad, debido a las complicaciones que esto supondría como: ¿Qué países enviarán sus tropas?; ¿En qué condiciones operarán?; ¿Cómo responderán ante un ataque?; y ¿Quién cubrirá los costos?
En paralelo, ese mismo día quedó claro que Estados Unidos no enviará tropas a Ucrania, tal y como confirmó la portavoz de la Casa Blanca, Caroline Leavitt: “Puedo asegurarles que el envío de fuerzas terrestres ha sido completamente descartado”.
Pero Trump fue aún más claro en una entrevista con Fox News: “Los países europeos asumirán esa responsabilidad”, dijo. “Francia, Alemania, otros dos, y el Reino Unido quieren tener tropas sobre el terreno”. Una postura que el presidente francés Emmanuel Macron también confirmó a través de unas declaraciones a la televisión francesa, donde dijo que Europa está lista para desplegar “fuerzas de seguridad” para operar “por aire, mar y tierra”.

Faltan hechos, sobran las palabras
A pesar de todas las declaraciones, la realidad es confusa. Aunque se habla mucho, las garantías de seguridad para Ucrania siguen siendo vagas y sin definición clara. Esta falta de claridad ha generado confusión entre los aliados. La falta de una definición concreta también deja en evidencia las debilidades de los países que quieren liderar esta iniciativa.
Tanto Macron como Keir Starmer, líderes de dos potencias nucleares y miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, buscan mostrar que aún tienen un rol importante en el escenario mundial. Sin embargo, enfrentan obstáculos políticos y económicos internos que generan dudas sobre si realmente pueden enviar tropas a Ucrania.
En Alemania, la situación no es distinta. El diputado socialdemócrata Andreas Schwarz, encargado de supervisar el presupuesto de defensa, fue claro: “Es una decisión que debe tomar el Parlamento, no una orden del Gobierno”. Añadió: “No tenemos suficiente personal para desplegar una fuerza grande. Incluso enviar una pequeña ya sería un reto”.

División de opiniones
Turquía podría tener un rol clave, dado su gran Ejército y su experiencia en el Mar Negro. Pero su situación política también es compleja, ya que Grecia y Chipre se oponen a que Ankara reciba fondos europeos para financiar su participación militar.
Polonia, que ahora tiene el Ejército más grande de la UE, ha rechazado la idea de enviar tropas a Ucrania, aunque sí se ofreció a ayudar con la logística de cualquier misión en el este.
Por su parte, la primera ministra italiana Giorgia Meloni también ha mostrado cautela respecto al envío de tropas. En una conversación con Macron, propuso que fuera mejor ofrecer a Ucrania un acuerdo de defensa, en lugar de enviar soldados que podrían ser arrastrados a una guerra abierta con Rusia.

“Si uno de nuestros soldados muere, ¿deberíamos actuar como si no pasara nada? ¿O deberíamos responder? Si respondemos, la OTAN tendría que intervenir. Eso significaría activar el Artículo 5 de inmediato”, señaló Meloni en el medio italiano La Reppublica.
Finalmente, otro motivo de precaución es la reacción de Rusia. A pesar del ambiente cordial tras la reciente cumbre de Alaska entre Vladimir Putin y Trump, Moscú sigue oponiéndose tajantemente a cualquier despliegue de fuerzas de la OTAN en territorio ucraniano.