Sí, las empresas latinoamericanas confían en España

Cierto es que no todos han tomado tal decisión con plena autonomía y libertad. El exilio, bien por razones económicas o políticas conforma un gran porcentaje de los latinoamericanos que ya se han integrado o están en vías de hacerlo en la que no hace tanto llamaban la Madre Patria.
Pero, al mismo tiempo que se produce ese trasvase de personas, se está registrando una importante y pacífica invasión de España desde la otra orilla del Atlántico: la que representan la inversión e instalación de las empresas latinoamericanas en España. Así lo demuestra el Informe Global Latam 2024, liderado por ICEX-Invest in Spain junto con la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB), y presentado en la sede del primero en Madrid.
Según dicho informe, España es el segundo destino mundial de las empresas latinoamericanas, tan solo por detrás de Estados Unidos. En 2023 fueron 2.835 millones de euros, con un aumento del 138%, en Inversión Extranjera Directa (IED), tanto más reseñable cuanto que esa “fuerte resiliencia” en el interés inversor se produjo en un entorno económico complejo, caracterizado por una elevada tensión geopolítica global y por un contexto financiero de elevados tipos de interés.
Con estas cifras, América Latina en su conjunto es ya el cuarto inversor en España, precedido de Estados Unidos, Reino Unido y Francia, pero superando a otros grandes de la Unión Europea como Alemania o Italia. A lo largo de 2023 fueron once los países latinoamericanos que invirtieron en España, con México muy destacado (58% del total y 1.645 millones de euros), seguido de Honduras (501 millones), Argentina (196) y Uruguay (101).
En total, la inversión acumulada procedente de América Latina asciende ya a los 47.150 millones de euros, que aumentarían hasta los 66.883 millones si se le añaden las inversiones en Entidades de Tenencia de Valores Extranjeros o holdings (ETVE). Son ya 600 las empresas latinoamericanas que con tales inversiones se han instalado en España, facilitando la creación de 47.000 empleos directos.
El documento resalta en esta edición la revolución de las empresas emergentes (startups) con alcance internacional, que están transformando el panorama empresarial y la creación de valor del continente, actuando como un dinamizador clave de la economía regional.
Todo ello lleva a la consejera delegada de ICEX España Exportación e Inversiones, Elisa Carbonell, a resaltar que “España se consolida como la puerta de entrada a Europa de la inversión latinoamericana, sobre todo, pero también al norte de África”.
El chileno Andrés Allamand, secretario general de SEGIB, contempla en estos datos que los emprendedores iberoamericanos fijan sus preferencias en proyectos que apuntan hacia la transformación verde y sostenible. Él mismo citó a modo de ejemplo que las tres mayores inversiones greenfield (nuevas plantas) se destinaron a la producción de hidrógeno verde, a la extracción de minerales para el desarrollo de coches eléctricos y a la promoción del comercio electrónico, lo que confirma a su juicio “el compromiso de la región con la transición verde y digital”.
Cuando arrecian la pugna y las diferencias políticas e incluso de modelo de sociedad, estos datos muestran también una cara más amable de la realidad latinoamericana, y, sobre todo, de la profundidad de los lazos con España, más allá de clichés y leyendas no precisamente blancas.