
La operación ha sido el milagro de la cuarentena. Que dos empresas multinacionales puedan culminar un gran contrato de fusión en tiempos de alejamiento social, teletrabajo y prohibición de viajar entre países ha asombrado al mundo económico, además de permitir la creación de un gigante de las telecomunicaciones que operará en Reino Unido para plantar cara a British Telecom en su propio terreno.
La operación es plenamente simétrica y puede resumirse colocando, con la misma simetría, los actores que la han culminado: Telefónica – O2 – Virgin Media –Liberty Global. Las dos empresas matriz, situadas en los extremos, salen ganando con la unión que permite aunar al operador móvil más importante del mercado británico con la red de banda ancha de internet y televisión que utilizan más de diez millones de personas. En total, 46,5 millones de usuarios se verán beneficiados por una estratégica alianza que vuelve a demostrar la importancia de la globalización, pese a los cantos de sirena localistas que están surgiendo de entre las cavernas en este confinamiento obligado del mundo ante la amenaza del coronavirus. Al antiguo monopolio británico habría que preguntarle si es o no una buena noticia para ellos esta fusión y la importancia real que tiene en un momento de depresión de las economías y de un descomunal incremento de los índices de desempleo en todo el planeta.
Los dos grandes artífices de la operación por parte de Liberty tienen perfiles que encumbran el carácter emprendedor y valiente en los negocios de muchos norteamericanos. Dos empresarios del sector de la comunicación que han llevado a sus empresas al cénit mundial en sus negocios.
John C. Malone es el presidente de Liberty Media y Liberty Global. Nacido en Milford, Connecticut, en 1941, y católico y descendiente de inmigrantes irlandeses, fue educado en la Johns Hopkins University, tan de moda en España por los informes sobre los test del coronavirus. Forbes le sitúa en el puesto número 186 entre los más ricos del mundo, con unos 8.000 millones de dólares en activos, y es el tercer magnate más rico de los medios de comunicación tras Michael Bloomberg y Carl Icahn.
Vive en Colorado, es un poderoso terrateniente de este estado del medio oeste que tiene además vastísimas propiedades de terreno calculadas en dos millones de acres en Maine, Nuevo México y Wyoming. Ha superado a Ted Turner como el mayor propietario de tierra del país más poderoso del mundo, pero no quiere terrenos improductivos. La crianza de ganado de la especie Silver Spur es su especialidad. Es propietario además de dos castillos en Irlanda, Humewood Castle al sur de Dublín y Castlemartin House, en plena campiña.
Es conocido como el ‘Cable Cowboy’, un verdadero ‘tycoon’ de la televisión por cable en Estados Unidos. Sus aficiones filantrópicas son conocidas en todo el país. A través de la Fundación de su familia ha puesto en marcha un programa de becas subvencionadas en escuelas privadas estadounidenses. La mayor donación que ha realizado benefició a la Universidad de Colorado State, a cuyos fondos acumuló un montante de 42,5 millones de dólares con el fin de promover la investigación con células madre para curar enfermedades. Un edificio del campus de Homewood de la Johns Hopkins de Baltimore lleva su nombre por la donación de 30 millones que realizó a esta institución académica en 2011.
También su ideología le ha llevado a defender posiciones a través del dinero. Donó 250.000 dólares a la inauguración del mandato de Donald Trump en enero de 2017.
Mike Fries es el vicepresidente de Liberty al que vimos en el video conjunto con el presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, que se difundió para dar a conocer la fusión. Es además Chief Executive Officer de la compañía. Nació en 1963, criado en Los Ángeles y miembro de una familia ligada al cine por la profesión de su padre, productor de Hollywood. Estudió en centros como Wesleyan University y la Columbia Business School, y ambos conocen sus donaciones filantrópicas para favorecer el desarrollo de sus instalaciones y proyectos. Vive igualmente en Colorado y forma junto a Malone el comité ejecutivo de Liberty que toma todas las decisiones del grupo. Fries es un veterano del negocio del cable, en el que lleva tres décadas trabajando, y ha negociado directamente con Pallete los detalles del acuerdo.