La reciente salida de Reino Unido de la Unión Europea no sólo ha afectado a su políticas económicas y comerciales con los 27 países miembros de la comunidad política, sino que también afecta y afectará a las relaciones culturales entre los consumidores de arte.
Los festivales, los conciertos, teatros, museos y otras instituciones culturales de Reino Unido afrontarán recortes económicos. El programa de la UE ‘Europa Creativa’ pretende contribuir a la financiación de proyectos culturales y cinematográficos, una subvención de 1.460 millones de euros para el periodo de 2014 a 2020 ya no podrá ser recibida por los británicos.
El Gobierno de Reino Unido ha sido criticado por parte del mundo de la música y otras industrias creativas desde que quedó claro que las giras sin visa no se habían incluido en el acuerdo comercial entre Reino Unido y la UE posterior al Brexit.
Esto significa que los artistas británicos que viajen por Europa ahora deberán cumplir con los diferentes requisitos de entrada de cada Estado miembro de la UE, algunos de los cuales requerirán que los artistas y sus equipos obtengan permisos de viaje y/o carnés de equipos.

El pasado diciembre, Jamie Njoku-Goodwin, el director general de UK Music, la organización más importante del país del sector denunció que “el Brexit acabará con la reputación de Gran Bretaña como la meca mundial de la música”. Y varios directores de festivales europeos han advertido de que el conflicto afectará a muchos contratos para traer a las estrellas del pop a tocar a Europa.
El director del Lowlands Festival de los Países Bajos, Eric van Eerdenburg, ha declarado a New Musical Express que “los nuevos costos adicionales, problemas de visas, cuadernos, papeleo y burocracia resultarán horribles y muy limitantes”.
Añadió que claramente “la industria musical de Reino Unido es muy importante para los mercados europeos. En Lowlands, contratamos la mayoría de las bandas de Reino Unido. Sin embargo, los artistas europeos se están fortaleciendo y el porcentaje de bandas de Europa está aumentando”.
La burocracia y los costos adicionales que generarán harán que algunas giras sean completamente inviables, o podrán dar como resultado que los artistas británicos contraten personal con sede en países de la UE, para reducir la cantidad de gastos y administración adicionales.

Por su parte, los ministros de Reino Unido están considerando establecer una oficina de exportación creativa financiada por el Gobierno que ayudaría a los artistas intérpretes o ejecutantes a navegar y abordar todos los nuevos problemas de visas y permisos que han sido causados por el Brexit.
Encontrar un culpable en este rifirrafe es imposible, pues Reino Unido culpa a la UE por el acuerdo comercial que no incluye disposiciones para viajes sin visa, mientras que los funcionarios de la UE han culpado a sus homólogos británicos.
El problema tiene doble cara ya que los artistas europeos tendrán que pedir visa para ir a trabajar a Reino Unido. Por lo que se podrá viajar sin visado sólo si se permanece en el país menos de un mes bajo las condiciones determinadas por el Gobierno británico.
Esta crisis de visas impide que los empleados británicos, por ejemplo, del cine y la televisión, trabajen en le UE sin antes completar costosos y largos trámites burocráticos. Esto está comenzando a generar problemas y los artistas han comenzado a movilizarse para solucionarlos.
Las movilizaciones comenzaron cuando estrellas como Sir Ian McKellen, Dame Julie Walters y Sir Patrick Stewart firmaron una carta abierta dirigida al primer ministro británico Boris Johnson. “Estimado primer ministro, debemos hablar con claridad. Este es un momento sombrío para los creativos británicos” comienza así la carta por parte del sindicato de actores Equit. “Somos actores, cantantes, bailarines, diseñadores, directores, directores de escena, comediantes, artistas de audio, intérpretes de variedades y creativos, representados por nuestro sindicato Equity, apasionados por nuestras profesiones y queremos seguir trabajando. Pero el acuerdo actual del Brexit es un obstáculo enorme para eso” continúa.

Apuntan que “antes, podíamos viajar a Europa sin visado. Ahora tenemos que pagar cientos de libras, completar formulario tras formulario y pasar semanas esperando la aprobación, solo para poder hacer nuestro trabajo”. Y mencionan que muchos han perdido su trabajo en Europa o están siendo rechazados debido a la larga y costosa burocracia.
Concluyendo la carta insistiendo en que “negocie nuevos términos con la UE, que permitan a los profesionales creativos viajar a la UE sin visado para trabajar, y que nuestros homólogos europeos puedan hacer lo mismo en Reino Unido. No actuar ahora hará un daño mayor e irreparable a la fuerza laboral creativa de Reino Unido, nuestras industrias y nuestra posición en el escenario cultural internacional”.
Caroline Dinenage, la ministra de Cultura británica culpabilizó a la UE y dijo que Bruselas rechazó las propuestas del Gobierno británico sobre viajes sin visa como parte de las negociaciones del Brexit.
Dijo Dinenage, que la mejor manera de avanzar es logrando acuerdos bilaterales con los Estados miembro individuales de la UE. Sin embargo, el Gobierno no ha iniciado conversaciones con países individualmente.