4.831... Nuevos comienzos

Esta decisión real, de inmenso significado simbólico y social, atestigua el compromiso constante e histórico del Reino de Marruecos para cultivar un clima de confianza y fomentar la participación activa de todos en la construcción del futuro de la nación.
Este Indulto Real concedido a los cultivadores de cannabis no es un simple gesto de clemencia, sino que encarna la expresión más noble de la magnanimidad real, enraizada en el enfoque humanista adoptado por Su Majestad el Rey Mohamed VI, que Dios le asista, a lo largo de sus veinticinco años de reinado.
En efecto, este acto soberano pone de relieve valores fundamentales como la tolerancia, el perdón y la compasión, que se han convertido en los pilares de la gobernanza del Reino y que todos debemos destacar en nuestros valores como población que crea una dinámica común para un Marruecos mejor.
Este enfoque forma parte de una visión más amplia, un Marruecos mejor, destinada a mejorar las condiciones de vida de los campesinos, promoviendo un espíritu de tolerancia y reconciliación en el seno de la sociedad marroquí.
Con esta acción, Su Majestad el Rey reafirma no sólo la nobleza de sus intenciones, sino también la eminencia y pertinencia de sus iniciativas, que se distinguen por su carácter profundamente humanista y soberano, trascendiendo las circunstancias y coyunturas inmediatas.
A este respecto, me gustaría subrayar que es bastante singular constatar que el Soberano es imprevisible... pero sobre todo visionario, pues sus acciones no se anticipan porque su visión es única y rápidamente somos testigos de su eficacia.
Por ello, es importante subrayar que esta Gracia Real se basa en la estrategia de desarrollo de canales legales de cannabis, una política innovadora plasmada en la ley 13.21 sobre los usos legales del cannabis.
Al integrar a los cultivadores de las regiones afectadas en actividades legales y generadoras de ingresos, esta ley prepara el camino para una transformación económica significativa, ya que esta política va mucho más allá de la simple regularización de las actividades agrícolas, y tiene como objetivo erradicar el tráfico internacional de drogas al tiempo que frena la explotación de los cultivadores por parte de las redes criminales.
En conclusión, el Indulto Real concedido a los cultivadores de cannabis se inscribe en una dinámica de renovación y progreso, y sobre todo es el reflejo de una ambiciosa Visión Real para un Marruecos más justo, más tolerante y solidario.
Prof. Mehdi EL KAROUANI
@karouani_M