Opinión

Petróleo: hemos pasado lo peor

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“Las pérdidas de demanda son menos importantes de lo que se estimaba inicialmente y a que la acumulación de reservas se está relajando”.  Los primeros indicios de la recuperación de la demanda de crudo han desencadenado un repunte de los precios que comenzó a finales de abril. Esto se debe a que las pérdidas de demanda son menos importantes de lo que se estimaba inicialmente y a que la acumulación de reservas se está relajando. 

Si bien el consenso preveía una disminución de la demanda de 25 a 30 millones de barriles por día (mbpd) durante el mes de abril, las caídas parecen oscilar ahora entre 18 y 20 mbpd. Además, el confinamiento en Asia y Europa se está levantando algo antes de lo previsto, las operaciones de las refinerías se están recuperando gracias a la mejora de sus márgenes e, incluso, la OPEP y los países productores no OPEP han comenzado a aplicar recortes de la producción a partir de mayo. Por eso se teme que el mundo se quede sin espacio de almacenamiento para el petróleo. Dado que hemos visto la mayor acumulación de stocks jamás registrada, esto también significa que es probable que veamos las mayores reducciones de esos mismos stocks a partir de finales de mayo. El pronunciado descenso de las plataformas petrolíferas de Estados Unidos indica que la producción de petróleo de EEUU caerá en 2-3 mbpd sobre una base anual, lo que debería proporcionar un mayor apoyo a los precios del petróleo y aliviar la presión sobre los niveles de almacenamiento.

¿Hacia dónde nos dirigimos?

La demanda para el consumo de gasolina y diésel se normalizará a finales de este año, pero en el conjunto del ejercicio se reducirá en unos 2-4 mbpd frente a los niveles del año anterior. La demanda de combustible para aviones se estabilizará mucho más tarde y no volverá a la normalidad hasta finales de 2022.

Sin embargo, en la actualidad los precios de las opciones siguen registrando oscilaciones volátiles en ambas direcciones, ya que se mantienen los altos niveles de incertidumbre debido a los cambios en la demanda y a que tampoco existen precedentes para los niveles de oferta ni para las existencias en los almacenes. Además, es probable que la OPEP y Rusia mantengan la calma si no vemos ningún recorte significativo por parte de los productores de Shale oil en EEUU. De hecho, la OPEP y Rusia harán todo lo que esté en su mano para evitar que los precios del petróleo suban a niveles que actúen como salvavidas a los productores de shale oil.

Los recortes de los productores de este tipo de petróleo en EEUU solo se materializarán si los precios a corto plazo se mantienen por debajo de 30-35 dólares americanos (y o un rango de 40-45 dólares americanos para contratos de mayor duración). Esto significa que el cumplimiento de los recortes de producción por parte de la OPEP desaparecerá si los precios a más largo plazo empiezan a acercarse a los 40 o 45 dólares americanos en los próximos meses. Es probable que la OPEP fije como objetivo estos niveles de precios en 2021, cuando las existencias mundiales de petróleo hayan disminuido considerablemente.

Se prevé que los inventarios disminuyan y es probable que el mercado necesite más oferta en 2021. Sin embargo, los precios de diciembre todavía no reflejan esto, ya que actualmente se negocian alrededor de 35 dólares de EEUU por barril, lo que significa que todavía hay un importante potencial alcista de los precios a largo plazo. Aunque la parte delantera de la curva de los futuros de petróleo ha demostrado su fortaleza durante la semana pasada (subiendo un 50% frente al mínimo de abril), el nivel de trading de la parte larga de la curva tiene una volatilidad mucho menor y niveles de subidas similares a los de los contratos de la parte más corta.