El dilema digital de África

En una era en la que la inteligencia artificial (IA) está remodelando el panorama mundial, los datos se han convertido en un activo crucial, similar al petróleo por su valor y potencial. Conforme la tecnología de IA avanza a un ritmo vertiginoso, África se enfrenta a enormes retos que podrían impulsar al continente hacia adelante o profundizar las desigualdades existentes. El Dr. Jovan Kurbalija, una de las principales autoridades en materia de gobernanza digital, subraya estas cuestiones críticas en la conferencia Top-Heads-Talk del Economic Diplomat Programme (organizada por el prestigioso Instituto de Ghana IEF en colaboración con el prof. Anis H. Bajrektarevic y sus socios europeos), instando a África a reclamar el control sobre sus datos, conocimientos y sabiduría en medio de la era transformadora de la segunda y tercera década del siglo XXI.  

África se encuentra en el precipicio de una revolución tecnológica que podría redefinir su futuro. El Dr. Kurbalija comienza su charla advirtiendo que, sin una estrategia decisiva, el continente corre el riesgo de quedarse atrás en la carrera mundial de la IA. Un aspecto central de este reto es la subdesarrollada infraestructura de datos de África. A pesar de su enorme potencial, el continente tiene menos centros de datos incluso que Holanda, lo que obliga a muchas naciones africanas a confiar sus datos a instalaciones extranjeras. Esta dependencia suscita profundas preocupaciones sobre la seguridad de los datos y limita la capacidad de África de aprovechar sus datos para el progreso económico.   

La columna vertebral de la infraestructura de Internet africana reside en la red mundial de cables submarinos. Estos cables submarinos vitales son responsables de aproximadamente el 99% del tráfico internacional de datos, actuando como la línea vital de la comunicación global.   

Sin embargo, la dependencia de África de estos cables plantea un reto complejo. El Dr. Kurbalija destaca que "todo el continente tiene menos granjas de datos que los Países Bajos" y señala que "los datos de África se almacenan en el extranjero, lo que plantea importantes problemas de seguridad y privacidad" (Kurbalija, 2024). La conectividad del continente depende de unos pocos centros costeros importantes -Sudáfrica, Egipto y Kenia-, lo que lo hace vulnerable a las interrupciones causadas por catástrofes naturales, interferencias humanas y conflictos geopolíticos. Para hacer frente a estas vulnerabilidades, África debe invertir en ampliar y reforzar su infraestructura digital. 

El Dr. Kurbalija aboga por un cambio de paradigma hacia la soberanía de los datos, haciendo hincapié en la necesidad imperiosa de que las naciones preserven los datos sensibles sobre salud, identidad y seguridad dentro de sus propias fronteras. Afirma que “el continente necesita medidas urgentes para salvaguardar y promover sus datos, conocimientos y sabiduría para la era de la IA como parte del patrimonio cultural y de conocimientos común” (Kurbalija, 2024). Para África, afirmar la soberanía de los datos no es una mera cuestión de seguridad, sino de empoderamiento económico. Establecer centros de datos locales y aplicar políticas de localización de datos no sólo puede mejorar la seguridad, sino también impulsar la innovación y fomentar el crecimiento económico. Como afirma Kurbalija, “las políticas de localización de datos pueden ayudar a los países africanos a utilizar sus datos para fomentar la innovación local y el crecimiento económico" (Kurbalija, 2024).  

La creación de un futuro digital verdaderamente inclusivo va más allá de la mera mejora de las infraestructuras. Requiere garantizar un acceso equitativo a las herramientas y recursos digitales. Invertir en programas de educación y formación es esencial para dotar a los africanos de las habilidades necesarias para navegar y sobresalir en el panorama impulsado por la IA. Además, promover la creación de contenidos locales y forjar alianzas con empresas tecnológicas mundiales ayudará a amplificar las voces africanas y a salvar la brecha del conocimiento digital.  

Un marco sólido para la gobernanza de Internet es crucial para el futuro digital de África. La gobernanza de Internet es una cuestión polifacética que exige la colaboración entre gobiernos, empresas, organizaciones de la sociedad civil y particulares. Según el informe sobre las voces digitales de África, «la gobernanza de Internet requiere un enfoque colaborativo que implique a múltiples partes interesadas para garantizar una normativa justa y equitativa que apoye los objetivos de desarrollo digital» (DiploFoundation, 2022). Para las naciones africanas, una fuerte presencia en los debates internacionales sobre la gobernanza de Internet es esencial para garantizar que las políticas y normativas apoyen sus aspiraciones de desarrollo digital.  

Como conclusión de la charla del Dr. Jovan Kurbalija, destaca cómo los conocimientos sobre gobernanza digital proporcionan una hoja de ruta estratégica para que África navegue por sus retos y oportunidades en la era de la IA. Dando prioridad al (auto)conocimiento digital, junto con la soberanía de los datos, fomentando el desarrollo digital inclusivo y participando en la gobernanza colaborativa de Internet, África puede aprovechar el potencial de la IA para impulsar un progreso significativo, mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos y establecerse como un actor autosuficiente en la economía digital mundial.  

Fue y sigue siendo un gran privilegio estar entre pensadores distinguidos y arquitectos del futuro que todos cocreamos. Admitiendo las preocupaciones por el bien común, ya que las tensiones del mundo contemporáneo y la crisis energética chocan con las cuestiones humanitarias, reflexionamos sobre la seguridad, la decisión. Esperanza.    

Así es como el programa del IEF y esta invitada, entre ponentes notables, nos impresiona a todos los participantes.

Valentina Carvajal Caballero, de la Universidad de Los Andes, Colombia, es especialista en comunicación y medios digitales.