Una foto de Tony, un pescador ibicenco cuya mano encallecida sobre la cámara oculta a medias su rostro, sirve de pórtico a la mayor retrospectiva que se ha realizado hasta la fecha del fotógrafo estadounidense Louis Stettner (Nueva York, 1922-París, 2016), cuya obra es además la primera vez que se presenta en España.

Discípulo de Sid Grossman, pero sobre todo de Brassaï, Stettner está considerado como un artista genial y único, capaz de aunar elementos tanto de la estética de la fotografía callejera neoyorquina como del humanismo lírico de la tradición francesa. Se nutrió de múltiples canales de inspiración a la hora de desarrollar su ingente trabajo: fuentes tanto artísticas como literarias: Platón, Karl Marx y Walt Whitman, fundamentalmente. Su interés por la filosofía y las cuestiones sociales y políticas de la época más turbulenta del siglo XX, marcaron su compromiso y preocupación con los menos favorecidos. Sus abundantes fotografías de trabajadores y obreros reflejan su ánimo de presentarlos como individuos auténticos y dignos, al margen de lo precarias que fueran sus condiciones laborales: “En medio del ruido, la suciedad, los humos y el riesgo de accidentes, me parecían personas muy sensibles, de una humanidad innata y con una maravillosa capacidad de organización y percepción de la realidad inmediata. Mi estancia en las fábricas fue una de las experiencias más significativas de mi vida”.

Stettner trabajó intensamente como fotógrafo en la Segunda Guerra Mundial, y lo que vio y plasmó condicionó intensamente su concepción de la vida y una firme confianza en el ser humano. Sin aferrarse a ninguna de las dos ciudades, sus dos grandes talleres de trabajo fueron Nueva York y París, desde donde recorrió por tierra y por mar su propio país, Estados Unidos, Francia y España, por cuyas costas mediterráneas sintió una especial atracción.

Image Cities
Al igual que la anterior, la exposición de la fotógrafa Anastasia Samoylova (URSS, 1984) se exhibe hasta el próximo 27 de agosto. Titulado “Image Cities”, el proyecto de esta artista ha sido la propuesta ganadora de la primera edición del KBr Photo Award, puesto en marcha por la Fundación Mapfre en 2021.

Samoylova, que actualmente vive y trabaja en Miami (Florida, EEUU), realiza un estudio visual de la integración, cada vez mayor, de la imagen fotográfica en el entorno urbano. Sus composiciones enmarcan la complejidad urbana en toda su problemática belleza, homogeneizando sus capas en seductores y extraños poemas visuales. En sus imágenes prácticamente no aparecen seres humanos, y cuando lo hacen suele ser a una escala mínima en comparación con la dimensión de los edificios y de los anuncios publicitarios, apuntando a una suerte de condición de “especie amenazada” ante el consumismo y la especulación.
El proyecto, que la artista comenzó en Moscú y Nueva York en el verano de 2021, se ha ido completando en otras quince ciudades como Ámsterdam, París, Londres, Bruselas, Tokio, Madrid o Barcelona, que en la exposición se despliega a lo largo de una cincuentena de fotografías, un corpus seleccionado entre más de doscientes imágenes.

En las últimas obras de Samoylova se aprecian los ecos de la fotografía de tradición documental abordada por figuras como Eugène Atget a comienzos del siglo XX, al igual que Berenice Abbot y Lisette Model, tradición que luego renovaran Lee Friedlander, Diane Arbus o Carry Winogrand.

Ambas exposiciones forman parte de la sección oficial del Festival PhotoESPAÑA, que marca así un alto listón de calidad con estos dos gigantescos artistas.