El Real Madrid conquista su 36ª Liga a base de compromiso y superación

Los de Ancelotti se sobrepusieron a tres lesiones de ligamento cruzado
El centrocampista inglés del Real Madrid #5 Jude Bellingham celebra el segundo gol de su equipo durante el partido de fútbol de la liga española entre el Real Madrid CF y el Cádiz CF en el estadio Santiago Bernabéu de Madrid el 4 de mayo de 2024 - PHOTO/OSCAR DEL POZO / AFP
El centrocampista inglés del Real Madrid #5 Jude Bellingham celebra el segundo gol de su equipo durante el partido de fútbol de la liga española entre el Real Madrid CF y el Cádiz CF en el estadio Santiago Bernabéu de Madrid el 4 de mayo de 2024 - PHOTO/OSCAR DEL POZO / AFP

Alzar un título de Liga y que de la boca de tu máximo rival salga que fue mejor que tú en los dos partidos que jugaste puede ser una de las peores afrentas que se ha encontrado el Real Madrid en su historia. Lo que dijo Xavi Hernández en rueda de prensa tras ser arrasado 4-2 ante el Girona y no llegar ni a ser terceros es a lo que se ha acostumbrado el equipo blanco en los últimos años.  

A eso y a ganar. Su trayectoria es inversamente proporcional a la debacle azulgrana, con ligas y Champions construidas con un equipo tan sólido que puede ser el de mayor valor del mundo si a esto se jugara por escuderías como en la Fórmula 1. Todo empezó en agosto con Courtois rompiéndose la rodilla en un entrenamiento y con Lunin a punto de hacer las maletas. La misma lesión que tuvo Militao y, por desgracia, exactamente la misma desgracia que Alaba. Tres puntales defensivos del Real Madrid caían y todo indicaba que la temporada iba a hacerse muy larga con una defensa tan mermada.  

Entonces surgió el gestor, ese entrenador que le deja la táctica y la pizarra a su hijo y se ocupa de cada jugador. Ancelotti decía ‘no’ a Brasil para centrarse en su Real Madrid en una temporada complicada. Se dejó llevar y eligió a Lunin antes que a Kepa; le dio minutos a Nacho y no dudó en meter en el equipo a jugadores como Lucas o Brahim mientras Camavinga y Tchouaméni construían una fortaleza en la zaga.  

La inercia positiva de Carletto le llevó a sentar a Modric sin que el croata pusiera una mala cara. Kroos volvió a Alemania y sigue pensándose su futuro y, mientras toda la maquinaria funcionaba, en la Champions seguían su camino hasta el momento decisivo con el City que se saldó con una victoria agónica, el pase a semifinales y una liga que había que dejar sentenciada antes de la batalla ante el Bayern de Múnich.  

Ni los derbis ni los Clásicos han desestabilizado al Real Madrid. El Atlético de Madrid que ganó en el Bernabéu pudo ser la criptonita de este equipo, pero los errores por alto se detectaron y se solventaron muy rápido para que no hubiera segunda parte. Los Clásicos se ganaron con un juego excelente pese al intento de humillación de Xavi, propio de un técnico sobrevalorado y angustiado ante el futuro que se le viene encima.

El árbitro español Jesús Gil Manzano (de espaldas) habla con los jugadores del Real Madrid durante el partido de fútbol de la Liga española entre el Valencia CF y el Real Madrid en el estadio de Mestalla en Valencia el 2 de marzo de 2024 – PHOTO/JOSÉ JORDÁN/AFP
El árbitro español Jesús Gil Manzano (de espaldas) habla con los jugadores del Real Madrid durante el partido de fútbol de la Liga española entre el Valencia CF y el Real Madrid en el estadio de Mestalla en Valencia el 2 de marzo de 2024 – PHOTO/JOSÉ JORDÁN/AFP

Es tal la superación de este equipo que, ante el Cádiz, Ancelotti devolvió al once a Militao y a Courtois para medir su recuperación ante el partido de vuelta de Champions y una hipotética final el 1 de junio. Lo del portero será un problema cuando todo acabe, pero, de momento, la unidad que hay ese vestuario no la va a romper la vuelta al equipo de un jugador tan trascendental como el belga.  

Aunque la liga española adolece de grandes fichajes y no tiene ese Big Six de la Premier League con más equipos que le luchen el título al Madrid y al Barça, los blancos han ganado partidos en estadios complicados, con un ambiente muy complicado generado por esa lacra racista que se ha fijado en Vinicius para atacarle sin piedad. Aquellos partidos también se superaron y ahora queda que el brasileño también ponga de su parte para quitarse la etiqueta de jugador polémico, sin que eso justifique los insultos racistas, por el bien del equipo.  

Al campeón de liga solo le queda un partido para poner el lazo a la temporada. Ganar a los alemanes y alcanzar la gran final de Wembley le daría a esta plantilla la capacidad de recibir a Mbappé sin necesidades deportivas. El mejor equipo del mundo, de los que todavía se gestionan a la antigua usanza, sigue siendo el Real Madrid. Y van 36.