Abdelmalek Alaoui, un influyente dirigente marroquí que asesora a los poderosos, afianza su autoridad

Por Paco Soto y Rachid Elalamy
Foto: Abdelmalek Alaoui, un hombre influyente que asesora a muchos poderosos en Marruecos y en África.
Abdelmalek Alaoui es un hombre joven, influyente y poderoso en Marruecos, y lo es en el mundo económico y de los negocios, pero también político, porque maneja muchos hilos y tiene buenas conexiones internacionales. Francófono y anglófono, Abdelmalek Alaoui nació en 1978 en Rabat. Es el hijo de Moulay Ahmed Alaoui, miembro del gobierno marroquí entre 1956 y 1998, es decir durante los reinados de Mohamed V, el rey de la independencia de Marruecos, y de su hijo, Hasan II, el hombre que fue capaz de construir las bases del Estado moderno en su país, pero no supo o no quiso impulsar un verdadero sistema democrático ni unas estructuras económicas y sociales que acabaran con el subdesarrollo y las lacras de la dominación colonial francesa y española. Fundador de Global Intelligence Partners (GIP), Abdelmalek Alaoui, que no reniega de la trayectoria de su padre, es un dirigente del Marruecos del siglo XXI, un hombre que defiende un capitalismo moderno y adaptado a las exigencias de la época. Alaoui supo romper con las viejas prácticas nauseabundas del viejo Majzén, el tradicional sistema político e institucional de Marruecos, pero lo hizo sin ruptura traumática. Pertenece a la franja dinámica y vanguardista de la élite dirigente de su país. El poder que tiene no le viene exclusivamente de su familia y de su relación directa con la Casa Real, sino de su capacidad para aconsejar a políticos y relevantes empresarios y hombres de negocios. El poder económico en Marruecos está en Casablanca, pero Abdelmalek Alaoui tiene la sede de GIP en un barrio elegante de Rabat, la capital política y administrativa de Marruecos. “Aquí trabajo, pero tengo otro despacho, más discreto, donde recibo a mis clientes. La confidencialidad es esencial en nuestro trabajo”, dice Alaoui al semanario ‘Jeune Afrique’. Fumador de puros cubanos, el hijo de Moulay Ahmed Alaoui no habla español, pero tiene la suficiente capacidad intelectual e inteligencia política para saber que España es un país clave para el presente y el futuro de Marruecos. Lo es desde el punto de vista económico y geopolítico. Y Marruecos es para España un país estratégico. Alaoui lo entendió hace años, y por eso decidió financiar un proyecto periodístico marroquí en español, el diario digital sobre actualidad internacional ‘Correo Diplomático’. Fundado por un oscuro y polémico personaje de nacionalidad española y ajeno a la profesión periodística, ‘Correo Diplomático’ quedó en manos de la empresa Global Media Strategic Consulting, propiedad de Karim Douichi, un periodista marroquí de Fez, pero residente en una población cercana a Rabat, con una larga y brillante trayectoria profesional. ‘Correo Diplomático’ fue un intento de acercar a España y Marruecos a través de una plataforma periodística en español.
Un hijo del Mazjén
Abdelmalek Alaoui es consciente de que su padre fue un personaje clave en el entramado político, social, económico e institucional de Marruecos después de la independencia de 1956. Moulay Ahmed Alaoui fue un servidor de la monarquía y del sistema y su proximidad a la familia real le abrió muchas puertas. Su madre, Assia Bensalah Alaoui, es embajadora itinerante del Rey Mohamed VI. Pero Abdelmalek Alaoui es mucho más que el hijo de Moulay Ahmed Alaoui y de Assia Bensalah Alaoui. Es consciente de que es un hijo del Majzén, y tuvo la suerte, como el mismo reconoce en la entrevista con ‘Jeune Afrique’, de crecer en una casa “inmensa” y con “una magnífica biblioteca”. Pertenece a la élite económica y política del país, pero no es un ‘niño pijo’, sino una persona que ha sabido abrirse camino en Marruecos y fuera de su país a base de trabajo y esfuerzo. Abdelmalek Alaoui conoce bien los entresijos del capitalismo marroquí y también del mundo financiero y empresarial internacional, y sabe cómo funciona la institución monárquica. Tiene en cuenta que un sector del Majzén lleva años boicoteando los esfuerzos de modernización que impulsó Mohamed VI al llegar al trono, en 1999. Es una franja del poder que vive anclada en el pasado, defiende intereses vinculados al viejo capitalismo burocrático y añora las prácticas autoritarias de la época de Hasan II. Mohamed VI, que heredó ese sistema, no lo desmontó completamente en los 15 años que lleva en el poder. Las peleas entre modernistas y conservadores en el seno del sistema son continuas y la correlación de fuerzas varía en función de elementos internos y externos. Desmontar un sistema obsoleto e ineficaz sin romper radicalmente con él y sentar las bases de un verdadero Estado democrático y de derecho no es tarea fácil en Marruecos. El empeño de un dirigente como Abdelmalek Alaoui en situar a Marruecos entre los países democráticos y modernos del siglo XXI apunta en la dirección que marcó hace década y media el soberano Mohamed VI.
Red de contactos
Abdelmalek Alaoui tiene una red de contactos impresionante. Dicen quienes lo conocen bien que en Marruecos basta con que descuelgue el teléfono para que se le abran muchas puertas. Y en África del Oeste aconseja a poderosos del mundo de la política y de los negocios. A sus 36 años, es una especie de eminencia gris que asesora a gobernantes, responsables políticos y empresarios. La inteligencia económica y el lobbying como instrumento de comunicación son sus armas, y son muy poderosas. Su empresa emplea a una veintena de consultantes y controla diariamente 15.000 fuentes de información. Diplomado por la Escuela de Guerra Económica (EGE) de París, estudió Ciencias Políticas en la capital francesa, y es un experto en el arte de la cosa pública y de los negocios. En Marruecos, sus clientes son importantes y algunos son conocidos públicamente, porque dirigen grandes empresas: Mustafá Terrab (OCP); Abdeslam Ahizoune (Maroc Telecom), Moulay Hafid Elalamy (Grupo SAHAM, exjefe de la patronal CGEM, uno de los empresarios más ricos de África y actual ministro de Industria, Comercio, Inversiones y Economía Numérica). Alaoui colabora estrechamente con el Ministerio de Elalamy y con otros como el de Turismo y diversos organismos públicos como EACCE, el establecimiento que controla y coordina las exportaciones agrícolas. Tiene más poder e influencia que muchos ministros y altos cargos del Estado. Es también un hombre honesto que ha ganado mucho dinero sin cometer ilegalidades. No todos los ricos pueden decir lo mismo en Marruecos.
Clientes africanos
Los clientes de Abdelmalek Alaoui son ricos y poderosos, y muchos son africanos. Viven en Togo, Benín, Burkina Faso, Etiopía… Necesitan los consejos de Alaoui para sus negocios o sus estrategias políticas y electorales. En Marruecos, algunos medios aseguran que la labor de comunicación de Alaoui ha cambiado la imagen que tenía el empresario y ministro Moulay Hafid Elalamy. El dueño de GIP también influyó en las negociaciones que Marruecos llevó a cabo con la Unión Europea (UE) en materia agrícola en 2010. En este sentido, Alaoui, siguiendo las recomendaciones del ministro de Agricultura y Pesca Marítima, Aziz Akhannouch, logró que algunos medios y parlamentarios europeos hostiles a los intereses marroquíes cambiaran su postura. En el ámbito estrictamente político, Abdelmalek Alaoui maniobró inteligentemente en 2013 para que el Parlamento marroquí bloqueara el proyecto de ley que pretendía prohibir la publicidad de alcohol. Este proyecto era defendido por los islamistas del Partido de la Justicia y el Desarrollo (PJD) del primer ministro Abelilah Benkirane. La aprobación de esta ley hubiera dañado a empresas marroquíes de bebidas alcohólicas. Alaoui tiene algunos adversarios, sobre todo en el mundo de las empresas de comunicación. Los que le tienen celos afirman que su éxito en Marruecos y en el extranjero se debe a que es un dirigente cercano a Palacio. Es una vedad a medias. Abdelmalek Alaoui mantienen estrechas relaciones con el entorno real, pero se ha abierto camino porque tiene capacidad y los contactos adecuados, y es inteligente y trabajador. Autor de varios libros como ‘Intelligence économique et guerres secrètes au Maroc’ (Inteligencia económica y guerras secretas en Marruecos), Alaoui es ambicioso; escribe regularmente para el semanario francés de izquierda ‘Le Nouvel Observateur’ y el magazine económico estadounidense ‘Forbes’, y no descarta sacar un medio de comunicación. Algunos observadores sostienen que es el promotor del diario digital ‘Huffington Post Maroc’. Como destaca el semanario ‘Jeune Afrique’: “El padre aconsejaba al rey, el hijo es el rey del consejo”. Sin lugar a duda, no se puede entender lo que es Marruecos en 2014 sin conocer el papel que desempeña Abdelmalek Alaoui en este país.