Opinión

Armas israelíes para Ucrania vía Europa

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Entre las consecuencias inmediatas de la invasión rusa de Ucrania hay que reseñar el importante cambio de posición de Israel, al levantar su Gobierno el veto que había impuesto a Estados Unidos de vender a Ucrania su avanzado sistema de armas antitanque Panzerfaust 3-IT. Una decisión que intentaba preservar sus fuertes lazos con Rusia, con quién coopera estrechamente en los bombardeos sistemáticos contra objetivos de Hizbulá, el brazo armado de Irán para las operaciones terroristas contra Israel desde Líbano y Siria.

Los primeros grandes envíos de este sistema de armas, probadamente eficaz, y que podría detener el avance de los blindados rusos, ya los están realizando Holanda y Alemania, que poseen las licencias para la fabricación de estas armas de la empresa israelí Rafael Advance Defense System. Holanda enviará a Ucrania este sistema, dotado de 400 cohetes, capaces de alcanzar con enorme precisión objetivos en movimiento situados entre 300 y 600 metros.

Alemania hará lo propio, una vez que el pasado fin de semana el canciller Scholz cambió radicalmente la política de su país al respecto: “La invasión rusa marca un cambio decisivo, puesto que constituye una amenaza global al orden internacional surgido de la posguerra. En esta situación es nuestro deber hacer el máximo esfuerzo para apoyar a Ucrania a defenderse contra el Ejército invasor de Vladimir Putin. Alemania se sitúa firmemente junto a Ucrania en esta tesitura”. Un cargamento con un millar de estas armas antitanque, complementados con 500 misiles Stinger, estos de fabricación americana, completarían la aportación de urgencia germana a la defensa de Ucrania.

Israel, que ha desarrollado una potente industria militar, ya había intensificado las ventas de sus diversos sistemas de armas a los numerosos países europeos que se sentían especialmente amenazados desde la anexión unilateral de la península de Crimea en 2014. En 2021 las exportaciones israelíes en material de Defensa alcanzaron un volumen de 8.300 millones de dólares, de ellos el 30% con destino a Europa.

Estos sistemas están integrados por una amplia panoplia de misiles, cohetes, sistemas integrales de defensa aérea, comunicaciones, drones, sistemas de inteligencia, aviónica y aparatos de alta precisión de electro-óptica. La empresa estatal Rafael ha situado en el mercado su Spike de quinta generación, un misil guiado mediante electro-óptica, y ya se lo ha vendido a al menos 18 países europeos miembros de la OTAN. Según revela el diario The Jerusalem Post, estas armas podrían acabar en Ucrania si el Gobierno de Neftalí Bennett autorizara tal tránsito. De paso, los países europeos podrían arropar así activamente a los resistentes ucranianos, toda vez que el Spike es capaz de penetrar el poderoso blindaje de los tanques rusos como si fueran de mantequilla.

Los acontecimientos, pues, se suceden vertiginosamente y el siempre dinámico mercado de las armas registra una actividad inusitada, con cambios de estrategia en posiciones que hasta ahora permanecían aparentemente inamovibles como la de Israel, pero que los acontecimientos y la presión de la opinión pública obligan a modificar aceleradamente.