Opinión

El presidente argelino ofrece diálogo, la oposición pide medidas de confianza

photo_camera Abdelmadjid Tebboune

En un periódico gesto de distensión, el presidente argelino Abdelmadjid Tebboune ha hecho un llamamiento a la clase política y a los partidos tanto del Gobierno como de la oposición para crear un “frente interno” fuerte, capaz de hacer frente a la crisis que se vive en el país, sobrealimentada por la actual crisis internacional, con la guerra de Ucrania como trasfondo.  

Las formaciones políticas de la coalición gubernamental, la Reagrupación Nacional Democrática (RND) y el Frente de Liberación Nacional (FLN), así como pequeños partidos satélite de la órbita presidencial, han respondido afirmativamente, loando el gesto del jefe del Estado. La oposición, sin embargo, exige medidas de confianza previas.

El presidente de la Reagrupación por la Cultura y la Democracia (RCD), Mohcin Belabbes, considera que, si el presidente tiene realmente intención de unir las fuerzas nacionales en un frente común, lo primero que tenía que hacer es liberar a los detenidos de opinión que pueblan las cárceles. 

Abdelaziz Rahabi, exministro de Comunicación y antiguo embajador de Argelia en España, ha sido recibido por el presidente este miércoles como representante de facto del amplio movimiento político popular desencadenado en Argelia en febrero de 2019 y conocido con el nombre de Hirak, así como del intento de crear un frente común de la oposición. 

Un día antes del encuentro entre Rahabi y Tebboune, el exdiplomático precisó en una tribuna pública las premisas imprescindibles para que el llamamiento presidencial sea creíble y efectivo. Para Rahabi las condiciones más urgentes tienen relación con el ejercicio de la libertad política para los partidos, los sindicatos, el movimiento asociativo y la sociedad civil. Así como la garantía a “una información objetiva, libre y responsable”. El exministro de Bouteflika fue igualmente claro al pedir “la liberación de los detenidos de opinión y del Hirak”, dejando al presidente Tebboune margen para que, en la celebración del 60º aniversario de la Independencia, el próximo 5 de Julio, aproveche la oportunidad “para proteger las libertades individuales y colectivas y reconciliarse con nuestra historia de país de hombres libres”. 

En una velada alusión a la omnipresencia del estamento militar en los asuntos de Estado y en la conducción de la política argelina, Abdelaziz Rahabi recordó que “el presidente encarna constitucionalmente la defensa de los intereses diplomáticos de Argelia”, con lo que dispone “de todos los poderes y mecanismos para iniciar la construcción, la preservación y la consolidación de un consenso nacional sobre las cuestiones de política exterior y de defensa”. El ofrecimiento de respaldo del movimiento popular al jefe del Estado, si se decide a asumir plenamente las funciones que le otorga la Constitución y desembarazarse del lastre que supone la dependencia de facto de la cúpula militar, no ha pasado desapercibido. 

Tras su entrevista con el presidente el miércoles, Abdelaziz Rahabi declaró haber discutido sobre “las implicaciones directas e indirectas de la crisis internacional sobre Argelia, no solo económicas sino también en el plano de la seguridad, y la necesidad de constituir un frente interno potente”.

La propuesta de consenso político preconizada por el presidente y las exigencias claras de la clase política y de la oposición sobre el respeto y la garantía de las libertades están siendo objeto de un amplio debate en las redes sociales, que esperan que no se defraude nuevamente las aspiraciones del movimiento popular por el cambio iniciado hace ya mas de tres años.